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SOLANGE VÁZQUEZ
Lunes, 2 de febrero 2009, 09:26
Un joven de La Arboleda de 20 años se debatía ayer entre la vida y la muerte después de haber sido cosido a puñaladas en las inmediaciones de Juan de Garay, escenario por excelencia de la marcha juvenil en Barakaldo. C.L.E. tuvo una discusión con su agresor, al parecer un extranjero que se dio a la fuga, y terminó recibiendo diez cuchilladas. El ataque tuvo lugar poco antes de las cuatro de la madrugada del domingo junto a un bar situado a la altura del número cinco de la calle Letxezar. Poco después, un comunicante anónimo avisó a los servicios de emergencias de que «un chico se estaba desangrando» y en cuestión de minutos llegaron al lugar de los hechos efectivos de la DYA, que lograron estabilizar al herido antes de trasladarlo en una UVI móvil al Hospital de Cruces.
Según fuentes sanitarias, C.L.E. ingresó en estado grave, ya que alguno de los navajazos le había alcanzado el pulmón y sufría un neumotórax. Al cierre de esta edición, la víctima permanecía en la Unidad de Reanimación. La Ertzaintza, que investiga el caso, aún no ha logrado detener a su atacante.
Para los vecinos de la zona, la dramática noche de ayer no se apartó demasiado de un guión al que están tristemente acostumbrados. Están «hartos del jaleo de todos los fines de semana» y también a ver peleas, patrullas policiales y dotaciones sanitarias junto a sus casas. Una pareja que reside junto al lugar de los hechos - «por favor, no pongas nuestros nombres»- oyó de madrugada «el ruido de las sirenas y gritos en la calle». Mala señal. «Nos despertaron los chillidos: '¡Que tiene un cuchillo, que tiene un cuchillo, que lo mata, cuidado!'». Todavía se estremecen al recordarlo. «Si es que no se puede estar así. Hace una semana también hubo navajazos por el mismo sitio. ¡La Policía no da abasto! Se necesitan más agentes, que Barakaldo es muy grande. Si hasta los chavales les desafían -desvelan-. Y, claro, hay mucho miedo. Los que tenemos hijos adolescentes que salen por aquí no dormimos tranquilos».
Más patrullas
Sin embargo, otras personas que viven justo encima del lugar de la agresión afirmaban no haberse enterado del incidente: «Hemos oído ruidos, pero como tantas veces, así que ya ni nos asomamos», comentaba una chica, también temerosa de identificarse. «Barakaldo está descontrolado de un tiempo a esta parte. Y eso que los dueños del bar que hay enfrente de donde ha ocurrido el incidente parecen querer hacer las cosas bien, que hasta tienen a veces personal de seguridad en la entrada. Pero, claro, lo que ocurre de puertas para fuera...», deslizaba un joven que reside a pocos metros del lugar donde C.L.E. fue apuñalado.
Los hosteleros de las inmediaciones son de la misma opinión. Están «hartos» y afirman que el entorno de Juan de Garay se ha convertido en 'territorio comanche'. «Y eso desde hace unos años, por mucho que digan los políticos que hay muchísima seguridad», subrayan. «De cuando en cuando se ponen un poco más duros y mandan más patrullas... ¡Y menuda diferencia, vaya si se nota! Nos sabemos por qué no lo hacen de continuo, si está claro que siempre se lía en los mismos sitios», clamaban ayer.
Por su parte, la concejal de Seguridad Ciudadana de Barakaldo, Olga Santamaría, manifestó que el Ayuntamiento «no va a tolerar esas conductas delictivas y para ello recurrirá a todo tipo de sanciones». «No podemos consentir que pasen este tipo de cosas en lugares donde la gente va a divertirse», insistió. Hace justamente un año que un joven colombiano fallecía tras pasar varias semanas en coma a causa de un fuerte golpe que recibió en el transcurso de una pelea frente una conocida discoteca de la calle Zaballa.
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