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Martes, 24 de noviembre 2020, 23:08
Estrangulada por su pareja, Rubén Darío, de 27 años en la vivienda que compartían. El feminicida posteriormente asfixió a la hija de ambos, Ciara, de tres años. El doble crimen fue cometido el Día de Reyes. Víctima, de 28 años, y asesino eran de nacionalidad española. La joven trabajaba como coordinadora de vuelos de una compañía aérea. Estaba en proceso de separación y buscaba piso para mudarse con la pequeña. No había denuncias previas.
El 12 de enero se halló su cadáver. Olga Savenchuk, 61 años, fue asesinada por su pareja, Antonio Sánchez Gallego (53 años) en el domicilio de él. Le disparó cuatro veces antes de suicidarse con la misma arma. Olga era originaria de Ucrania, había estudiado ingeniería eléctrica en su país pero no consiguió convalidar el título en España y trabajaba como cuidadora de una persona mayor. Su asesino, de nacionalidad española, era bombero. La pareja se había conocido en el programa de televisión 'En compañía' y convivía desde hacía poco tiempo. No existían denuncias previas.
29 años, auxiliar de enfermería, fue asesinada a tiros por su expareja, Carlos Portero, de 42 años, mosso d’esquadra en activo que utilizó su arma reglamentaria para cometer el crimen y, posteriormente, suicidarse. Fue perpetrado dentro del garaje del edificio donde vivía la madre de Judith. Ambos eran de nacionalidad española. Aunque no existían denuncias previas de malos tratos, la familia de la víctima aseguró que el hombre la acosaba para que retomaran la relación. No había denuncias previas.
43 años. Asesinada a puñaladas por su expareja, Daniel Mateescu, de 50 años, frente a los dos hijos, Luisa Camelia (13 años) y Eduardo (11 años) el primer día de su nuevo trabajo como empaquetadora de ropa. Ambos, víctima y victimario, habían emigrado a España de Rumanía hacía casi dos décadas. Se habían divorciado pero seguían compartiendo la vivienda familiar. La hija alertó a una vecina para que llamara a los servicios de emergencia justo antes de que lo hiciera su padre, quien se entregó y confesó el asesinato. No existían denuncias previas.
73 año. Asesinada a puñaladas por su marido, Manuel Cano, de 77 años, en la cocina de la casa en la que pasaban temporadas del año desde que se habían jubilado. 'Mary' había emigrado a España de Guinea Ecuatorial con su hijo 20 años atrás. Su marido es de nacionalidad española. Después de cometer el asesinato, se dirigió al hospital y confesó el crimen. No existían denuncias previas.
Asesinada a cuchilladas en la cocina del domicilio que compartía con su marido, Hortensio Ónega Murado, de 81 años, que se suicidó arrojándose por la ventana de la casa tras el crimen. Lo descubrió la nieta de ambos. Por decisión de la familia, se la veló y enterró en la localidad junto a su asesino. Ambos eran de nacionalidad española. En la foto, con su marido.
Tenía 40 años cuando fue asfixiada por su pareja, Andrés Ángel S.M., de 45. Ambos eran de nacionalidad española. Él tenía antecedentes por violencia machista a otra mujer. Fue detenido en el aeropuerto del Prat cuando intentaba huir del país tras el crimen. Una menor de 15 años se quedó huérfana.
Asesinada en su domicilio particular por su expareja, José Manuel Sánchez Merino, de 41 años. Él la golpeó y después le asestó 20 puñaladas. Fue detenido en el piso donde vivía, 48 horas después del crimen. Lorena, de 41 años, trabajaba como limpiadora en una empresa local y su asesino, exlegionario, como camarero en una sidrería de la ciudad. Se habían separado recientemente. Ambos eran de nacionalidad española. El hombre tenía tres denuncias previas por malos tratos, de su exmujer y de otras dos mujeres más.
49 años. Asesinada por su novio, Francisco José B.F., de 47 años. La mujer fue hallada muerta en el baño de su casa con tres heridas punzantes en el cuello. Ella era de nacionalidad española y él también lo es. El arma feminicida –un cuchillo- fue encontrado por un vecino un día después en las inmediaciones del lugar del crimen. La víctima no trabajaba porque sufría una discapacidad como su pareja, con quien tenía una relación desde hacía seis meses. Clara tenía dos hijos, uno de 28 años y otra de 14. Su madre encontró su cuerpo cuando se presentó en su casa para llevarle comida.
