"Los corazones de los gays deberían ser enterrados o quemados", dice el director de la televisión rusa

No hay tregua para los homosexuales en Rusia. Desde hace varios meses el tono en el discurso adoptado por el Gobierno de Putin está causando verdaderos estragos en la sociedad rusa, especialmente en aquellos hombres y mujeres que día a día sufren vejaciones constantes sobre su sexualidad. El último episodio de esta nefasta historia lo ha protagonizado Dimitri Kisilev, director general adjunto de la televisión estatal rusa.

En unas declaraciones realizadas hace un año pero que han salido a la luz recientemente, el funcionario, soltó en pleno programa un demoledor ataque verbal contra el colectivo homosexual. "Creo que la legislación contra la propaganda homosexual no es suficiente. A los gays debería prohibírseles donar sangre y esperma. Sus corazones, en caso de accidente automovilístico, debería ser enterrados o quemados, porque no están hechos para la continuación de la vida". Lo grotesco del asunto son los aplausos que recibe Kisilev por parte del público, muestra representativa de lo que piensa parte de la sociedad rusa. Ante el revuelo causado a nivel internacional, el autor de las declaraciones se ha visto obligado a conceder una entrevista para desmentir que sea homófobo, escudándose en que también tiene amigos gays.

Lo cierto es que el Gobierno de Putin está en el ojo del huracán en los últimos meses debido a este espinoso tema. Las réplicas provienen de todos los lugares, pero es desde Europa -concretamente desde Alemania- encabezado por el ministro de Relaciones Exteriores, Guidio Westerwelle, -el cual hizo público su condición de homosexual- donde se ha intentado frenar la oleada de homofobia que desde el Kremlin se está impulsando. Sin embargo, las constantes advertencias parecen no afectar al Ejecutivo de Putin. Esto es palpable en los diferentes eventos deportivos que Rusia acogerá en los próximos meses, especialmente los Juegos Olímpicos Invernales de Sochi, que se disputarán el próximo febrero o más recientemente el Mundial de Atletismo que están disputándose actualmente. Ya ha habido quienes han manifestado la posibilidad de boicotear los juegos con diferentes medidas, desde portar una bandera multicolor gay hasta directamente no presentarse a los juegos por motivos de seguridad.