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POLÍTICA

El líder del EBB insiste en asumir atribuciones para «hacer Estado»

O. B.

Miércoles, 5 de noviembre 2008, 05:41

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Iñigo Urkullu aprovechó ayer para insistir en su propuesta de construir «más Estado vasco» a través de la asunción progresiva de competencias y áreas de gestión, de las que el Ejecutivo de Vitoria se pudiera hacer cargo sin necesidad de esperar futuras transferencias, y plasmarla en un «concierto político» basado en la bilateralidad Euskadi-España y en la actualización de los derechos históricos

La negativa acogida de su propuesta estrella -que prevé concretar en un documento oficial del PNV en un plazo aproximado de dos meses- por parte del PSE y del PP le sirvió para criticar el interés que, a su juicio, tienen ambos partidos por seguir «condicionando desde Madrid» el desarrollo del autogobierno vasco. Según Urkullu, las críticas de socialistas y populares a su iniciativa -que, denunció, «se han atrevido a caricaturizar»- obedecen a que los dos grandes partidos nacionales quieren mantener su posición de «jugadores de ventaja». El líder peneuvista se mostró convencido de que la traslación de la filosofía del Concierto económico al terreno político que él propone resulta un «incordio» para el PSE y el PP «porque ellos sueñan con una realidad que no existe, que es el Estado uninacional, único y uniforme».

Frente a esa visión, Urkullu defendió su propuesta como una oferta plenamente «democrática» que otorga la capacidad de decidir al pueblo vasco y «simboliza el acuerdo entre iguales en un Estado plurinacional». El líder peneuvista enfatizó el valor de su partido como un «generador permanente de ideas» que se adelanten a las necesidades ciudadanas -de ahí su propuesta de ofrecer servicios aunque la competencia correspondiente no haya sido traspasada- frente a la estrategia del PSOE y del PP. Según dijo, los dos grandes grupos promueven «en todo el Estado, pero sobre todo en Euskadi, partidos regionales 'títere'» que supeditarían su actividad a «un supuesto bien supremo y superior que se diseña y se define en Madrid, pero que, al final, ralentiza las posibilidades de desarrollo de los vascos». Urkullu cree que su iniciativa podría servir para resolver el «empate infinito» vasco frente al «no por el no» de socialistas y populares.

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