Cesan a dos funcionarios de Basauri que se oponen al reinicio de Arizgoiti

La alcaldesa de Basauri, Loly de Juan, cesó ayer al secretario y a la arquitecta municipal. La regidora justificó los despidos alegando «la deslealtad con el equipo de gobierno y la falta de profesionalidad» de los dos funcionarios. 'Deslealtad' que hunde sus raíces en el conflicto urbanístico de las viviendas de Arizgoiti.

Los desencuentros entre los dirigentes locales y el secretario vienen de lejos. El último se produjo el pasado 27 de septiembre, durante el pleno que aprobó el convenio que desbloqueó el conflicto de Arizgoiti. Entonces, el trabajador se opuso al acuerdo firmado entre el Ayuntamiento de Basauri y la promotora. El pasado jueves, dio un paso más y denunció a la alcaldesa ante el juzgado de lo penal al estimar que puede existir un presunto delito de prevaricación en la orden del reinicio de la construcción, que se hizo efectiva hace diez días.

La denuncia ha causado hondo malestar a la alcaldesa. «Su labor es emitir informes para ser tenidos en cuenta por Alcaldía, pero llevarme al penal por permitir la reanudación de las obras es extralimitación en sus funciones», manifestó la primera edil, quien anunció que el trabajador será recolocado en el puesto de Oficial Mayor. «La plaza que ha ocupado hasta ahora no era la que le correspondía», matizó la primera edil, en referencia a que este funcionario desempeña las labores en la Secretaría «de forma 'provisional', desde hace más de siete años».

Por su parte, la arquitecta fue apartada de sus funciones por negarse a realizar la modificación puntual del Plan General, el eje del acuerdo entre el Consistorio y la constructora y la medida que permite legalizar la promoción. La trabajadora se incorporó en este puesto después de que el anterior arquitecto fuese suspendido de empleo y sueldo, acusado por el PNV en la anterior legislatura de un delito contra la ordenación del territorio, precisamente por dar el visto bueno a la edificación de Arizgoiti, un bloque que los peneuvistas ordenaron paralizar en julio de 2005 alegando anomalías urbanísticas que posteriormente el juez estimó ciertas.

Casualmente, la funcionaria, que según el equipo de gobierno «fue contratada 'a dedo'», procede del mismo despacho que realizó el informe que advertía de estas irregularidades y que, a su vez, ahora ha dado el visto bueno al convenio.

Los ceses se producen, además, menos de una semana después de que el PNV recurriese ante el contencioso administrativo la orden de la alcaldesa de reiniciar la obras. Los nacionalistas creen que «la decisión puede ser constitutiva de un delito de prevaricación» ya que «hasta que no se modifique el PGOU -como contempla el convenio-, las viviendas siguen siendo irregulares». Por ello, solicitan al juez que paralice, cautelarmente, las obras.

«Inconcebible»

El cese de los dos funcionarios provocó ayer un torrente de reacciones. La portavoz de los jeltzales, Jasone Valle, manifestó su incredulidad porque «un funcionario no está para ser leal al que gobierna, sino al pueblo. ¿Qué pasa, que va a despedir a todos lo que no estén de acuerdo con sus decisiones?», inquirió Valle, que aseguró que «la arquitecta accedió a su puesto de trabajo tras pasar un proceso de selección y no 'a dedo'».

El principal partido en la oposición, no obstante, se quedó solo en su critica. Así, el PP, socio de gobierno de los socialistas, mostró su total acuerdo con la medida y acusó a ambos funcionarios de «exceso de celo».

Por su parte, EB-Aralar también expresó su acuerdo con la decisión de Loly de Juan. «El secretario permanece en el puesto de forma 'accidental' desde hace una década. Ya es hora de que los puestos se cubran por funcionarios de carrera», manifestó el portavoz del grupo, Arturo Muñoz. De la arquitecta dijo que es «inconcebible» su actitud de no querer firmar la modificación del PGOU.