Baldeón y Knörr reciben la Medalla de Oro «por su amplísima cultura y su trabajo»

Un premio a la investigación, la pasión y la defensa del patrimonio cultural alavés. Vitoria entregó ayer la Medalla de Oro de la ciudad a la arqueóloga Amelia Baldeón y al lingüista Henrike Knörr, fallecido en abril y que recibió el galardón a título póstumo. La actual directora del Museo de Arqueología y la viuda del filólogo, Txari Santiago, recibieron emocionadas la distinción de manos del alcalde, Patxi Lazcoz. El regidor socialista ensalzó «la amplísima cultura y la capacidad de trabajo» de los galardonados, cuyo nombramiento ha contado con el acuerdo unánime de la Corporación.

El reconocimiento fue el colofón de la tradicional recepción del alcalde a las máximas autoridades de la provincia con motivo del día de la Virgen Blanca. Este año, como principal novedad, el equipo de gobierno decidió trasladar el acto desde el palacio Zulueta al nuevo centro de divulgación natural de Salburua, Ataria, recién concluido pero que aún carece de mobiliario, por lo que no abrirá sus puertas hasta primavera. El cambio permitió que más de 400 invitados accedieran a su interior en exclusiva, pero la solemnidad del acto se vio deslucida por el intenso calor -el complejo no tiene aire acondicionado- y por la incomprensible actitud de numerosos asistentes, incapaces de guardar silencio o de apagar el teléfono móvil mientras se entregaba la máxima distinción de la ciudad.

Expertos

El alcalde aprovechó la cercanía de uno de los humedales más importantes de Europa para centrar buena parte de su discurso en la sostenibilidad. Así pues, apostó por crear una ciudad «más compacta», por mejorar la calidad del aire y por reducir «en un 25%» las emisiones de gases de efecto invernadero de cara a 2020. También anunció que una decena de expertos asesorarán al Ayuntamiento en materia medioambiental.

Después, halagó a los dos galardonados en euskera y castellano. Definió a Henrike Knörr, fallecido en Vitoria con 61 años, como «el gran lingüista» y como un amante de la lengua vasca. El alcalde aseguró que el académico de Euskaltzaindia y fundador de la Sociedad Landázuri tenía «una amplísima cultura y una enorme inquietud intelectual, por lo que deja un gran vacío». Su viuda, Txari Santiago, recogió la Medalla de Oro emocionada al comprobar que Vitoria «ha decidido que Henrike también es buena gente».

Por último, Lazcoz elogió la «defensa encomiable del carácter didáctico y la capacidad de trabajo e ilusión» de Amelia Baldeón, la primera mujer que recibe una distinción que se entrega desde 1944. «Es uno de los días más importantes de mi vida», reconoció la arqueóloga.