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TOMÁS ONDARRA
Tiempo de Historias

Jaime (Jack) el Destripador en 'El Noticiero Bilbaíno'

El diario vizcaíno siguió las noticias de los crímenes de Whitechapel, incluso cuando la creencia de que el asesino llegó a España causó el pánico

Julio Arrieta

Sábado, 21 de enero 2023, 23:49

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El tratamiento que hizo la prensa popular inglesa de los crímenes atribuidos a Jack el Destripador, sucedidos entre agosto y noviembre de 1888, desencadenó en Londres una alarma social de tales proporciones que alcanzó a otros países. También al nuestro.

Los periódicos vascos recogieron los hechos a partir de las muertes de Elizabeth Stride y Catharine Eddowes, asesinadas la noche del 30 de septiembre, cuyos cadáveres fueron encontrados en dos puntos bastante distantes entre sí del distrito de Whitechapel, lo que ponía en evidencia la impunidad con la que se movía el asesino y alimentó la inquietud social. Desde este momento abundaron las noticias en la prensa española sobre Jack. O Jaime, como también se le llamó en una adaptación que tuvo alguna variante, como Juan o, en Cataluña, Jaume el Destripador.

Bilbao, 1888

  • Rumores Curiosamente 'El Noticiero Bilbaíno' dedicó más espacio a Jack cuando dejó de asesinar y se convirtió en una especie de 'hombre del saco' que cuando lo hacía de verdad. El diario recogió puntualmente todos los rumores de sus supuestos crímenes en países tan diversos como Alemania, Estados Unidos o Italia.

Para 'El Noticiero Bilbaino' fue tanto Jack como Jaime, aunque casi siempre se refirieron a él como «el asesino de mujeres». A diferencia de sus colegas ingleses, el periódico de Bilbao evitó seguir el prejuicio por el que las víctimas fueron identificadas automáticamente como prostitutas. En 'El Noticiero' eran mujeres, sin más, y solo en alguna ocasión se recurrió al eufemismo de «mujer de vida airada» para dar a entender algún vínculo con la prostitución.

Las muertes de Stride y Eddowes se recogieron en un breve el 1 de octubre: «Se han cometido en Londres dos nuevos asesinatos de mujeres. Las víctimas tenían el vientre abierto y extraídos los intestinos. Reina grande agitación en aquella ciudad». Pocos días después, el 6 de octubre, el diario demostraba su interés por el caso al recoger otro suceso que la prensa británica asoció con el asesino de Whitechapel pero que hoy es considerado como no relacionado con él: «Los trabajadores ocupados en la demolición del Teatro de la Ópera, próximo al Palacio del Parlamento, en Londres, han descubierto otro cadáver mutilado de una mujer, al cual faltaba la cabeza, los brazos y las piernas».

Entre el cuarto y el quinto crimen de los atribuidos a Jack transcurrió más de un mes, pero en el ínterin el caso siguió proporcionando noticias. Así, el día 8, el diario bilbaíno contaba que en Londres «la opinion pública continúa muy agitada con motivo de los asesinatos de mujeres del barrio de Whitechapel. Sobre estos sucesos circulan los rumores más absurdos e inverosímiles». 'El Noticiero' detalló uno: «Según una version muy generalizada, el autor de tan espantosos crímenes es un malasio, quien habiendo sido robado por una mujer de vida airada, juró dar muerte a todas las mujeres de dicha clase que cayesen en sus manos».

Desde el infierno

El 26 de octubre 'El Noticiero Bilbaíno' publicó una de las cartas atribuidas a Jack y recibida por el comité de vigilancia de Whitechapel con un paquete con lo que parecía ser el trozo de un riñón humano. En su «cínica carta», como la calificaba el diario, el remitente aseguraba haberse comido el resto del órgano. El diario publicó el texto íntegro, pero omitió su célebre encabezamiento: «Desde el infierno».

El 11 de octubre, en el artículo más extenso que dedicaría al asunto, 'El Noticiero' contaba que ya se había detenido a varios sospechosos. Uno era «un doctor loco» que se había entregado «al comisario instructor mostrando una impavidez insensata». «Parece ser que ha declarado que se dedica al cumplimiento de una mision redentora, que consiste en disminuir la poblacion de la Tierra, esterilizando en las mujeres la capacidad de concebir», añadía. «Esto se enlaza con la extraccion de los úteros de las víctimas, que Jack someteria a estudios determinados».

El criminal asesinó a su última víctima, Mary Kelly, el 9 de noviembre de 1888. 'El Noticiero' lo contó así dos días después: «Se ha encontrado una mujer asesinada y con las entrañas mutiladas, con las mismas atroces circunstancias de los recientes asesinatos del barrio de Whitechapel. El cadáver ha sido encontrado en un cuarto de una casa del barrio Spitalfields, cerca de Whitechapel. El autor o autores de tan misteriosos crímenes continúan en el más impenetrable misterio».

Obviamente, el «autor» no anunció que iba a dejar de asesinar mujeres, por lo que la alarma se prolongó durante muchísimo tiempo durante el que cualquier muerte cruenta se relacionó con él. En Inglaterra o fuera de ella.

Porque a partir de enero de 1889 en España se desencadenó el pánico. Se corrió la voz de que el asesino había desembarcado en La Coruña. O en Málaga. O había cruzado la frontera por Cataluña. O se había establecido en Madrid. 'El Noticiero' reflejó esta fiebre. El 28 de enero el periódico bilbaíno contaba que «se notaba cierta alarma en el pueblo bajo de Madrid, por la creencia que éste tenia de que se encontraba aquí Jaime el Destripador. La alarma se hacía cada vez más creciente hasta que hoy, con motivo de haberse parado en la calle de Toledo un mandadero con un chico preguntándole cosas baladíes, las vendedoras de la plaza de la Cebada le tomaron por el Destripador y le persiguieron, queriendo matarle. Le llevaron los guardias a la prevención , hasta donde llegó la gente, queriendo asaltarla para matar al Destripador. Fue preciso despejar la calle con cargas de caballería. Acudió el gobernador y la Guardia Civil».

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