Campamentos tecnológicos: la alternativa para tus hijos este verano

Una frase que cada vez se escucha más en el ámbito educativo es que el 65% de los niños y adolescentes de hoy trabajarán en profesiones que no existen todavía. Es una afirmación que todo el mundo da por válida pese a que no está apoyada por ningún estudio, y lo cierto es que hay una serie de trabajos para los que empiezan a necesitarse trabajadores y cuesta encontrarlos: analistas de big data, diseñadores de interfaz de usuario, técnicos en impresión 3D, operadores de drones y robots. Otras profesiones aparecieron hace pocos años y han crecido mucho: diseñador de estrategias para las redes sociales, diseñador web, community manager...

Todas estas ocupaciones están relacionadas con la tecnología y la mayoría tienen relación con la informática; los conocimientos de programación parecen cada vez más recomendables para la preparación de los más jóvenes, de ahí que los campamentos tecnológicos se estén popularizando para los meses de verano, cuando los chicos tienen el tiempo suficiente para divertirse al tiempo que aprenden y, tal vez, deciden su futuro. Casi todos los responsables de campamentos de verano con los que este diario ha hablado afirman que han servido para despertar vocaciones relacionadas con las nuevas tecnologías. Jesús Ángel Bravo, director de Camp Tecnológico, explica que este será el undécimo año que su empresa organiza estas actividades veraniegas para niños y algunos de los que asistieron a la primera edición están ahora terminando la carrera. «En estos años en los que tienen que madurar mentalmente lo que quieren ser, los campamentos pueden ayudarles a decidirse», afirma.

Camp Tecnológico organiza este verano campamentos presenciales en Madrid, Barcelona, Pamplona y distintas localidades de Euskadi (Bilbao, Algorta, Durango, Vitoria y Donostia). También hay modalidad online además de otro en el Valle de Arán que combina actividades tecnológicas por la mañana con otras deportivas (como rafting y escalada) por la tarde. En suma encontramos distintos campamentos de robótica y programación, con niveles adaptados por grupo de edad para niños y adolescentes de 7 a 17 años hasta septiembre. Bravo afirma que a partir de los seis años los niños pueden empezar a desarrollar la lógica necesaria para programar con contenidos adaptados a su edad.

La programación pura y dura puede resultar algo áspera para los chavales que no tengan conocimientos previos, pero los videojuegos sí resultan un atractivo suficiente, de ahí que las empresas los incluyan entre su oferta. Algunos ejemplos son el motor gráfico Unity y el recién llegado 'Estudio de Videojuegos', un software de Nintendo para su consola Switch que enseña a programar de forma visual. Los nipones han firmado un acuerdo con varias empresas para que los participantes en los campamentos veraniegos tengan acceso a esta opción dentro de sus actividades. En el caso de Camp Tecnológico han decidido incluir Estudio de Videojuegos como píldoras de una hora diaria, «queremos convertir los juegos en un método de aprendizaje, que sean personas activas, no solo consumidoras de cosas que vienen hechas», dice Bravo.

El objetivo es que los chavales se diviertan mientras aprenden, y los métodos son muy variados, desde la programación visual de Scratch para los más pequeños hasta el uso de lenguajes profesionales como Python. En la última década también es habitual que se utilice 'Minecraft' en los campamentos para los más jóvenes. Bravo apunta que ha repuntado el interés por el juego pero ha bajado la edad de los chicos que quieren aprender sobre él, «antes lo hacían con 10-11 años y ahora con 7-8», afirma.

Por su parte, la iniciativa de Sony PlayStation Talents ha optado este año por aunar el fútbol y los videojuegos con Campus Experiencia Fundación Real Madrid, un campus para miles de niños y niñas de todo el mundo que se desarrolla hasta el 21 de septiembre en tres modalidades: interno (24 horas), externo (10 horas) y media jornada (4 horas). Este campamento es un proyecto de la Fundación del equipo deportivo madrileño para ofrecer a niños y niñas de entre 7 y 14 años entrenamientos de fútbol, actividades lúdicas y formación en valores en la Ciudad Real Madrid. El programa formativo incluye sesiones de matemáticas con 'Fortnite', geografía con 'FIFA 21', charlas de Life Coaching centradas en el correcto uso del videojuego y partidas con 'Treasure Rangers', un videojuego vasco que fomenta la inclusión de las personas con trastorno del espectro autista.

Campus Tecnológico EVAD, de Málaga, también incorpora este año Estudio de Videojuegos a sus campamentos presenciales de videojuegos, en los que los alumnos aprenden diseño, narrativa, programación con Scratch, ilustración digital con Krita y modelado 3D con MagialVoxel. Aunque también es muy importante la parte lúdica: «Entendemos que se trata de un periodo de vacaciones donde los niños/as vienen a disfrutar de su pasión, pero a la vez para aprender cómo se crean sus títulos favoritos», apunta Gerard Álvarez, director de marketing y comunicación de EVAD. Así, también se enseña a los niños a jugar al ajedrez y participan en torneos de 'Fortnite' o 'Rocket League'. Los campamentos de EVAD son para niños a partir de 8 o 9 años, «más pequeños es difícil que retengan conceptos más complejos como los de programación. Más que la edad, lo que influye es la motivación, las ganas de aprender y la pasión por los videojuegos», añade Álvarez.

Otros años el centro universitario ESNE ha ofertado campamentos presenciales para alumnos algo más mayores, de entre 14 y 17 años, que incluyen la impresión 3D y la robótica, pero en 2021 el ESNE Videogame Camp se centra en el desarrollo de videojuegos. Durante dos semanas los participantes en el campamento aprenderán con Estudio de Videojuegos conceptos como «interfaz de usuario» o «diseño de niveles» y el diseño y prototipado del juego que van a realizar y que luego desarrollarán en equipo utilizando software de uso profesional. El uso del juego de Nintendo se debe, afirma David Alonso, director del Grado en Videojuegos de este centro universitario de Madrid, a que es «una herramienta excelente para explicar conceptos complejos de programación como son los eventos, las operaciones lógicas, o las sentencias condicionales».

También son presenciales los campamentos de la Summer School del Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital U-tad -en Madrid- para alumnos de los últimos cursos de la ESO y de Bachillerato. Supone una de las ofertas más variadas en el uso de la tecnología en campamentos veraniegos: Diseño de Personajes Digitales, Animación 3D, Diseño Digital & Motion Graphics, Game Design con el motor gráfico profesional Unreal Engine y Hacking School entre otras áreas.

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