Un burro escultural

Pocos animales son tan prosaicos como el burro. Y, sin embargo, ha servido de inspiración al arte en numerosas ocasiones. Así sucede ahora en Balmaseda, donde el pollino de raza encartada se erige desde ayer en protagonista de la primera exposición de arte urbano de la villa, que se cerrará el 16 de octubre. La muestra está compuesta por 38 esculturas de fibra de vidrio que han servido de lienzo a varios artistas. «Catorce de ellos han sido pintados por estudiantes de Bellas Artes gracias a un convenio con la UPV, mientras que el resto son obra de artistas locales y de colegios e institutos cercanos», señaló durante la presentación de la exposición el alcalde, Joseba Zorrilla.

La inauguración de la muestra 'Expokalea 08', patrocinada por EL CORREO, atrajo a numerosos vecinos, quienes tuvieron la oportunidad de contemplar todas las obras reunidas frente a la iglesia de San Severino. «Son preciosos», aseguró Mónica Quintana, una vecina de la villa, orgullosa de que aquí «siempre se estén haciendo actividades de este tipo».

Y es que si la celebración del mercado medieval o la Pasión viviente son ya dos clásicos del municipio encartado, la intención del Ayuntamiento es que Expokalea tome el mismo camino. «Durante ocho años hemos trabajado en la regeneración urbanística del casco histórico, y ahora es el momento de disfrutarlo», celebró Zorrilla, para quien el espacio se ha convertido en un «museo al aire libre». Por eso, el Ayuntamiento quiere aprovechar esta experiencia para aprender de ella y llevar a cabo otra iniciativa, «totalmente diferente», en 2009.

Peligro de extinción

De momento, los protagonistas son los burros encartados, aunque entre ellos priman las diferencias, partiendo de sus autores. Algunos vienen de mundos tan dispares como el de la decoración o el cómic. Entre los primeros está Gonzalo Santamaría, que durante dos semanas se valió de un fino pincel para dibujar su obra en oro y añadirle a mano una partitura «con una canción de homenaje a Balmaseda». Y de las viñetas llegó Kike Martínez, a punto de publicar su última obra gráfica, 'El hombre que vino del cielo'. Su animal, tintado en azul, tenía un aire más onírico. «El mío es un burro que sueña que es una cebra, y sus líneas son como tatuajes que forman rostros de mujer», describió.

A la inauguración de la muestra también asistió el veterinario de la Diputación Mariano Gómez, responsable del estudio que hace más de diez años sirvió para determinar el estándar racial de esta especie, de la que hay más de 400 ejemplares. A él deben los artistas el modelo sobre el que han desarrollado sus obras.

acogerá hoy (10.00 h.) unas jornadas informativas sobre esta especie, en las que participarán el veterinario de la Diputación Mariano Gómez, el catedrático de la Universidad de Córdoba Mariano Herrera y ganaderos locales.