Álava estrena la era de las cárceles de "nueva generación"

Las celdas del nuevo centro penitenciario de Alava acogerán antes de fin de año a los primeros presos después de afrontar en las próximas semanas una fase de comprobación de todos los sistemas y formación de los funcionarios. No obstante, la vieja cárcel de Nanclares continuará de forma transitoria operativa para atender a los reclusos en régimen abierto.

La continuidad de la actividad penitenciaria de la vieja prisión, aunque sea parcial, se debe a la falta de acuerdo con el Ayuntamiento de Vitoria para la ubicación de un centro de inserción en la capital alavesa que preste servicio a las personas que cumplen condena en régimen abierto: trabajan fuera y acuden al centro sólo a dormir o recibir algún tipo de tratamiento cuando lo necesitan.

No es éste el único motivo de desacuerdo entre las instituciones locales, que lidera el PP, con el Ministerio de Interior. Y es que el diputado general de Alava, Javier de Andrés, ha calificado de "error" denominar al nuevo centro penitenciario con el nombre de la provincia en lugar del topónimo Zaballa y ha anunciado que sugerirá a la Administración central la correspondiente modificación para que no se una la cárcel al territorio histórico.

La secretaria de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ha inaugurado hoy oficialmente las instalaciones del nuevo centro en presencia del delegado del Gobierno de España en el País Vasco, Mikel Cabieces, la portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, y el consejero de Interior, Rodolfo Ares, y el diputado general Javier de Andrés. Parlamentarios y representantes de las fuerzas de seguridad o el Ararteko han estado también presentes.

La nueva cárcel, cuya construcción lleva aparejada una inversión de 116 millones de euros, cuenta con 720 celdas distribuidas en ocho módulos de 72 celdas cada uno y otros cuatro, más pequeños, de 36 celdas. Esta distribución tiene el objetivo de facilitar una adecuada clasificación de los internos, una mayor seguridad y un desarrollo más eficaz de los programas de tratamiento.

Cada módulo dispone de celdas de 13 metros cuadrados en lugar de los 10 metros de superficie de los habitáculos de los centros más antiguos, y otros espacios donde los presos desarrollan su vida: patio, sala de estar, comedor, economato, consulta médica, taller ocupacional, aulas, peluquería y un pequeño gimnasio.

Piscina climatizada

La nueva prisión dispone también de un edificio de enfermería (64 camas y consultas), un módulo de régimen cerrado y otro de ingresos, salidas y tránsitos, además de un edificio para las comunicaciones de los presos con sus familiares o abogados. Asimismo, cuenta con cocina, panadería y lavandería, y una zona sociocultural y deportiva con aulas para formación, biblioteca, auditorio, pista polideportiva y piscina climatizada.

Gallizo ha dicho que esperan trasladar antes de fin de año a los presos que actualmente cumplen condena en la cárcel de Nanclares al nuevo centro, aunque ha reconocido que la vieja prisión puede continuar operando parcialmente de forma transitoria ante la falta de acuerdo para ubicar el centro de inserción que atienda a las personas que cumplen condena en régimen abierto y sólo acuden a la cárcel a dormir.

"Nuestra aspiración es que puedan ubicarse en un nuevo centro de inserción social que está programado y previsto construir, pero que ha tenido algunas dificultades sobre el acuerdo para ubicación. Así que de manera transitoria la sección abierta permanecerá en el viejo centro, no va a haber otra solución más que esa, ya que no vamos a meterlos en la prisión otra vez, tienen sus derechos", ha explicado.

Tras precisar que "no es algo cerrado pero sí una posibilidad", Gallizo ha indicado que tienen el compromiso de que todas las provincias dispongan de un centro de inserción para el régimen abierto y ha precisado que "nos gusta que las ubicaciones sean pactadas con las autoridades locales, aunque a veces no es tarea fácil y provoca que se retrase una infraestructura que es necesaria".

"Me gustaría que todos lo comprendan y eliminen los prejuicios infundados sobre cualquier infraestructura penitenciaria, ya que nunca se ha producido ningún conflicto en el entorno de los centros de inserción", ha agregado.

Eso sí, la secretaria de Instituciones Penitenciarias ha anunciado que una vez que se solucione este problema y el centro de Nanclares deje totalmente de tener actividad penitenciaria, los terrenos y edificios pasarán a manos de Patrimonio del Estado para que establezca en contacto con las Administraciones locales o autonómicas de cara a llegar a un acuerdo para el uso de esos terrenos.