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F. GÓNGORA
Domingo, 8 de febrero 2009, 03:35
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El agosto vitoriano de 1959 fue especialmente frío. Temperaturas de apenas cinco grados hicieron tiritar a los canarios, que entonces eran junto a los catalanes la vanguardia de la natación española. Y los espectadores no sabían qué ropa ponerse. La temperatura del agua era ...
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