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TESTIMONIOS VIVOS. Montserrat Armengou ha recogido las vivencias de quienes fueron víctimas de la dictadura. /JULIO CALLEJA
Los niños robados del franquismo
GUIPÚZCOA

Los niños robados del franquismo

La periodista catalana Montserrat Armengou presentó en Eibar un documental sobre el destino de los hijos del bando republicano

RICARDO DÍEZ

Lunes, 26 de mayo 2008, 05:40

En cualquier conflicto armado, la población civil siempre sale perdiendo, y más aún quienes pertenecen al bando de los vencidos. Además, los más vulnerables, mujeres y niños, son los que se llevan la peor parte. El público eibarrés tuvo la ocasión de reflexionar sobre esta realidad con ocasión de la proyección del documental 'Los niños perdidos del franquismo', que tuvo lugar hace unos días en el salón de actos de Portalea. La periodista catalana Montserrat Armengou, autora de este trabajo, vino a Eibar a presentarlo y a animar el posterior debate, todo ello organizado por 1937 Intxorta Kultur Elkartea, una asociación presidida por el eibarrés Jesús Gutiérrez que tiene como objetivo recuperar la memoria histórica.

El documental aborda la represión que vivieron las mujeres y niños que fueron encarcelados tras la victoria de las tropas franquistas, y se apoya en numerosos testimonios orales de diferentes mujeres que narran todo tipo de vejaciones. En muchos de los casos, el 'delito' que se les imputaba era ser esposas o hermanas de los hombres que combatieron en el bando republicano, un hecho que para los franquistas era suficiente para llevarlas a prisión junto a sus hijos.

Pero el infortunio no quedaba ahí. La situación en las cárceles era penosa. Debido a los arrestos masivos, se vivía en una situación de hacinamiento en las celdas. Apenas daban de comer a las presas y las condiciones higiénicas eran lamentables. Por ello, muchos de los niños que entraron con sus madres a las cárceles murieron en ellas. A los que sobrevivían, no les esperaba un destino mejor. Eran separados de sus madres y dados en adopciones ilegales.

Uno de los casos más cercanos fue la cárcel de mujeres de Saturrarán. En el documental ofrece su testimonio una de las que fueron encarcelada allí, y narra las condiciones infrahumanas que vivieron.

Armengou siempre ha estado interesada en investigar la historia, y buscar en ella la noticia, la exclusiva, lo que aún no se ha contado. Por ello, cree en la necesidad de difundir un reportaje como éste. «Pienso que es noticia saber que el régimen franquista fue tan cruel robando niños», opina la periodista catalana. «El referente que habíamos puesto siempre en Argentina lo encontramos aquí mismo. Se trataba de niños que eran separados de sus madres por varias vías, bien al nacer o cuando cumplían tres años y tenían que salir de la cárcel por una ley idéntica a la que existe hoy en día. Luego eran dados en adopciones irregulares».

Durante la investigación periodística, Armengou descubrió que los menores que entraban en prisión no eran registrados. «Este hecho nos alarmó muchísimo, y nos llevó a seguir por ese camino hasta encontrar testimonios orales que lo corroborarán», explica. «Por supuesto, al no quedar registrados, podían hacer con ellos lo que quisieran».

La mayor dificultad para este trabajo fue encontrar a personas que contaran su 'calvario'. «Todavía existe el miedo a hablar, aunque ya hace más de 30 años que acabó la dictadura. Eso sí, las que dieron la cara para este documental, en general, agradecen que haya alguien que les escuche; que su relato interese hoy en día».

Otro problema añadido fue el de la documentación. «No hay grandes problemas para acceder a los archivos, el problema es el estado de los archivos. Muchos lugares donde ha habido documentación importante han sido destruidos, algunos de ellos deliberadamente. También hay una cantidad ingente de documentación que todavía no está clasificada ni ordenada, con efectos muy importantes no sólo para el investigador sino para cualquier persona», afirma Armengou.

Sanear el pasado

Para la periodista, el Estado español tiene como asignatura pendiente la memoria histórica. «Aquí, una simple tramitación de una Ley de Memoria Histórica parece que nos tiene que abocar a una Guerra Civil. Sin embargo, en otros países han sido capaces de llevar al banquillo a los criminales de ese periodo dictatorial, y no ha pasado nada. Ya que aquí no se ha hecho eso, al menos que haya esa justicia reparativa mediante la recuperación de la memoria histórica. Además, está probado por experiencia histórica que los países que no sanean bien su pasado son problemáticos», señala. «No entiendo qué problema puede haber en hablar tranquilamente del pasado. Además, teniendo en cuenta que ya han pasado muchos años. Otros países han resuelto este tipo de problemas mucho más rápido».

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