Bustinzuri brilla en el minimalismo
xXVI concurso de sociedades gastronómicas ·
Veteranos ya en estos lides, visten el bacalao con un rabioli y los ingredientes de la porrusalda. «Es el menú ganador», prometenEn las tripas de Bustinzuri–Gaztedi aún resuenan los ecos de esos épicos duelos sobre el legendario campo de Gamarra. Y de aquellos polvos, estos lodos. Porque estos del delantal con el escudo zurcido prometen pelear hasta el último punto. Mantienen intacto ese hambre de victoria. También en la cocina, aunque pringándose de otra manera. Poco tiene que ver la estampa de ese vestuario donde los jugadores llegan embarrados hasta las orejas. En las entrañas de este txoko lo tiene todo impoluto. Incluso se afanan en quitar hasta la mínima mancha que pueda afear los platos minimalistas que presentaron al concurso de ELCORREO, patrocinado por la Diputación alavesa.
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Cuidan todo lujo de detalles porque quieren poner el mejor broche a su veinte aniversario como sociedad. Y porque la espera ha sido demasiado larga como para echar ahora todo a perder. Han sido los encargados de cerrar esta vigesimosexta edición. Y si bien eso ha podido avivar los nervios, también ha servido para perfeccionar aún más sus platos y echar un vistazo a las propuestas de otros txokos por si brotaba alguna idea. Pero comentan que todo ello les ha servido para reafirmarse aún más en su menú, donde acompañaron las alubias arrocina de Garlán con una sopa de pescado y trozos de rape y para el bacalao de Giraldo apostaron por hacer unos raviolis de ese pescado, junto a una porrusalda, tanto en caldo como con sus ingredientes sólidos.
Al igual que confían en eso de que 'los últimos serán los primeros' –«¡tenemos el menú ganador!», prometen–, lo primero en desfilar por la cocina fue el segundo plato. «Buscamos mucho por Internet , queríamos darle un aire diferente al plato de bacalao. Y probamos en acompañarlo con una sopa de ajo, pero se comía el sabor del pescado, así que apostamos por la porrusalda. Y como detalle, lo adornamos con sus propios ingredientes», describen Roberto Cruz, Tomás Rojo y Mikel Urteaga, los delanteros de este equipo. «Solo un tomillo, no más», aconseja Cruz. También una reducida zanahoria y una patata de Udapa. El minimalismo se vistió de corto.
«Las sociedades gastronómicas reflejan la cocina popular, pero evolucionada. Y hacen gala del respeto por el producto local», alabó Eduardo Aguinaco, diputado de Agricultura. Para muestra el plato de alubias, algo tan 'babazorro', que mimaron con cariño. «Hicimos dos pruebas y esta era la que mejor respetaba los sabores», confesaron estos veteranos, quienes confirman eso de que la experiencia es un grado. «Antes nos comíamos mucho la cabeza, pero ahora nos confiamos en nuestra intuición hasta el final».
La guinda, como no podía ser menos en la casa del rugby, fue ese tan ambientado 'tercer tiempo'. Y esa apuesta culinaria por la que se inclinaron en esta edición se reflejó también en las tapas que degustaron entre brindis con el vino Zintzo.
«Las alubias estaban muy bien equilibradas en cuanto a los sabores, muy muy rico. El toque era muy profesional», destacaba el jurado Sabin Unamuno, Maite González, Álex Fernández y Aitor Basterra sobre la última parada del concurso culinario que cuenta con la colaboración de Makro,, Cafés Gometero y Markel. Ahora solo falta que el tribunal de expertos emplate el veredicto.