Destituyen al secretario de Estado de investigación por roces con Garmendia

El Gobierno anunció ayer la destitución de Carlos Martínez Alonso como secretario de Estado de Investigación y el nombramiento de su sustituto: Felipe Pétriz Calvo, hasta ahora director general de Política Universitaria en el Ministerio de Educación. Martínez Alonso apenas ha ocupado el cargo durante un año y medio, pero el Consejo de Ministros hizo efectivo ayer su cese. Lo anunció la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien agradeció «su extraordinario trabajo» durante este tiempo, en el que «se ha puesto en marcha el nuevo Ministerio de Ciencia e Innovación y la Secretaría de Estado».

De la Vega explicó que, «en estos momentos, la ministra y él han considerado que siga trabajando en otra área, siempre dentro de lo que es su extraordinaria competencia en el mundo de la ciencia e investigación». La vicepresidenta no aportó razones más precisas para aclarar los motivos de la marcha. Tampoco lo hizo el Ministerio de Ciencia e Innovación. Desde la institución alabaron la elección de Felipe Pétriz como nuevo secretario de Estado. «Está avalada por su alto conocimiento en la investigación universitaria, por su experiencia en la negociación y por su perfil gestor», destacaron. Del mismo modo, el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo, celebró la llegada de Pétriz, sin pronunciarse sobre la salida de Martínez Alonso.

Sólo salió al paso la Secretaría de Estado de Investigación para negar que entre la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y el hasta ahora secretario haya habido desavenencias. Un desmentido que no terminó de calar. Fuentes cercanas a ambos apuntaron nada más saltar la noticia que el motivo del cese era precisamente las diferencias que ha habido entre Martínez Alonso y la ministra a la hora de afrontar la reforma de la ciencia en España.

Mal clima

El telón de fondo de la decisión de Garmendia de sustituirle parece ser la pérdida de espacio y peso del Ministerio, dentro y fuera del Gobierno, y el consiguiente mal clima que ello generó. Garmendia comunicó su destitución a Martínez Alonso el jueves por la noche y éste se lo transmitió enseguida a los organismos públicos de investigación, dependientes de su Secretaría de Estado, entre ellos el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ( CSIC ). Lo cierto es que el paso de Garmendia por el Ministerio no consigue escapar de la polémica y las desavenencias han llegado a ser públicas en momentos ásperos como el traspaso de las competencias de investigación al Gobierno vasco y la pérdida de la gestión de Universidades.

Los propios compañeros de partido de la ministra reconocieron los «encontronazos» y cierto «malestar» con su equipo de asesores, aunque le restaran importancia. «Es cierto que ha habido algún roce, pero es normal. El departamento de Cristina tiene muchas competencias. Pero más allá de algunos malentendidos, la relación es buena», puntualizaron.

Carlos Martínez Alonso llegó a la Secretaría de Investigación en abril de 2008 y entre sus principales cometidos ha tenido la elaboración de la nueva Ley de Ciencia, así como el nuevo mapa de instalaciones científico-técnicas singulares. También ha acordado con Japón la investigación conjunta en nanotecnología y nuevos materiales.

Sin embargo, no logró el favor de los jóvenes investigadores. La federación que les agrupa manifestó ayer que su sustitución es «positiva siempre que no haya continuismo. Hasta ahora, no han atendido nuestras recomendaciones reiteradas». Desde el flanco sindical, CCOO pidió «eficacia» al nuevo secretario «para seguir debatiendo la Ley de la Ciencia y que entre en vigor en un plazo razonable».