Asesinada en su casa por su expareja, un legionario de 24 años, con un arma blanca. Ana, de 38 años, era granadina, profesora de Educación Infantil en un colegio, donde también ocupaba el cargo de coordinadora de Igualdad. Su asesino era también granadino, destinado a la base militar almeriense de Viator. Huyó de la escena del crimen pero se entregó 45 minutos después en un cuartel de la Guardia Civil. La víctima estaba divorciada y dejó huérfana de madre a una hija de 10 años, de una relación anterior.
La mujer, de 34 años y de origen rumano, fue hallada muerta dentro de un contenedor con signos de violencia. La encontraron unos operarios de limpieza. Más tarde se confirmó que fue degollada por su pareja, Arthur K., un holandés de 59 años al que había denunciado por malos tratos. Arthur tuvo que acatar durante casi medio año una orden de alejamiento. Sin embargo, Alina se negó a declarar contra su pareja en el juicio, por lo que la orden quedó sin efecto. El asesino fue detenido al día siguiente del crimen. El hijo de Alina, de 14 años, se ha quedado este año sin su madre.
Asesinada a tiros con una escopeta por su marido, Eugenio Luque, un hombre de 51 años que se suicidó tras el crimen. No constan denuncias previas por violencia de género en la pareja, que dejó huérfanos a tres hijos, dos de ellos menores de edad (de 4 y 15 años). Maria del Mar tenía 43 años. Luque era un minero y cazador al que se le habían retirado varias armas autorizadas. No había denuncias previas ni contaba con antecedentes.
6 años. Asesinada por su marido, que se autolesionó en el abdomen y en el cuello tras el crimen, sin llegar a quitarse la vida. El hombre apuñaló a su mujer en el pecho y ella tuvo fuerzas para llamar a la puerta de su vecina y decirle que estaba herida y que apagara la llave del gas en su vivienda. La vecina llamó a Emergencias. Para cuando llegaron la Policía Nacional y el Summa-112, Manuela estaba en el rellano de la escalera y había entrado en parada cardiorrespiratoria. Murió en la ambulancia. No constaban denuncias previas. Tampoco hay foto de ella. En la imagen, la concentración que se organizó en su recuerdo en Mazaricos, La Coruña, su localidad natal.
Asesinada por su marido de 69 años el día que iba a recoger sus pertenencias y abandonar definitivamente la vivienda familiar. La pareja, ambos de nacionalidad española, se había separado desde hacía años pero seguía conviviendo. La víctima, de 67 años, era ama de casa y el asesino, agricultor. El hombre apuñaló a la mujer y luego intentó quitarse la vida con un arma de fuego. Fue trasladado al Hospital Reina Sofía de Córdoba en estado grave.
Asesinada por su novio, Juan Salvador, de un disparo en la cabeza. Él alegó que se trató de un disparo accidental cuando manipulaba una pistola. La víctima fue trasladada al Hospital La Fe en estado crítico y allí falleció dos días después, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Mónica, de 37 años, había intentado romper la relación con su feminicida en varias ocasiones. Personas del entorno de la pareja -que llevaba dos años de relación- fueron testigos de agresiones por parte de Juan Salvador, al que calificaron de "psicópata" y "controlador". La mujer tenía dos hijos fruto de una relación anterior. La causa está abierta. No constaban denuncias por malos tratos, pero los investigadores tratan de averiguar si la mujer sufrió un aborto a causa de una paliza que presuntamente le habría propinado el detenido. Salvador tiene antecedentes por tráfico de drogas.
Miren Uranga, 56 años, y su hija Paula Méndez, de 24. Degolladas por su marido y padre respectivamente, Faustino Méndez Sanbonis, de 60 años, en el domicilio familiar. El hombre usó un arma blanca para acabar con la vida de su mujer y su hija, antes de confesar su crimen al camarero de en un bar de Santurtzi, donde dejó las llaves de la vivienda. Fue detenido horas después tras atrincherarse e intentar suicidarse en un trastero de Portugalete. Paula estudiaba Derecho y Administración de Empresas. No constaban denuncias.
