Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
JOSU GARCÍA
Miércoles, 5 de agosto 2009, 14:19
El pabellón de La Casilla fue el escenario. Acudieron, según la Diputación, 187 comensales, entre ellos autoridades municipales, forales y del Gobierno vasco. Y el coste final de la cena ascendió a 36.000 euros. El ágape ofreció percebes, champán y «gambas de Huelva pescadas esa misma mañana», entre otros productos. La reunión se celebró con motivo del IV Congreso Vasco de Deporte, que fue financiado íntegramente por Bilbao Kirolak, la propia Diputación y el Ejecutivo autonómico, con el patrocinio de la BBK, y sirvió también, según afirman sus promotores, para «promocionar» la imagen de la capital vizcaína, ya que asistieron cargos públicos de Canadá, Finlandia, Escocia, Madrid o Cataluña.
El evento tuvo lugar en la noche del pasado 17 de junio, sólo tres días después de que Iñaki Azkuna suspendiera, por primera vez en la historia de los actos del Bilbao 700, el clásico lunch oficial del aniversario de la villa. Fue el primer paso en su anunciado propósito de apretarse el cinturón por la crisis en lo que a gastos de protocolo se refiere. La cita gastronómica fue organizada, según un portavoz oficial de la Diputación, por la sociedad municipal Bilbao Kirolak, que está en manos de Ezker Batua, socio del PNV en el gobierno local. Fuentes cercanas a la Alcaldía manifestaron ayer no tener conocimiento de los detalles de esta cena de gala. El regidor anunció la semana pasada la suspensión de cuatro comidas oficiales durante la Aste Nagusia por cuestiones económicas, pero también «éticas». «Lo hacemos por el dinero, aunque también por el qué dirán los ciudadanos, en los tiempos que corren», manifestó entonces Azkuna. También José Luis Bilbao empezó a aplicar recortes el pasado miércoles, con motivo de la recepción de San Ignacio.
El banquete de La Casilla deparó una factura final de 36.000 euros, el 18% del coste total del congreso, que se celebró durante tres días y reunió a un centenar de interesados y a 45 ponentes. Un buen número de ellos no se perdió la cita gastronómica, a la que también se invitó al consejo de administración de Bilbao Kirolak en pleno (once miembros), ex deportistas, responsables forales, de la BBK y del Gobierno vasco.
La cantidad desembolsada por las instituciones para el ágape incluyó «la comida, el servicio y todo el montaje», explicó ayer un portavoz foral. En total, 192,5 euros -32.000 de las antiguas pesetas- por cada uno de los 187 comensales que, asegura la Diputación, asistieron. Otras fuentes sitúan la afluencia de público en alrededor de 115, lo que elevaría el desembolso por cubierto hasta los 313 euros. «Es difícil encontrar algo más barato para tanta gente en Bilbao», aclaró el mismo portavoz, antes de agregar que el presupuesto estaba cerrado de antemano, con un límite de 36.000 euros, y que si el menú resultó «espectacular» fue gracias a que los distribuidores de muchos de los productos colaboraron «para promocionarse a sí mismos».
La misma fuente de la Diputación quiso además dejar claro que los congresistas abonaron entre 200 y 230 euros por asistir al evento de tres días y que en el paquete global «se incluía la cena de gala». No obstante, este diario consultó ayer al boletín oficial de inscripción y en ningún momento se menciona que el encuentro gastronómico entrara dentro del precio. Únicamente se señala que habría dos comidas en el Euskalduna y café.
Cocina 'in situ'
La cena de La Casilla se celebró en torno a siete mesas temáticas, en las que otros tantos cocineros preparaban los platos 'in situ'. El conocido chef bilbaíno Fernando Canales ofició de maestro de ceremonias y coordinó el ágape. EL CORREO ha tenido acceso al folleto en el que se daba cuenta de forma pormenorizada del menú. La zona dedicada al marisco estuvo presidida por los «sabrosos» percebes y las gambas de Huelva «pescadas esa misma mañana». En la mesa de la merluza se pudo degustar este pescado al estilo tradicional. Dos «expertos» cortadores surtieron de ibéricos de Huelva a los invitados en el rincón del jamón. La mesa más exótica fue la Teppanyaki, donde se cocinaron lomos de atún en «una plancha japonesa especial».
En el 'txoko' de la fritura destacaron las croquetas de chipirón y las rabas de callos de bacalao. La mesa más vanguardista fue la conocida como Esferificación, «una innovadora técnica culinaria para convertir cualquier crema en textura de yema de huevo». Una fuente de chocolate con una «elegante cascada fundida» puso la guinda a un ágape que estuvo regado por Möet Chandon Brut Imperial, Blanco Chardonnay Raimat, tinto reserva del 95 y txakolí Txomin Aranaz.
El coste global del IV Congreso Vasco de Deporte ascendió a 200.000 euros. La BBK aportó unos 15.000. «Lo habitual en estos casos», aseguró un portavoz de la entidad financiera. El resto corrió a cuenta, a partes iguales, del Gobierno vasco, la Diputación y Bilbao Kirolak, que, además, cedió el pabellón deportivo. Ningún responsable de esta sociedad municipal ha respondido a los requerimientos de este periódico para explicar la gestión de este evento.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Hallan muerta a la mujer que se cayó ebria estando con un bebé de 1 año a su cargo
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.