Borrar
Directo España decreta tres días de luto oficial por la muerte del papa Francisco
Ubisoft gana tiempo

Ubisoft gana tiempo

Opinión ·

Los galos perdieron la oportunidad de atajar su crisis reputacional en el último 'Forward'

Martes, 13 de junio 2023, 12:43

Ubisoft no está pasando su mejor momento. Es evidente que la multinacional gala sigue siendo uno de los actores más importantes de la industria del videojuego, pero ha perdido esa posición de predominancia que durante décadas se ha ido granjeando gracias al éxito de sus propuestas. No hay que olvidar que en su haber cuenta con algunas de las propiedades intelectuales más jugosas: Assassin's Creed, Prince of Persia, Rayman, Splinter Cell, Just Dance, Ghost Recon, Far Cry… multimillonarias licencias que llegaron a auparles como una de las empresas más vanguardistas, punteras y de gran valor en el sector.

Pero, las tornas han cambiado, cuestionables decisiones creativas, una infatigable iteración casi anual de alguna de sus sagas fetiche, la apuesta por el juego como servicio y problemas internos con desarrollos interminables y de pesadilla en algunos casos (Beyond Good & Evil 2 y Skull & Bones) han cambiado la posición de fuerza y privilegio de la que gozaba la corporación francesa. No querría olvidarme de los escándalos de abusos y conducta sexual inapropiada que han salpicado en los últimos años a la propia empresa y que se ha saldado con la salida de la misma de dos de sus principales figuras directivas: su ex director creativo Serge Hascoët y el exvicepresidente editorial Tommy François.

Por todo esto, el Ubisoft Forward del 12 de junio se me antojaba fundamental para Ubisoft. Su política de comunicación reciente ha dejado bastante que desear y necesitaban clavar un evento como un saltador olímpico, si no perfecto, que al menos salpicase lo justo. Después del evento, se me quedó un sabor de boca agridulce, una sensación tirando amarga.

El Ubisoft Forward tuvo momentos brillantes, el cierre del evento con Star Wars Outlaws fue impactante. Más allá de las suspicacias, ganadas a pulso, (no puedo evitar acordarme de aquel E3, que me pilló en Los Ángeles, donde nos vendieron un Watch Dogs que a la postre no resultó ser así; en una maniobra de marketing impresionante en las formas y chusca en el fondo) quiero creer que han aprendido de sus errores y lo visto será prácticamente fiel (sino al 100% muy cercano a este porcentaje) cuando podamos jugarlo todos en algún momento de 2024.

También hubo momentos notables, como el arranque de la conferencia con Avatar: Frontiers of Pandora, que aunque personalmente no me diga mucho, pone de manifiesto que si hay un estudio interno de Ubisoft en forma, ese es Massive. Podríamos considerar que Assassin's Creed Mirage fue otro momento notable, lo dejaremos en cuestión de gustos; en mi opinión, a falta de poder probarlo, la saga necesita un descanso bien largo. Una hibernación en busca de ideas realmente vanguardistas, porque si la revolución es volver atrás e incorporar algunos conceptos ya vistos en Splinter Cell: Blacklist, tal vez, lo que no tienen claro es la dirección que quieren tomar. No nos olvidemos que la saga alcanzó en su segunda entrega una cumbre tal que ayudó a definir el concepto de mundo abierto moderno. Ubisoft debería ser más cuidadoso con el legado de esta franquicia, entiendo que Mirage genere entusiasmo entre los seguidores más comprometidos con la serie, pero Assassin's Creed siempre ha sido iconoclasta e incluso valiente a la hora de romper sus convenciones. Es probable que las cifras de ventas les den la razón, ojalá, porque en Ubisoft están necesitados de un éxito sin paliativos.

Pero, realmente, hubo dos momentos que fueron un borrón. El primero responde más a un meme personal que a otra cosa, lo confieso: creo que hubiese sido el momento ideal para anunciar la cancelación de Skull & Bones. El título desarrollado por el estudio de Singapur parece un cadáver andante, sin capacidad de entusiasmar al jugador medio, con un desarrollo infernal repleto de retrasos (6 en concreto), pruebas con jugadores beta que hablan de un juego en un estado terrible… en el horizonte solo hay marejada y cuesta creer que la obra sea capaz, no ya de recuperar la inversión, eso se da por descontado seguro en la sede central de París, sino de llegar al mercado con unos estándares de calidad mínimos. Una lástima, hubiese sido más osado dar carpetazo, ciertamente.

El segundo borrón fue la salida al escenario de Yves Guillemot, fundador y consejero delegado de Ubisoft. El ejecutivo bretón, siempre locuaz, a veces dicharachero incluso, es consciente de que se encuentran inmersos en una crisis reputacional importante, con sindicatos promoviendo huelgas y paros entre sus trabajadores y algunas declaraciones del propio Guillemot, cuanto menos desafortunadas. La de ayer era una oportunidad perfecta para lanzar, no solo el clásico e institucionalizado mensaje de celebración y de agradecimiento a sus estudios y a los jugadores, sino de autocrítica y de explicación, ni que sea de forma muy soslayada, de que las cosas están cambiando en la multinacional y de que hay un horizonte claro al que llegar, para convertir a su compañía en un entorno seguro y respetuoso. No ocurrió, lamentablemente.

Ubisoft no está en su mejor momento y parece que lo único que puede ganar, en estos momentos, es tiempo.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Ubisoft gana tiempo