Fue el primer caso de violencia machista durante el primer estado de alarma. Karina Andrés, de 35 años, fue asesinada por su pareja, José F. F., delante de sus dos hijos menores de edad en su domicilio, situado en Castellón. El hombre, de la misma edad, se entregó después a la Guardia Civil de Almassora y confesó que había matado la noche anterior a su pareja. No había denuncias previas por violencia de género. En la imagen, la vivienda de la pareja. Estaba vigente el primer estado de alarma y no se hizo ninguna concentración para condenar el crimen.
La mujer tenía 78 años y convivía con su marido, José Marcial P.A. 'Pepe', durante las medidas de confinamiento por la pandemia del coronavirus en su vivienda de la capital de grancanaria ubicada en el barrio de La Isleta. Él la asfixió alrededor de las tres de la mañana. El propio agresor, que luego fue detenido, llamó a la Policía Nacional. Según la investigación, José Marcial P. A. y Encarnación Guiral estuvieron casados desde 1987 hasta 2015, pero a pesar del divorcio, él siguió asumiendo el papel de cuidador de la víctima en la vivienda que compartieron cuando estaban juntos, a excepción de dos periodos en los que fue ingresada en una residencia. Encarnación, de 77 años estaba afectada por un deterioro cognitivo moderado-severo y le habían diagnosticado una demencia mixta orgánica por consumo de alcohol y deterioro cortical del tipo Alzheimer, que le impedía tomar decisiones por sí sola. La víctima había presentado dos denuncias por violencia de género, la última en 2019, pero no quiso continuar con el procedimiento judicial, por lo que el Juzgado de Violencia sobre la Mujer no acordó ninguna medida de protección. No hay foto de ella. En la imagen, la puerta de su domiciilo. Estaba vigente el estado de alarma y no se hizo ninguna concentración en la calle para condenar el asesinato.
Asesinada por su marido, de nacionalidad española y 72 años, que se suicidó tras el crimen. La mujer, de 65 años y de origen belga, convivía con su agresor en la vivienda donde éste la apuñaló antes de ahorcarse. Al parecer, hacía dos años que estaban en proceso de separación y su relación era muy mala. Tras el crimen, y antes de suicidarse, el autor mandó un correo electrónico a su hija (de una relación anterior), asegurándole que el piso por el que había una disputa sería finalmente suyo.
Tenía 38 años (51 años según algunos medios) cuando fue asesinada a puñaladas por su pareja, un hombre de nacionalidad española de 51 años, en el piso que compartían en Esplugues de Llobregat, tras una fuerte pelea que escucharon los vecinos. Algunos testigos vieron al hombre salir corriendo del lugar. A la llegada de los sanitarios, la mujer ya había fallecido. No constan denuncias previas por violencia de género, pero en mayo de 2019 se abrió un proceso contra el agresor, tras el ingreso hospitalario de la víctima, que no quiso denunciar. El proceso se archivó en noviembre de 2019. En la foto, la concentración que se hizo en la localidad para condenar el crimen.
Asesinada a los 46 años por su marido, Francisco Javier A., de 52 años, que acabó con la vida de su pareja y de los dos hijos menores de edad de ambos, de 12 y 17 años. Al parecer, el hombre apuñaló a su mujer y sus hijos antes de arrojarse al vacío por el balcón de la vivienda donde tuvo lugar el triple crimen. Al acceder al domicilio donde esta familia vivía de alquiler, los agentes hallaron malherido en el rellano al mayor de los hijos. Había intentado huir tras ser apuñalado, pero falleció poco después de ser trasladado al hospital San Juan de la Cruz. No existían denuncias previas por violencia de género.
Asesinada a golpes en un polígono industrial a manos de su pareja, que llamó a emergencias alegando que se había atragantado con una espina. A la llegada de los sanitarios, la mujer, de origen rumano como su asesino, presentaba un traumatismo craneoencefálico, sangraba por un oído y tenía dificultades para respirar. Finalmente, falleció en el hospital a causa de las heridas. No constan denuncias previas por violencia de género.
