Koikili convence a Caparrós

Joaquín Caparrós lo anunció el viernes, en la víspera del encuentro contra la Fiorentina. «A lo mejor buscamos fuera lo que tenemos en casa». Y lo ratificó el sábado, después del partido contra los italianos. «En el fútbol hay una cosa clara, el verde no engaña a nadie. Este chico se ha ganado la confianza». Koikili Lertxundi del Campo puede ser el gran descubrimiento de la pretemporada del Athletic. Y, además, para cubrir un puesto que lleva dos años dando quebraderos de cabeza a los entrenadores rojiblancos. El lateral izquierdo quedó huérfano con la marcha de Asier del Horno y, desde entonces, nadie ha logrado tapar el hueco que dejó el de Gallarta.

Hasta el jueves, cuando en el Nou Estadi debutó un chaval de Otxandio que, procedente del Sestao, se ganó con su desparpajo repetir el sábado en la puesta de largo del equipo ante su afición. Qué mejor escenario para reivindicarse, debió de pensar Koikili, porque con su lección de entrega y competitividad ante todo un equipo italiano le permitió meterse en el bolsillo al público, y quizá a su entrenador, que ha descubierto en él a un jugador que no se arruga nunca. «Se está ganando su oportunidad», afirmó Caparrós en la sala de prensa tras el partido.

Lo cierto es que, frente a la Fiorentina, Koikili demostró la clase de lateral que es. Pese a tener ficha del filial, se trata de un jugador curtido en categorías inferiores que a sus 26 años ha pasado por clubes como el Aurrera Vitoria, Osasuna B, Beasain, Gernika y Sestao, donde su brillante pasada temporada le sirvió para que Kike Liñero le reclutara para el filial. Su casta, su fortaleza y su correcto trato del balón pueden haberle abierto las puertas de la primera plantilla, algo que no sorprende a quienes le conocen.

Es el caso de Pablo Turrillas, que tuvo a Koikili a sus órdenes en el Gernika en la temporada 2004-2005. El ahora entrenador del Elgoibar recuerda al de Otxandio como «un zurdo nato, bravo y con mucha casta. Es un jugador muy fuerte de piernas, tiene mucho recorrido, llega bien a la línea de fondo y pone bien el balón. Creo que con confianza irá a más en su rendimiento», afirmó el técnico.

Al que fuera su entrenador en el conjunto costero no le sorprende su presencia en el primer equipo. «Sí que me sorprendió que lo ficharan para el filial por su edad, no que juegue en la primera plantilla. Tiene condiciones. Está en el puesto que más problemas ha dado al Athletic y yo le veo apto para jugar. De Segunda B a Primera hay un cambio importante, pero yo creo que se puede adaptar».

Puesto sin dueño

Si los vaticinios de Turrillas se cumplen, el Athletic puede haber encontrado de la forma más inesperada el jugador con el que cubrir uno de los grandes problemas rojiblancos en los últimos años, el lateral izquierdo. Desde que se fue Asier del Horno, en 2005, el club bilbaíno ha sido incapaz de encontrar un sustituto de garantías, y los entrenadores que han pasado por el banquillo de San Mamés han probado con diferentes jugadores sin dar con la solución definitiva.

La presencia de Javi Casas, el único lateral zurdo de la primera plantilla, no terminó de solucionar las urgencias defensivas del Athletic. Javier Clemente probó con Amorebieta en esa posición, pero tampoco sirvió. El central demostró muchas veces no terminar de adaptarse a una posición que le dejaba en evidencia ante extremos veloces y habilidosos. Cambiar de banda a Unai Expósito ha sido otro de los experimentos aplicados en los últimos tiempos.

La profesionalidad del de Cruces sirvió para paliar la crisis defensiva en esa zona, pero estaba claro que, esta temporada, la banda izquierda era una de las prioridades a la hora de reforzar el equipo. Se habló del realista Garrido, ahora en el Manchester City, del juvenil del Alavés Morgado e incluso de la cesión por parte del Valencia de Asier del Horno. Quién sabe si la solución pasaba por un jugador que hasta junio estaba peleando en los duros campos de Segunda B con el Sestao.