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Encuentran en Begoña restos de soldados liberales de la Primera Guerra Carlista
Tiempo de historias ·
El equipo científico de la Sociedad de Ciencias Aranzadi que excava el antiguo cementerio en colaboración con el Ayuntamiento de Bilbao ha identificado cuatro fosas comunes con restos de una treintena de individuos
Los muertos no hablan, pero tienen muchas historias que contar. También los que todavía quedan en el cementerio de Begoña, camposanto abierto en el siglo XIX y en desuso desde 2003. Aunque su origen está documentado, los mismos papeles que recogen su pasado reflejan que este es más complejo de lo que parecía: hay evidencia de enterramientos antes de que se abriera el propio cementerio. Por eso, en octubre pasado, cuando se puso en marcha el proyecto 'Begoñako Argia', desarrollado por el Ayuntamiento de Bilbao y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Asier Abaunza avanzó que su excavación y estudio arqueológico traería novedades. Hoy, el concejal de Obras y Planificación Urbana ha presentado junto a Anartz Ormaza, coordinador del proyecto, el hallazgo de cuatro fosas comunes de la primera guerra carlista (1833-1840), una de las cuales contiene los restos de varios soldados liberales.
El primer hallazgo se produjo la semana pasada, tal y como ha explicado Ormaza a pie de fosa. Fue en la zona conocida como 'Santa Teresa A', un sector del camposanto del que se estaban sacando esqueletos de entre 1935 y 1937. Pero bajo este primer nivel de enterramientos apareció otro anterior. Y lo hizo de forma llamativa. «Encontramos un primer individuo que aparecía en decúbito prono, esto es enterrado boca abajo». Su orientación también era diferente a la de los demás. «Era el primer individuo que salía en esta posición en la excavación en los meses que llevamos trabajando», durante los que se han extraído los restos de más de 1.500 personas.
Esto «ya nos hizo pensar que nos encontrábamos ante algo diferente». Este primer sujeto «apareció con unos botones» que dieron pie a «un primer acercamiento a la época en la que estábamos trabajando». Son botonaduras de uniforme del ejército liberal, con unas inscripciones identificables –en uno se lee Chinchilla, en otro Trujillo– «que nos permitieron ubicarlos a principios del siglo XIX». Ambos nombres se refieren a otros tantos batallones provinciales. Otro botón más lleva el número 17, indicativo de otra unidad de infantería La excavación siguió adelante «y aparecieron más individuos. Hasta el día de hoy hemos encontrado cuatro fosas comunes, independientes unas de otras, con 28 a 30 individuos en total». Dos son de 12 personas. «La primera, que es la que podemos ubicar cronológicamente es en donde han aparecido la mayoría de evidencias: las botonaduras y dos monedas de 8 maravedíes acuñadas en 1833».
Ormaza ha recordado que «el cementerio, como tal, se constituyó en 1862. Pero sabemos, por la documentación, que había enterramientos anteriores de liberales y de carlistas», lo que se entiende dada su ubicación. «Begoña fue un punto estratégico en las carlistadas» y fue protagonista en los sitios que sufrió Bilbao. «Sabemos que el Ayuntamiento de Bilbao, en momentos diferentes, pidió permiso para enterrar a soldados liberales en el cementerio de Begoña –entonces una anteiglesia independiente– al no tener ya más espacio en el convento de San Agustín», que se encontraba donde hoy se alza el Ayuntamiento.
Hay además evidencia documental de que los carlistas fusilaron a varios combatientes liberales en este entorno. «Sabemos que en 1834 el ejército carlista anuncia que se ha pasado por las armas a 6 soldados liberales. Pero además tenemos evidencias de archivo, del año 1836, que señalan la existencia de enterramientos de 168 soldados pertenecientes a batallones carlistas». Así que el contexto todavía «puede ser un poco más amplio de lo que hemos encontrado hasta este momento. Sabemos que estas cuatro primeras fosas están relacionadas con la Primera Guerra Carlista, pero la investigación sigue su curso tanto en archivo como en campo».
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Los restos serán sometidos al correspondiente estudio forense. Están muy deteriorados –algunos fueron afectados por enterramientos posteriores– y a simple vista no presentan impactos de bala ni nada semejante que indique cómo murieron estas personas. «En una de las cuatro fosas ha aparecido un material que puede ser un proyectil de plomo impactado», ha detallado Ormaza. «La investigación está en curso. Cuando acabe la exhumación los restos pasarán por laboratorio y esos análisis seguramente nos aportarán más información». ¿Los restos de la primera fosa podrían ser de los soldados fusilados a los que alude la documentación carlista? La idea es sugerente, pero Ormaza se muestra prudente: «Habrá que esperar a la información que nos aporte el estudio de los restos y ver cómo encaja con la documentación de archivo. Por ahora, apuntar algo así sería especular mucho».
