«Michael Jackson era un gran cliente»

Caballos, trinos, dragones, grullas, sirenas, ángeles orando, niños corriendo detrás de mariposas, ninfas y sus famosas flores componen parte del universo de Lladró. El Corte Inglés acoge una exposición con las piezas de alta porcelana más impresionantes de su colección.

-Figuras extrañas las de Lladró.

-Los hermanos Juan, José y Vicente fundaron la empresa en los años cincuenta haciendo figuras a mano. Mantienen el mismo proceso artesanal. Nada ha cambiado.

-Piezas muy pálidas y alargadas.

-Eso era antes. Los colores pálidos fueron nuestro sello en los sesenta y principios de los setenta. El clásico arlequín o 'Don Quijote' dieron fama a la marca en todo el mundo.

-Siguen pareciendo de otra época.

-No. Somos actuales. Hay figuras clásicas redecoradas con lustre plateado o dorado, pero hemos abierto nuevos caminos estéticos.

-Resulta difícil pillarles el punto a veces, con ese aire tan 'kitsch'.

-Representamos el lado bueno de la vida, como el amor, la infancia, la familia, la naturaleza, el reino animal, la fascinación por otras culturas... ¡Y anhelamos la perfección artística! Vea ese caballo de pura raza árabe. Es auténtico realismo.

-Recuerdan las figuras que adornaban las casas de nuestras abuelas.

-¡Nooo! Mire ese original ajedrez sobre una base de cristal. Es obra de Jaime Hayon. Hemos apostado por diseñadores de renombre para innovar. A la belleza hemos sumado un componente funcional que nunca tuvimos con espejos, lámparas, sujetavelas, abrecartas.... que nunca podría encontrar en casa de un abuelo.

-¿Dónde radica el éxito de Lladró?

-Valencia es tierra de diseñadores, con mucha base cerámica.

-La porcelana, ¿material noble pero difícil de dominar?

-En bronce, madera o resina se puede trabajar mucho más fácil. Pero la porcelana es... ¡muy compleja! Llegó de China hace tres siglos y ¿qué hizo Lladró? Elaborar una nueva técnica con la cocción.

-¿Qué tiene de particular?

-Al cocerse a 1.600 grados durante 24 horas en el horno, la porcelana se transforma en una especie de gel. Casi como el vidrio. Es muy fácil que se deshaga. Hay que dominar el proceso para elaborar piezas de gran tamaño. Lladró es la primera y casi única empresa capaz de diseñar obras de enormes dimensiones, como nuestro 'Gran dragón rojo'.

-Así cuestan lo que cuestan.

-Bueno, tienen un valor muy alto.

-Un dineral.

-El proceso artesanal tiene un coste. Elaboramos hasta los colores. Nada se hace en China. ¡Todo con manos españolas! Y hay piezas desde 35 euros.

-¿Hasta?

-La figura más cara es 'La reina del Nilo'. Vale 120.000 euros. Es un barco de 1,60 metros de longitud que representa el reino de Egipto. Es la pieza más grande hecha en porcelana. Tardamos cinco años en darle forma desde que la ideamos. Nuestras creaciones cuentan historias con un lenguaje único y los clientes siempre descubren algo nuevo en ellas.

-Clientes adinerados y famosos.

-Michael Douglas, muchos presidentes de Estados Unidos, emperadores de Japón, cada vez más millonarios rusos, el creador de la ovejita 'Dolly', Lauren Bacall... Michael Jackson visitó nuestra fábrica de incógnito.

-¿Cómo?

-En una gira que hizo por España puso como condición inexcusable conocernos. Nos contó que dijo a su equipo: 'Podéis llevarme a cualquier sitio, pero os obligo a dar una vuelta por la Ciudad de la Porcelana'.

-¿Compró algo?

-Sí. Tenía 400 figuras en su casa. Era uno de nuestros mejores clientes. Le gustaban las creaciones de fantasía y las muy clásicas. Un mes antes de morir...

-¿Sí?

-Llamó para encargarnos 'La reina del Nilo'. Técnicamente es muy especial.

-Y con un diseño nada moderno.

-El estilismo de entonces no tiene nada que ver en los acabados al de hoy. Las caras son mucho más afiladas y las piezas, de mate. Antes casi todo nuestra porcelana era en brillo. Luego, pasamos al gres.

-¿Corrían el riesgo de quedarse muy clásicos?

-Hay que evolucionar. No podíamos quedarnos en el éxito de los setenta. Por eso en los ochenta pasamos de la porcelana al gres. Hay que evolucionar sin renunciar a la base más clásica porque, evidentemente, hay amantes del Lladró más clásico.

-Viven de las exportaciones. El 85% de la producción se va fuera.

-Londres, Tokio, Los Ángeles, Moscú, Beverly Hills... Estamos orgullosos de nuestras raíces y de ser una de las cuatro empresas españolas más exportadoras.

-¿Se valoran más sus figuras en el extranjero que en casa?

-En España pasa lo contrario que en Italia o Francia. No tenemos el mismo apoyo político y social de las empresas de otros países. l.gomez@diario-elcorreo.com