Asesinada frente a su hijo de tres años a manos de su marido, de 35 años, en el piso del Raval que compartían ambos, de nacionalidad uruguaya. Al parecer, el hombre degolló a su pareja cerca de las 11.50 horas de la mañana, momento en el que los vecinos escucharon gritos. A la llegada de los Mossos la víctima se encontraba en estado crítico y, a pesar de los intentos de tres equipos del Sistema de Emegencias Médicas, Gloria, de 21 años, no pudo salvar la vida. No constan denuncias previas por violencia de género, aunque algunos medios informaron de su intención de separarse.
43 años. Asesinada por su expareja, J.M.Q.T., un hombre de 44 años con antecedentes por violencia de género contra la víctima. Él había sido detenido durante el confinamiento, en mayo, por una agresión contra su pareja en la vía pública. Con una orden de alejamiento en vigor, ya no vivían juntos. La Guardia Civil encontró en una fosa séptica, situada en el interior de una vivienda del municipio de Santa Úrsula (Tenerife), el cuerpo de Carolina. Hay constancia de otras denuncias previas por violencia machista. Los agentes también arrestaron a otras cuatro personas, una acusada de encubrir presuntamente los hechos y las otras tres, de omisión del deber de impedir un delito o promover su persecución.
Su marido, de 55 años, le propinó una brutal paliza el 13 de julio, tras la cual la víctima ingresó en la UCI del Hospital Universitario Son Espases. Lillemor Christina, de 52 años, presentaba numerosos hematomas en brazos y cabeza, resultado de una agresión que ella misma describió a los agentes a su llegada, asegurando que le había dado una patada en la cara. El varón fue detenido por malos tratos, delito por el que ya tenía antecedentes en marzo de 2019, tras lo cual se le impuso una orden de alejamiento que expiró en septiembre de ese mismo año. La pareja se había casado hace siete años y en el historial del agresor constan numerosos antecedentes policiales. En 2016 ya había sido detenido por maltrato a su mujer. En la imagen, momento del arresto.
La muerte de Yolanda, de 42 años, había generado dudas a la unidad de investigación de los Mossos d’Esquadra de Sabadell. Tres meses antes de la confirmación del feminicidio, el 2 de agosto, a las cinco y media de la mañana los Mossos recibieron el aviso de la muerte de una mujer en un piso. Econtraron el cuerpo sin vida de Yolanda. Su pareja dijo que se trataba de un suicidio, a pesar de que Yolanda tenía lesiones traumáticas. El hombre dijo que la había intentado reanimar, y de allí las heridas. Con todo, había indicios que la víctima había muerto asfixiada. Con los resultados definitivos de la autopsia y después de semanas de investigación, los Mossos descartaron que las lesiones fueran debidas al intento de reanimación y pudieron concluir que se trataba de un asesinato. Detuvieron a la pareja de Yolanda el 22 de octubre. Es un hombre de 25 años, de nacionalidad mexicana y vecino de Sabadell. En la foto, la concentración para condenar el crimen que se organizó en la localidad.
Teresa, apellidos no conocidos, 83 años. La mujer fue asesinada con un fuerte golpe en la cabeza. Fue encontrada a primera hora de la mañana y, tras intervención de la Guardia Civil, el marido de la fallecida se entregó a los agentes y reconoció ser el autor de la muerte de Teresa. Los hechos ocurrieron en la vivienda del matrimonio. El marido de la víctima trató de suicidarse. Saltó desde el tejado y se rompió varias costillas. La víctima tenía cuatro hijos y una hija mayores de edad y no había constancia de denuncias previas por violencia de género contra el agresor. En la imagen, la concentración que el Ayuntamiento de la localidad organizó para condenar el crimen machista.
Anabelina (Ana) P. L., 44 años. La mujer fue encontrada muerta por un vecino en unos jardines donde la víctima, que era indigente, pernoctaba de manera habitual. Las primeras indagaciones determinaron que había fallecido debido a una hemorragia interna derivada de un fuerte traumatismo en el costado, además de presentar múltiples hematomas por todo el cuerpo. Tras diversas indagaciones, la Policía Nacional detuvo a la pareja sentimental de la víctima, un hombre de 42 años de Algeciras. Existían denuncias previas interpuestas por la víctima contra el detenido por agresiones, aunque no constaba una orden de alejamiento en vigor.
