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PRECAUCIÓN. El argentino entrenó ayer en solitario debido a una leve sobrecarga. / FERNANDO GÓMEZ
Pablito, en su sitio
ATHLETIC- ZARAGOZA

Pablito, en su sitio

De regreso a su puesto preferido en el Zaragoza, el de mediapunta, Aimar quiere bordarlo mañana en San Mamés, donde nunca ha realizado grandes actuaciones pese a ser uno de sus campos preferidos

J. AGIRIANO

Viernes, 14 de septiembre 2007, 10:34

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Pablito Aimar entrenó ayer en solitario. El jugador argentino arrastra desde el pasado viernes una inflamación en la inserción de uno de sus abductores y los médicos le han ordenado que se ejercite con suavidad -carrera continua, giros poco bruscos y conducción de balón- para poder alcanzar el objetivo, que no es otro que jugar mañana en San Mamés, uno de sus campos preferidos. «Lo normal es que mañana (por hoy) ya entrene con el resto del grupo, así que no creo que tenga problemas para jugar contra el Athletic. Es muy lindo jugar en Bilbao. El piso siempre está bien y hay un gran ambiente. A todos los futbolistas nos gusta jugar allí. Es uno de los estadios más lindos de España», aseguró en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza.

Al futbolista de Río Cuarto, sin embargo, no se le da muy bien 'La Catedral'. Desde luego, ha dejado en ella detalles de su clase, de su asombroso don natural para el fútbol. Pero en Bilbao nunca ha roto la baraja. De hecho, sus exhibiciones contra el equipo rojiblanco se han producido jugando como local, mayormente en Mestalla. Hace cinco años, por ejemplo, dio un recital de controles, desmarques, desbordes y goles. La defensa del Athletic quedó aquella noche como quedan los pobres romanos cuando les pasan por encima los irreductibles galos de la aldea de Asterix. Hecha trizas, vamos. Ello no impidió, sin embargo, que uno de sus conspicuos integrantes, Javi González, pidiera a Aimar la camiseta al final del partido. Son cosas que no se olvidan.

«La verdad es que no he hecho grandes partidos en San Mamés. Creo que sólo he ganado una vez, hace dos años, cuando el 'guaje' (Villa) marcó tres goles en diez minutos. Espero que la cosa cambie el sábado (mañana). De todas formas, los partidos en Bilbao siempre son lindos de jugar, son partidos de ida y vuelta, con muchas llegadas y muchos centros», recuerda Aimar, antes de reconocer que dos encuentros sin ganar -que son los que llevan tanto el Athletic como el Zaragoza- convierten a cualquiera en un resultadista visceral. «Está claro que prefiero ganar 0-1 que empatar a cuatro. Los dos equipos estamos necesitados. Todavía no hay razones para desesperarse, pero lo cierto es que siempre hay prisa por ganar el primer partido».

Todos los trucos

A las dificultades habituales que presenta San Mamés, el 'Cai' considera que esta temporada se ha añadido otra: la llegada al Athletic de Joaquín Caparrós. El argentino, que aunque no lo parezca está a punto de cumplir 28 años y lleva ya ocho temporadas en España, tiene mucho respeto al técnico de Utrera. «Es un entrenador que conoce muy bien a todos los futbolistas de la Liga y todos los trucos. Así que hay que esperar un partido muy complicado. Si siempre es difícil jugar en Bilbao porque los jugadores sienten mucho el aliento del público, este año lo será todavía más porque el Athletic se ha reforzado bien y tiene a Caparrós, que sabe conseguir resultados», dijo. Aún así, Aimar tiene una gran confianza en sus compañeros. Se siente muy bien rodeado. «No hemos empezado bien, pero no hay que impacientarse. El año pasado comenzamos muy bien y, en cambio, acabamos mal. Ojalá esta temporada suceda al reves. Lo que está claro es que hay calidad para revertir la situación. Hay una gran plantilla», sentenció.

Como estaba cantado, Pablito Aimar tuvo que volver a hablar ayer de un tema recurrente: el de su puesto preferido. La semana pasada lo bordó como mediapunta en el partido amistoso que su equipo disputó ante la Juventus y es casi seguro que Víctor Fernández le situará mañana como enlace con los dos delanteros en lugar de colocarle en la banda izquierda, por donde se fajó sin demasiado brillo la pasada temporada. «Todos tenemos un lugar en el que estamos mejor y el mío es ése, la media punta, de enlace con los dos delanteros. Pero entiendo que a veces es difícil que un equipo juegue con ese esquema, ya que te obliga a poner sólo un único medio centro. Mi obligación como profesional, en cualquier caso, es adaptarme al puesto que me indique el técnico», afirmó.

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