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CON DUDAS. Giricek conduce el balón en un encuentro con su selección. / EL CORREO
El nudo de Giricek
TAU CERÁMICA

El nudo de Giricek

El aspiración baskonista de fichar al croata choca con la indefinición de los Utah Jazz respecto al destino del jugador, con el que tiene comprometido una campaña más de contrato

C. PÉREZ DE ARRILUCEA c.p.arrilucea@diario-elcorreo.com

Sábado, 18 de agosto 2007, 04:13

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El Baskonia apunta alto en su pretensión de incluir en la plantilla a Gordan Giricek la próxima temporada, un objetivo ambicioso que le expone a dificultades ante las que no queda otro remedio que aguardar acontecimientos. Para empezar, el año de contrato que le resta al jugador croata con los Utah Jazz se presenta como el mayor escollo.

Sin embargo, la franquicia estadounidense no acaba de ratificar que cuenta con el jugador para la próxima campaña. En realidad, su abanico de movimientos va desde la opción de contar con el jugador hasta la conclusión de su vínculo actual, negociar la ruptura del contrato mediante el pago de una compensación económica al balcánico o la posibilidad de incluirlo en un traspaso con otra franquicia. De momento, ni siquiera el director de operaciones de los Jazz, Kevin O'Connor, despeja la incógnita. «Nunca se puede estar seguro de nada. Si Wilt Chamberlain y Kareem Abdul-Jabbar fueron traspasados, cualquiera puede puede serlo», aseguró ayer en las páginas del 'Salt Lake Tribune'.

Las palabras del principal 'constructor' de la plantilla de los Jazz colocan a Gordan Giricek en una indefinición en la que el TAU busca un resquicio para atraer el jugador. Sin embargo, para el escolta balcánico semejante panorama de sombras no es nuevo. Durante su militancia en el equipo de Salt Lake City, los rumores respecto a su salida del equipo se han sucedido. De hecho, durante el inicio de su carrera en la NBA fue poco menos que carne de traspaso.

Prioridades

Al fin y al cabo, es un sino del que no se libran ni las superestrellas del mayor Olimpo baloncestístico, que a veces adquiere trazas de mercadeo indiscriminado. El jugador de Zagreb comenzó su primera temporada en la mejor liga del mundo con los Memphis Grizzlies de Gasol y la acabó en Orlando Magic. En el siguiente curso (2003-04), volvió a ser moneda de cambio hasta recalar en Utah. Y a pesar de haber encontrado la estabilidad al cumplir tres campañas consecutivas completas en los Jazz, su figura parece aún estar en solfa.

Pero, además, cuando hay dinero de por medio el nudo se complica aún más. Gordan Giricek no sólo cuenta con una cotización deportiva estimable en la NBA, sino también con un sueldo que llega a los cuatro millones de dólares para la próxima temporada. De ahí, que quienes llevan sus asuntos en Estados Unidos defiendan a capa y espada su continuidad al otro lado del Atlántico. El propio agente americano de Giricek, Mark Fleisher, se muestra tajante a la hora de cerrar la puerta al retorno inmediato del balcánico al Viejo Continente. «Queremos mirar qué opciones tiene el jugador de quedarse en la NBA, ya sea en Utah o en otra franquicia». Eso sí, el representante reconoce que «alrededor de diez equipo de Europa se han acercado para preguntar por la situación del jugador». Mientras, Fleisher remarca que, en caso de que el exterior croata decidiera dar por concluida su carrera en la NBA una vez expirado su contrato, el Baskonia sería un pretendiente apropiado. «La ACB es una gran competición y el TAU un gran club al que miraríamos en caso de que Giricek volviera a Europa».

Operación salida

Al Baskonia no le queda otra que armarse de paciencia en un laberinto en el que los Utah Jazz tienen el hilo. El mercado estival se encuentra en un momento en el que los jugadores de calidad comienzan a contarse con la mitad de los dedos de una mano y muchos clubes miran a los posibles descartes de la NBA para tratar de pescar alguna perla. Giricek podría ser una de ellas, pero sólo si los Jazz deciden prescindir de él y rescindir su contrato sin dar pie a un traspaso que rompería los anhelos baskonistas.

Al fin y al cabo, Giricek no es el único que se encuentra entre dos aguas. En una tesitura similar se halla otra pieza de valía, Vassilis Spanoulis. Tras una primera temporada desastrosa en la NBA con los Houston Rockets, el escolta griego fue traspasado este verano a los Spurs en la operación que permitió a Scola convertirse en compañero de Yao Ming. Aunque aún tiene una temporada más garantizada, Spanoulis quiere volver a Europa. De momento, San Antonio no le ha liberado pero el próximo agente del jugador, Miodrag Raznatovic, da por hecho que su futuro es retornar al Panathinaikos. En el millonario club griego cuentan las horas para estampar la rúbrica definitiva.

Hasta el momento, el club vitoriano ha cerrado la contratación de dos jugadores, Will McDonald y James Singleton, para la próxima temporada y se ha apropiado de una apuesta de futuro como Stanko Barac, que será cedido a otro equipo. En su día decidió no prorrogar el contrato de Fred House, cerró la venta de Luis Scola a los Houston Rockets y se encuentra a punto de culminar el traspaso de Erdogan al Efes Pilsen. El balance entre salidas y entradas aún no está equilibrado.

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