Armando pescaba con su caña desde las rocas cuando a lo lejos divisó lo que parecía una ostra. No lo dudó y se metió vestido en el agua hasta la cintura para comprobar si estaba viva o muerta. Y el esfuerzo valió la pena porque se encontró con un ejemplar de un kilo y cuarto y unos 25 centímetros de diámetro.La encontró en la Ría de Pontevedra, cerca de la playa de Lourido, y rápidamente se fue a mostrarles su captura a sus amigos en el bar Garota, de Campelo, en donde todos se quedaron boquiabiertos con la pieza. Calculan que puede llevar alrededor de cuarenta años en el mar, para haber alcanzado...