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El goleador Podolski es la gran esperanza alemana para seguir en la Eurocopa. / REUTERS
Austria, a romper la tradición
EUROCOPA 2008

Austria, a romper la tradición

Una victoria de los anfitriones dejaríaa Alemania fuera de la Eurocopa

JUANMA MALLO

Lunes, 16 de junio 2008, 09:56

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El césped del estadio Ernst Happel, un campo que rinde homenaje a uno de los héroes de la historia del fútbol austriaco, acogerá esta noche un partido en el que la afición local quiere ascender a los jugadores de la actual selección nacional a esa misma categoría, a la de héroes. Será un duelo con tintes históricos, no sólo por que el combinado centroeuropeo puede colarse en los cuartos de final de 'su' torneo con un triunfo. No. Hay otra razón, quizá de más peso para la hinchada, que concede una mayor dosis de épica a este encuentro: la hermana Alemania estará enfrente y quedará apeada del campeonato si cae en Viena.

Un duelo, por tanto, a vida o muerte, en el que no ha faltado uno de los ingredientes habituales; las descalificaciones entre dos rivales que mantienen una relación de amor-odio. El amor se mostró en el Mundial de España, de 1982, cuando ambos pactaron una victoria austriaca que clasificaba a los dos combinados y dejaba fuera a Argelia. Fue un tongo tan claro que el diario 'El Comercio' no dio cuenta del choque en la sección de Deportes, colocó la crónica en Sucesos.

Insultos, descalificaciones

Pero hoy no habrá armonía, ni hermandad, ni fraternidad. Y menos después de las acusaciones, insultos y descalificaciones que se han lanzado unos y otros en las horas previas al encuentro dirigido por el asturiano Mejuto González. Primero tiró el austriaco, nacido en Hamburgo, Martin Harnik. «Puedo imaginarme que los alemanes están cagados de miedo en los pantalones». Le siguió el diario 'Österreich'. Fue claro. «En las cercanías del lugar de donde se concentra Alemania huele a sudor de miedo y a pantalones cagados».

Y claro, en el país germano, los periódicos sensacionalistas han respondido con rabia a este ataque directo a la patria. El dominical 'Bild am Sonntag' ha ridiculizado con apodos a los rivales. No se libra nadie. Al seleccionador austriaco, Josef Hickersberger, le colocan el apelativo de 'Nickersberger' (Nickerchen significa 'siestecita). A Pogatetz le llama 'Knochenfetz' (quebrantahuesos) y se ríe de él porque «sólo sabe hacer faltas».

Con estos aditivos extradeportivos -los jugadores alemanes no se han quedado atrás y el central del Madrid Metzelder ha proclamado que son mejores que su rival-, este derbi rebosa emoción. Sobre todo en Austria, donde se vive un momento máximo de excitación gracias al tanto conseguido por Vastic en el descuento ante Polonia. Hoy habrá 50.000 aficionados entregados para llevar en volandas hacia cuartos al grupo austriaco, que disputa su primera gran competición en los últimos 18 años. Una victoria le cuela en la siguiente fase, a no ser que Polonia gane a Croacia por dos goles más que ellos a los teutones.

Pero estos no se lo podrán fácil. Nada. Se han conjurado para triunfar. Y Low podrá contar con el artillero Podolski, tocado en el tobillo. Aunque la derrota ante Croacia escoció y Ballack, el capitán, ha tenido que desmentir una 'bronca' en el vestuario. Pero eso quedará atrás para no vivir otra humillación: Alemania lleva dos Eurocopas sin supera la primera fase.

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