37 años. Según los vecinos, en torno a las nueve y diez de la mañana, se pudo registrar una discusión entre Alina Erica y su expareja, Dan Ciule. Dan Ciule asestó varias puñaladas a Alina en plena vía pública, que le ocasionaron la muerte, y luego él se intentó quitar la vida y falleció en el Hospital General de Segovia minutos después de las ocho de la tarde de sábado 15 de agosto. La vícitma había hablado el día anterior con la Guardia Civil, según 'El Norte de Castilla'. Erica fue al cuartelillo y lo encontró cerrado, pero los agentes la localizaron y hablaron con ella. Contó que tenía problemas con su expareja, pero no presentó denuncia. La mujer era madre de una menor de 16 años.
La puerta del Palacio Consistorial de Cartagena fue escenario de una concentración en memoria de la Rosalía, de 62 años, asesinada por su marido, Juan M.G., que utilizó un martillo para golpear a su mujer antes de alertar por teléfono a Emergencias. La agresión se produjo el 22 de julio y la mujer ingresó en el Hospital Virgen de la Arrixaca y fue intervenida quirúrgicamente pero falleció casi un mes después en la Unidad de Cuidados Intensivos. Por su parte, el autor del crimen fue detenido tras el ataque. La pareja tenía una hija mayor de edad en común y no constan denuncias previas por violencia de género. En la foto, la concentración que condenó el crimen de Rosalía.
Asesinada por su pareja el 22 de agosto, aunque el cadáver no se localizó hasta el 17 de septiembre y fue identificado cinco días después. Tras denunciar sus hermanos su desaparición el 26 de agosto, la Policía Nacional de Ciudad Real inició las investigaciones y detuvo al principal sospechoso, Carlos Andrés Bustamante, de 28 años, de origen colombiano y novio de Nancy Paola. La búsqueda dio un giro cuando las autoridades fueron alertadas del hallazgo del cuerpo desmembrado de una mujer en un terreno baldío de la provincia de Santander y a siete horas de distancia de Ciudad Real. Según las investigaciones, Nancy Paola fue víctima del crimen machista en un piso alquilado de la capital cántabra, a donde viajó junto a su pareja. La joven de origen guatemalteco tenía dos niñas de 4 y 7 años. No había denuncias previas.
33 años. Desaparecida días antes, su cuerpo fue encontrado con signos de estrangulamiento en el maletero de su coche. Tenía signos de violencia, estaba cubierto de tierra y en estado de descomposición. La víctima no tenía hijos menores de edad y no hay constancia de denuncias previas por violencia de género contra su novio, Janner Jimenez Ortiz, de 29 años, que fue detenido el 3 de septiembre por la Policía en Ginebra (Suiza), en la estación central de la ciudad cuando se disponía a coger un tren para salir del país. Ella era auxiliar de enfermería. Vivían juntos desde hacía ocho meses.
41 años, de nacionalidad marroquí. Asesinada de un disparo de escopeta por su marido, Abdellatif A, de 45 años, y también marroquí. Él no aceptaba que ella se quisiera divorciar, acababa de cumplir condena por narcotráfico y el día del crimen telefoneó al trabajo de su esposa (ella era chef) para comunicar que se encontraba indispuesta y no podía ir. Uno de los hijos encontró el cadáver de su madre y alertó a la Policía Local. El acusado fue localizado y arrestado después tras haber huido en un turismo del domicilio familiar. No constaban denuncias previas.
53 años, de origen rumano. Murió por los golpes que le propinó su marido, también rumano, con un martillo. La víctima se encontraba imposibilitada en una silla de ruedas y era conocida por ejercer la mendicidad en la ciudad. No hay fotos de la víctima.
