Así es 'Among Us', el videojuego que está arrasando en móviles durante la pandemia

Si algún jugador encuentra un cadáver o sospecha de alguien puede pulsar la alarma y convocar a concilio a los demás, intentándose dilucidar entonces quién es el traidor. Among Us no solo pide al jugador que sabotee la nave o liquide a otros personajes, también que mienta e intente engañar a los demás (el juego permite intercambiar mensajes por escrito, pero la mayoría de usuarios recurre a soluciones de chat por voz). Si se juega con desconocidos es más fácil fingir, pero el verdadero reto es convencer a quien te conoce bien, por eso las partidas más intensas y divertidas son las que se juegan con amigos. Todos votan y, si hay mayoría de coincidencias, se expulsa al traidor por la escotilla.

Carlos González Tardón, psicólogo experto en videojuegos y responsable de la asesoría People & Videogames, explica: «Nos resulta atractivo jugar a traicionar, porque estamos en un juego, en un espacio seguro en el cual las consecuencias son limitadas. Es muy atractivo jugar a ser el malo porque ampliamos nuestros roles y exploramos partes de nuestra personalidad que normalmente pueden estar sepultadas por la presión social».

En otros medios se han visto fórmulas similares en las que todo el mundo sospecha de todo el mundo, desde el juego de dados 'Mentiroso' al libro 'Diez negritos' (ahora renombrado como 'Y no quedó ninguno') de Agatha Christie, pasando por el juego de cartas 'Los Hombres Lobo' de Castronegro. El concepto también se ha abordado en videojuegos como 'Town of Salem', recuerda Daniel González, redactor de la web de videojuegos Vandal.

Twitch ha sido el motor que ha impulsado como un cohete a Among Us las últimas semanas, sobre todo debido a que lo retransmiten conocidos streamers: «Para mucha gente puede ser muy entretenido ver a sus creadores de contenido favoritos enfrentarse entre ellos con la tensión que hay en cada partida», sostiene González. «Ahora bien, el mérito sigue siendo del propio juego, porque resulta endiabladamente divertido echar unas partidas con amigos y picarse entre unos y otros para tratar de descubrir el impostor», concluye.

Borja Pavón -creador de contenido en Eurogamer y SyFy Spain- es uno de los streamers que ha popularizado Among Us y reconoce que prefiere jugar como el traidor: «Es mucho más emocionante y te permite poner en práctica distintas estrategias, aunque después tus amigos te odien. ¡Y a veces con razón!», afirma. Según Pavón, «es un juego pequeño muy bien diseñado y pensado que, debido a sus dinámicas y a la mecánica del enfrentamiento y acusaciones constantes, tiene una retención enorme tanto para los que lo juegan como para los que pueden estar viéndolo. Eso y su precio asequible ha hecho que corra como la pólvora entre los streamers y creadores de contenido. El juego es grande por las situaciones que genera entre los jugadores y por cómo permite que florezcan las personalidades de cada uno, y eso es lo que más me atrae. Te invita a ser un traidor, a acusar de forma infundada, a mentir a la cara a tus amigos, algo que en este contexto me parece muy divertido».

González coincide al considerar que la partida es mucho más interesante para el jugador que desempeña el papel de saboteador y asesino potencial: «Es el rol que da toda la diversión a las partidas. ¿Quién no quiere ser el malo de la película una vez en la vida? Asesinar a hurtadillas a los otros jugadores, crear coartadas, manipular y mentir con falsas pruebas... Cuando te sale el cartelito de impostor al comienzo de la partida (todo un acierto que sea una elección aleatoria), es de esas cosas que te hacen sonreír por dentro, porque sabes que te lo vas a pasar pipa intentando ganar», afirma.

Además de ser divertido, ser el traidor puede revelar características insospechadas de uno mismo o los amigos. Pavón da su toque personal de humor al reconocer: «Siempre me cuesta un poco mentir de forma descarada y actuar como un ser despreciable. Al principio me ponía nervioso (incluso cuando era inocente y tenía que defenderme) pero no puedo negar que produce cierto gustillo ver cómo tu mentira va colando. Tiene algo de placer culpable, también». A este respecto, Tardón señala que todos los juegos revelan alguna característica del jugador «pero en este tipo de juego se produce una pasarela entre tu personalidad offline y la online, que además sirve para enriquecer ambas. Es cuando se dice 'no me imaginaba que serías así jugando'. Es bastante normal ver cosas que no sabíamos de los otros».

Un ejemplo de esto último sería Pilar: cincuenta años, dos hijas adolescentes, tres gatos -y un cuarto en acogida provisional- y preparando unas oposiciones estatales. Es una buena persona pero cuando juega con amigas y le toca ejercer de traidor no duda en escabullirse por los conductos de ventilación de la nave para sabotear el reactor o esperar a que se confíe para acabar con su vida. Cuando alguien informa de que ha encontrado un cadáver, Pilar demuestra unas dotes para el engaño insospechadas, negando ser ella e intentando echar las culpas a otro.

Among Us, a diferencia de otros juegos, no distingue de edad, no importan tanto los reflejos ni la pericia como saber ser ladino, fingir y engañar. Con jugar un par de partidas cualquiera entiende las mécanicas del juego aunque sea un jugador muy ocasional. Sus característicos personajes también son reconocibles y hasta los ha aprovechado Podemos para tachar de 'impostor' a partidos rivales. Así las cosas, el estudio creador del juego (Innesloth) se ha visto sobrepasado por un éxito abrumador y se afana en resolver la saturación -cada vez menor- de los servidores. También ha decidido cancelar la secuela en marcha, implementado sus novedades en el software vigente.

A veces la diversión no viene tanto de que un jugador intente engañar a los demás como de situaciones externas a las mecánicas del juego, ya sea alguien que de repente no se acuerda de silenciar el micro y se oye un grito cuando le matan (se supone que quienes controlan a personajes muertos no hablan -porque ya saben quién es el traidor-); o quien, con los nervios, no recuerda de qué color era el asesino al que acaba de ver matar a un compañero. Pavón rememora esta anécdota: «No te voy a mentir: suelo ser muy despistado y un poco desastre, y por eso recuerdo con tanto cariño una de las primeras partidas en la que me tocó ser impostor y olvidé silenciar el micrófono cuando jugábamos. Mientras todos estaban en silencio, se me oyó decir '¿cómo se sabotea esto?' y lógicamente todos fueron corriendo a dar la voz de alarma para echarme de la nave sin dudarlo. Gajes del oficio».

Aparte de darnos la oportunidad de jugar a ser malvados sin hacer daño y liberar tensiones, Among Us se ha convertido en una versión virtual de tomar unas cañas con los amigos en estos tiempos de confinamiento. Según Tardón, el juego «está ayudando mucho a suavizar la situación y a mejorar las relaciones grupales, sobre todo porque ya no sólo se está usando como juego, sino como punto de encuentro (incluso para la celebración de cumpleaños). Es como la piscina de bolas pero para los mayores».