La importancia de sentarse bien al volante

Explican en la Dirección General de Tráfico (DGT) que para conducir relajado pero sin renunciar a la seguridad «cada conductor debe encontrar 'su' posición al volante». Altura del asiento, distancia a los pedales, profundidad del volante, retrovisores... Ahora bien, esa búsqueda de la postura ideal debe cumplir unos requisitos mínimos para que no solo se adapte a las medidas de nuestro cuerpo, sino también a las del propio vehículo. Por eso, cuando nos sentamos al volante de un coche que no es el nuestro notamos enseguida que algo no cuadra. «Y si es necesario rectificar algún reglaje (respaldo, reposacabezas...) debe hacerse siempre con el vehículo parado para evitar distracciones que pueden ser fatales».

Porque sentarse mal en el coche, además de incómodo, puede tener graves consecuencias para todos sus ocupantes en caso de colisión. Un estudio realizado por el RACE y el fabricante de neumáticos Goodyear demostró la importancia de mantener una posición correcta al volante después de que un número importante de conductores españoles confesasen en una encuesta que realizaban sus desplazamientos con el respaldo recostado, el cinturón de seguridad mal colocado –o directamente sin él–, portando objetos sueltos en el coche o con los pies del copiloto sobre el salpicadero.

Los resultados del estudio fueron demoledores. Simularon una colisión frontal de un vehículo que circulaba a 56 kilómetros por hora ocupado por un conductor con el cinturón de seguridad holgado y muy pegado al volante, el copiloto con el respaldo recostado y las piernas en el salpicadero, y el pasajero situado en el lado izquierdo de la parte trasera sin cinturón y con un bebé en brazos. Las consecuencias «fueron letales», desvelan los responsables del estudio. Casi todos los conductores tienen una postura preferida para sentarse al volante. Revísala, puede que no sea la correcta.