Los abogados de Millet y Montull afirman que devolverán todo el dinero defraudado al Palau

La defensa del ex presidente del Palau de la Música Fèlix Millet ha justificado que los hechos confesados por el propio Millet y el ex director administrativo Jordi Montull no se pueden considerar un delito de malversación de caudales públicos, ya que una vez el dinero ha sido entregado por los particulares y las administraciones públicas es del Palau. La Fiscalía apuntó ayer que además de falsedad documental y apropiación indebida, les podía acusar de malversación.

En sendas entrevistas en Catalunya Ràdio y RAC1, los abogados Pau Molins y Jordi Pina han explicado que Millet y Montull tienen intención de devolver todo el dinero defraudado al Palau, recordando que ya han ingresado en la cuenta judicial 3,6 millones de euros y han puesto a disposición del juez patrimonio valorado en 15 millones de euros.

Respecto a la polémica generada por el hecho de haber quedado en libertad sin fianza, los letrados recordaron que la Ley de Enjuiciamiento Criminal es clara en este punto y negaron que la decisión judicial se deba a la posición social y económica de los imputados. De hecho, consideraron que era una decisión esperada, incluso para las acusaciones, como la Fiscalía que en su querella de junio no pidió el encarcelamiento. No obstante, Pina mostró su comprensión por la indignación de la población.

Sin valoraciones sobre la decisión judicial

Sobre las derivaciones políticas del caso, ambos han adimitido que fue el juez Juli Solaz quien interrumpió la pregunta de una de las acusaciones particulares sobre los convenios de la Fundació Palau de la Música y la Fundació Trias Fargas, vinculada a CDC, ya que el interrogatorio iba sólo dirigido a lo recogido en la querella y la confesión de ambos.

En otra entrevista en RAC1, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, también se ha mostrado comprensivo con la posición mayoritaria de la población, que no entiende la libertad de Millet y Montull. No quiso valorar la decisión del juez, pero opinó que a la justicia le hace falta hacer una "gran pedagogía" para explicar decisiones complicadas. "Tiene que ser más transparente y comunicar mejor".