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Amalia, la novia infantil de Bergoglo./ Youtube
Francisco, de niño: "Si no me caso con vos, me hago cura"
anécdotas de su vida

Francisco, de niño: "Si no me caso con vos, me hago cura"

Amalia fue el amor infantil del nuevo Papa. Apenas tenían doce años y los padres de ella se opusieron. Bergoglio le propuso matrimonio

JESÚS J. HERNÁNDEZ

Sábado, 16 de marzo 2013, 11:58

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Fue un amor infantil. Platónico. "Puro" en palabras de aquella niña que hoy es ya una mujer que peina canas. Amalia pudo haber sido el nombre que apartara al actual Papa de la Curia. Pero los padres de ella se opusieron. Ella recordaba toda la historia ayer con gran naturalidad ante las cámaras en el mismo barrio de Flores donde se conocieron, hace más 60 años, cuando ellos tenían apenas doce años. "Jorge", como ella llama todavía a Bergoglio, llegó incluso a proponerle matrimonio. "Si no me caso con vos, me hago cura", le espetó un día. También lamentaba que el cardenal no hubiera podido oficiar la ceremonia de su boda con su actual marido en la parroquia del barrio.

"Eso no fue novio, nunca me propuso cosa mala. Me propuso un hogar y para mí eso vale mucho" dice evocando una bella cajita roja con la que le obsequió para intentar conquistarla. "No tengo nada que ocultar, si fue una cosa tan de niños y tan limpia", proclama. Cuando le vio investido Papa, se levantó de su silla en casa y gritó "Te abrazo, Jorge". "Por el cariño que nos tuvimos" -puntualiza-. "Yo soy el pasado", dice Amalia ante un montón de micros.

No es la única anécdota que ayer se relataba en Roma sobre Francisco. La siguiente escena, por inusitada, debió dejar de piedra al propietario de la pensión donde se alojaba hasta ayer el todavía cardenal Jorge Mario Bergoglio. Este jueves era el primer día como Papa de Francisco I y es de suponer que los compomisos y deberes se amontonaban a la espera. Por eso no esperaría verle allí, tan de mañana, dispuesto a saldar su cuenta de las últimas noches en el céntrico hotelito ubicado en la romana vía de la Scrofa. "Ha recogido sus cosas y ha pagado la cuenta, para dar buen ejemplo", señalaba Federico Lombardi, el portavoz de la Santa Sede.

Es sólo un gesto más -como otro confirmado también hoy por Lombardi, que la cruz que lució ayer en la balconada era de plata y no de oro-, un retazo humano más, de esos que tanto están gustando en las primeras horas de su papado.

Mientras, se agolpan otras historias. Hoy mismo, el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, ha revelado la más reciente. Cuando Francisco I llegó ayer a cenar con varios cardenales electores después de ser elegido les saludó con una frase irónica y lapidaria: "Buenas noches y que Dios les perdone por lo que han hecho". Amigo también ha detallado que, una vez que el cardenal Bergoglio fue elegido nuevo Papa no lloró como suele ser habitual "porque le daba vergüenza".

"¿Carlos, cómo has dormido?"

Todo apunta a que no serán estas las últimas anécdotas del nuevo Papa. El cardenal Amigo ha explicado que, además de cenar anoche con los electores, también ha desayunado hoy con ellos. "Cuando esta mañana bajé a desayunar a las 7.30 horas, estaba ya con un grupo de cardenales como uno más, se ha acercado a mí y me ha preguntado: ¿Carlos, cómo has dormido?".

Amigo también ha confirmado que el nombre elegido -Francisco- es por San Francisco de Asís. "Hay muchos franciscos y todos santos pero el original es el original", ha explicado. En la misma línea, ha destacado "el interés por los pobres" de este santo y ha añadido que esta elección supone "un signo sobre lo que desea que sea su Pontificado". "El Papa se preocupa por las situaciones en las que sufre la gente, por los más insignificantes, quiere estar cerca de todos", ha relatado. No cabe duda de que se trata de un Papa popular.

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