Trabajar menos horas y cobrar paro, primera medida de la reforma laboral

La opción de trabajar menos horas, cobrar de la empresa por el tiempo real de actividad y recibir una ayuda del Estado se abre camino. La iniciativa, conocida como 'contrato alemán', se adaptará al tejido productivo español y formará parte «lo antes posible» de la reforma laboral que se avecina. El debate comenzará en enero, cuando Gobierno, patronales y sindicatos reanuden el diálogo social. Así lo confirmó ayer en Roma el titular de Trabajo, Celestino Corbacho. El ministro desveló que había mantenido contactos con las partes implicadas y que la propuesta les parece «bien». Será «un instrumento más» para evitar despidos y conseguir que los ajustes de empleo se lleven a cabo vía reducción de jornada.

Dirigentes de la CEOE han manifestado su satisfacción por que el Ejecutivo asuma, en boca de su presidente, plantear cambios laborales, algo que matizó la secretaria general de Empleo. Según Maravillas Rojo, la predisposición de Rodríguez Zapatero no es ninguna novedad. La premisa planteada por el jefe del Ejecutivo radica en que las modificaciones deben abordarse dentro del diálogo social, es decir, por consenso de las organizaciones empresariales y sindicales. Rojo insistió en que «nunca ha habido líneas rojas» en las modificaciones a adoptar, en contra de lo afirmado desde las patronales. Aseguró que el Ministerio de Trabajo piensa desde hace tiempo llevar a cabo reformas laborales en diversos ámbitos sin recorte ni menoscabo de los derechos de los trabajadores.

Primera cita

La primera cita de los agentes sociales con el Gobierno está prevista para el 14 de diciembre, en la Conferencia de Presidentes de Comunidades Autónomas (CC AA) según la invitación cursada por el Ejecutivo. El objeto de la reunión es debatir el proyecto de ley de Economía Sostenible. Durante la Conferencia también se planteará una propuesta de creación de empleo y se informará a los responsables autonómicos sobre la presidencia española de la Unión Europea (UE) en el primer semestre de 2010.

La reforma de la formación laboral figura asimismo en el punto de arranque de la nueva etapa del diálogo social. Para Maravillas Rojo, es una suerte que los tres interlocutores estén de acuerdo en que «aprendamos y trabajemos de otra manera y con otros instrumentos». A su juicio, el reciclaje de los trabajadores, la cualificación de los parados y que las empresas sean más competitivas son elementos esenciales en el proclamado cambio del modelo productivo.

Las declaraciones de Rojo tuvieron lugar en la inauguración de un encuentro organizado por la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo, donde estuvo acompañada de representantes de CEOE, CEPYME, CC OO y UGT. En el seminario se abordaron los «retos» de una cualificación profesional «innovadora» que combine «calidad y competitividad». Rojo advirtió que informes europeos pronostican que los puestos de trabajo que requieran elevados conocimientos vanguardistas crecerán del 73% al 82%. En la actualidad 4,2 millones de ocupados reciben formación, a los que se unen 381.822 parados.