«Sólo querían que moviera el culito»

Venció en 'OT', viajó a Miami para grabar con Emilio Stefan, vio cómo funciona la industria y decidió volverse a su casa. Ainhoa Cantalapiedra, la única concursante vasca de 'Operación Triunfo' y ganadora de la segunda edición, regresa con su tercer trabajo, 'Imperfecta'. Son once temas -y sus correspondientes videoclips- compuestos e interpretados por ella y están a disposición del público de manera gratuita por Internet. «Nos adelantamos a lo que va a venir. Yo me paso dos horas al día contestando e-mails de los fans que entran en www.ainhoa.info».

-Ainhoa regresa más rockera y al margen de la industria.

-He tenido tres años para plantearme cosas. Me fijé en que Radiohead distribuía algunas canciones por Internet y me he lanzado a la aventura. Es la forma de romper las distancias económicas y culturales.

-¿El disco es gratis?

-Está a disposición gratuita, que suena mejor. Ya que no podemos con el eMule, al menos luchemos en las mismas condiciones.

-Suena como si fuera usted una Quijote contra el sistema.

-Intentamos adelantarnos a lo que va a venir. Es un proyecto personal, en el que me dejo asesorar, pero en el que por fin puedo hacer lo que he querido. Me permite elegir a los músicos, al productor... la composición es mía, la preproducción también. He encontrado el estilo que quería.

-¿Otra Ainhoa?

-No soy tan diferente, es una evolución en la que todo sale de mí. Es la verdadera Ainhoa y no algo que recuerda a tal o cual.

-¿No podía hacerlo por los cauces habituales, a través de una compañía de discos?

-Es complicado que te dejen hacer las cosas como tú quieres y con quien tú quieres. Además, el tema económico no compensa por todas las cosas que tenía que hacer sin querer hacerlas. La gente me para por la calle y me pregunta si se me ha ido la olla, pero cuando les explico que estoy más cómoda y no me obligan a hacer cosas que no quiero hacer sí me entienden.

-Entonces, ¿es mejor no ganar 'OT'?

-No es ninguna maldición, pero tampoco es como lo pintan. Vas allí y te dejan participar en tanto que ellos quieren que participes. A mí me pusieron como una Mónica Naranjo, pero ésa no soy yo. Yo era una tía que componía canciones. Hay que tener muchos cojones, los pies en la tierra y buena gente alrededor para no perder la cabeza y saber lo que quieres hacer.

«Mi vida la manejo yo»

-Así que le dijo adiós a toda la maquinaria que hay detrás de 'OT'.

-Teníamos fines y deseos diferentes. Yo no pretendía ser una solista, sino una cantautora de estilo pop rock. 'Imperfecta' lo refleja mucho mejor. No quería ser una chica que mueve el culito y canta lo que le echen, que es lo que me pedían. Me siento mucho más artista ahora que puedo opinar. Es mi vida y la manejo yo.

-¿No es más fácil dejarse llevar? Y más rentable.

-No sé si es mas fácil, te lo dan hecho y no puedes opinar, pero si algo no me gusta prefiero hacerlo bien, aunque cueste más.

-¿Se arrepiente de haber ido a 'OT'?

-No. 'OT' ha sido una superpromoción. Aún hoy las puertas de los medios se me abren en un 85% por el morbo de ver qué ha sido de mí. El resto son medios 'anti OT' en los que no hay forma de entrar. Me puedo arrepentir de cosas de la vida, pero no de presentarme al programa. Me lo pusieron crudo, trabajé mucho y conseguí ganar.

-Lo comido por lo servido.

-No me siento bien pagada como ganadora. No me parece que haya recibido todo lo que el contrato decía que debía recibir.

-¿Cómo es el regreso a la realidad después de tres meses en la televisión?

-Los dos años siguientes a 'OT' fueron duros. Entré siendo una niña de un pueblo, que sabía lo que era subirse a un escenario pero que no conocía la vorágine de este mundillo a nivel profesional. Tuve que parar y estos tres años me han servido para darme cuenta de que hay cosas muy malas en este mundo.

-¿Qué ha aprendido?

-A saber elegir y, sobre todo, a entender que no por estar en 'OT' la fama está lograda y te conviertes en artista. Hay que seguir saltando obstáculos. Hay que ser humilde y saber lo que no quieres hacer y con quién no quieres estar.

-¿Es cara la fama?

-Me molesta esa expresión de 'el precio de la fama', porque la gente no sabe lo que te exige la fama.

-Pero ahorra trabajo, ¿no?

-Puede. Ahora la promoción me obliga a moverme mucho. Cada mes hacemos un videoclip y una sesión de fotos; dos horas al día las paso contestando e-mails de fans, porque quiero que sea una página muy dinámica. Estoy loca, lo admito, aunque dentro de dos años igual las discográficas sólo llevan tres artistas consagrados y los demás estamos en la Red y viviendo de hacer bolos. Yo vivo de mis conciertos. Por cierto, donde más me cuesta actuar es en Bilbao y en Galdakao.

-¿Qué le parece 'OT 6'?

-Se está convirtiendo en 'Gran Hermano', no tiene el mismo espíritu. Todo lo que dice Risto es verdad, aunque le fallan las formas. No es necesario hacer daño, porque desgraciadamente la mayoría se va a meter un batacazo terrible.