La fiesta del Día de Euskadi nace con división

El 25 de octubre de 2011, aniversario de la aprobación del Estatuto de Gernika, vendrá en rojo en el calendario. PSE, PP y UPyD utilizaron ayer su mayoría parlamentaria para iniciar los trámites que establecerán por ley esa fecha como Día de Euskadi y fiesta oficial, eso sí, con el rechazo de los nacionalistas -con el PNV a la cabeza- y EB. Con la festividad como excusa y la norma autonómica como telón de fondo, la Cámara vasca reprodujo un debate con discursos conocidos que dejó la sensación de que la ley que ayer dio sus primeros pasos será derogada o modificada si la relación de fuerzas en el Parlamento cambia.

El Legislativo vasco ya ha discutido en pasadas legislaturas propuestas similares. Populares y socialistas, en esta ocasión con la suma de UPyD, defendieron festejar el Estatuto de Autonomía al entender que une a los vascos y es un pacto de convivencia. PNV, Aralar, EA y EB, por contra, recordaron en sus argumentaciones el «incumplimiento de esta ley orgánica». La diferencia ahora ha venido marcada por el desenlace. Antes, las iniciativas en este sentido fracasaban al estar PSE y PP en minoría.

El procedimiento abierto ayer debe desembocar en la elaboración de una ley, por lo que su debate continuará abierto durante los próximos meses antes de volver a pleno para su votación definitiva. La proposición consta de dos artículos. El primero declara el 25 de octubre 'Día del País Vasco-Euskadi Eguna' y establece que esa fecha será fiesta oficial a todos los efectos, incluidos los laborales. El segundo recoge que el Gobierno vasco adoptará los acuerdos necesarios para conmemorar ese día y programará actos institucionales. De esta manera se pretende festejar el Estatuto de Gernika, aprobado en referéndum en 1979 con una participación cercana al 60% del censo y más de un 90% de votos afirmativos. A favor del 'sí' en aquella consulta se posicionaron el PNV, PSE, UCD, Euzkadiko Ezkerra y el Partido Comunista, mientras que Alianza Popular defendió en 'no' y Herri Batasuna, la abstención.

«Hijos del Estatuto»

Con estos antecedentes el choque dialéctico estaba garantizado. Una vez más, a pesar de las buenas intenciones declaradas en la búsqueda de consensos y puntos de encuentro, se impuso la división. El presidente del PP, Antonio Basagoiti, explicó que la iniciativa presentada por su grupo perseguía «prestigiar lo que nos une».

A su juicio, aunque tenga «alguna imperfección, el Estatuto favorece la convivencia entre vascos». En este sentido, en contra de las tesis defendidas hasta ahora y como ayer adelantó este periódico, mostró su disposición a «mejorar lo que haya que mejorar» en un futuro. Un guante que no recogió ningún partido. En el turno de réplica, acusó al PNV de «querer cargarse los puntos de encuentro para ir hacia la independencia».

La intervención más sorprendente fue la del parlamentario y presidente del PSE, Jesús Eguiguren, por infrecuente y atípica. Así, mostró su disgusto con la división evidenciada en el debate sobre una iniciativa que pretende conmemorar la aprobación de una norma que definió como «el escudo de nuestras libertades». «Somos hijos del Estatuto y no celebrar su aprobación es como no celebrar el cumpleaños de los padres», afeó a los nacionalistas.

En su exposición, Eguiguren también reprochó al PNV haber tirado primero «por el camino de la soberanía» y haber alimentado después la «leyenda y el mito del incumplimiento estatutario», que tachó de «cuento chino». Admitió, sin embargo, que el de ayer no será «un día feliz» porque no todos los grupos apoyaron la iniciativa, al tiempo que mostró su deseo de «incorporar al pacto estatutario a quienes son independentistas y están en esta Cámara, y a los que son independentistas y no están en ella porque no pueden», en alusión implícita a Batasuna.

Desde las filas nacionalistas esgrimieron el «incumplimiento» del Estatuto, que calificaron de «fraude», para invalidar cualquier celebración. El portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, advirtió de que «las emociones no se pueden imponer» a una sociedad. En este punto, aprovechó para recordar que la mayoría parlamentaria aprobó en 2004 el denominado 'plan Ibarretxe'. En sintonía con el ideario que las últimas semanas ha retomado su partido, este texto, sostuvo, debe ser la base de un nuevo consenso político. «Ahí tienen una propuesta si quieren buscar el consenso estatutario», recalcó. Tras descalificar la alocución de Eguiguren por su «suficiencia y soberbia política», Egibar añadió que «si quieren hablar de fiestas, ahí está el Aberri Eguna (día de la patria vasca)».

El parlamentario de Aralar Mikel Basabe, por su parte, consideró que el establecimiento del 25 de octubre como fiesta de Euskadi es «artificial, porque somos más los que no queremos celebrar ese día que quienes sí lo quieren hacer». Asimismo, lamentó que en este asunto las posiciones sean «las de siempre», con «los unionistas por un lado y los independentistas por otro».