Málaga despide con rabia y dolor al guardia civil asesinado

La familia y los allegados del guardia civil Juan Manuel Piñuel Villalón despidieron en el Parque Cementerio de Málaga el cuerpo del agente en una ceremonia íntima que contó con la presencia de autoridades provinciales y regionales. La rabia y el dolor se reflejaron en el rostro de la viuda, María Victoria, visiblemente afectada durante toda la jornada.

El coche fúnebre, procedente del aeropuerto de Málaga, llegó al cementerio en torno a las 16.20 horas y se dirigió a la capilla entre un cortejo formado por más de 150 guardias civiles. Mientras sonaba el himno de España y con la bandera nacional cubriéndolo, los agentes portaron a hombros el féretro al grito de «viva España y viva la Guardia Civil», que corearon los presentes. La misa fue oficiada por el obispo de Málaga, Antonio Dorado Soto, y a su término un mando entregó en un emotivo ceremonial a la viuda la bandera y el tricornio de su marido.

Todos los representantes de las fuerzas políticas reafirmaron sus llamamientos a la unidad para combatir el terrorismo. El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, resaltó que los terroristas «no van a vencer nunca a la democracia». En la misma línea se pronunció el máximo líder del PP andaluz, Javier Arenas, quien reclamó también que «nunca más se hable con los terroristas» porque, «una vez más, las garras de los asesinos terroristas han destrozado una familia de una persona joven, natural de una tierra hermana como Melilla y que quería seguir construyendo su futuro en Málaga».