61 años. Falleció por un paro cardiaco tras recibir varios golpes por parte de su pareja. Las grabaciones de las cámaras de seguridad del portal del domicilio registraron el momento en el hombre golpeaba a Susana en la zona de los ascensores. No era la primera vez que le pegaba, aseguraron los vecinos. "Decía que le tenía pánico", explicó una mujer. "Ella tiene problemas de salud. Estaba cada dos por tres en el hospital por temas del corazón y otros achaques, pero siempre me decía que prefería estar allí porque así no tenía que estar con él en casa", añadió la informante. La pareja solía ejercer la mendicidad. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer dejó en libertad al agresor tras estimar que el fallecimientode Susana pudo deberse "a causas naturales derivadas de las numerosas patologías previas que sufría la mujer", aunque sigue instruyéndose una causa contra él por lesiones.
Estrangulada por su pareja, Diego J. R. Li Na tenía 26 años y era de nacionalidad china. Él, de origen peruano con nacionalidad española. La pareja se conoció por Internet, iniciaron una relación sentimental y posteriormente se fueron a vivir juntos. Parece que una conversación de WhatsApp por parte del hombre con otra persona desencadenó la discusión que acabó en crimen. El propio autor del crimen quien llamó al teléfono de emergencias 112 y a la Policía para confesar su acción delictiva, alegando que se arrepentía de lo sucedido. En la imagen, momento del traslado del cadáver.
Lo que parecía inicialmente un accidente de tráfico, producido el 25 de septiembre en la autovía que conecta Jerez de la Frontera con Los Barrios (Cádiz), a la altura de esta última localidad, se confirmó el 13 de octubre como un asesinato machista. Los dos cadáveres hallados entre el amasijo de hierros de una autocaravana pertenecían a una mujer de 32 años y nacionalidad francesa, que según la autopsia ya estaba muerta antes del choque, con un fuerte traumatismo craneal, y a su pareja, un inglés de 28 años al que se cree ahora causante del accidente. No existían denuncias previas por violencia de género. Él tenía problemas mentales. En la imagen, la autocarava destruída.
La mujer de nacionalidad búlgara fue hallada muerta con un disparo en la cabeza dentro de un coche junto a una gasolinera. A su lado estaba el cuerpo de su acompañante varón con un disparo de escopeta disparado desde la barbilla y el arma entre las piernas. La pareja llevaba horas dentro del vehículo. La principal hipótesis de la Guardia Civil es que Mariano A.G., exmilitar español de 36 años, disparó a traición con su escopeta a Habibe E.I., búlgara de 37 años que recibió un tiro lateral a bocajarro, y luego se quitó la vida con la misma arma, comprada hacía unos días. La posibilidad del suicidio pactado ha ido perdiendo fuerza con el avance de las pesquisas. La pareja convivía desde hace unos meses y algunas fuentes señalaron que mantenían una relación sentimental.
Asesinada por su pareja, un hombre de 35 años que llamó a unos familiares para avisar de que habían tenido un accidente de tráfico en un lugar que los agentes encontraron lleno de sangre. Antonio C. había recogido a Remedios Cortés la noche del martes 3 de noviembre. Durante el trayecto, el asesino confeso dejó patente sus celos a la víctima. A continuación, estrelló el coche contra unos bloques de hormigón. Remedios, en vista del comportamiento violento de su pareja, temió por su vida y emprendió la huida a la carrera por un camino de tierra. Su pareja corrió tras ella y no tardó en darle alcance y, acto seguido, la derribó y la golpeó repetidamente con una piedra en la cabeza. El cuerpo de la víctima se localizó semi-enterrado en una zona boscosa, alejada del vehículo, que también estaba destrozado. Cuatro niños se quedaron sin madre.
Nombre y apellidos no conocidos, 84 años. Asesinada por su marido, un hombre de 86 años que se suicidó tras cometer el crimen en la vivienda familiar que ambos compartían. La Delegación del Gobierno, que confirmó el caso como cifra oficial, aseguraba que la mujer no tenía ni hijos ni existían denuncias previas por violencia machista dentro de la pareja. En la foto, la concentración que condenó en la calle el asesinato de esta mujer.
Apellidos no conocidos, 49 años. Asesinada por su pareja, Pascal, de 51 años y de nacionalidad belga como Peggy, por estrangulamiento. El crimen tuvo lugar en su domicilio. Tras el asesinato, él, de 51 años, acudió a la comisaría de la Policía Local y confesó los hechos. La pareja estaba casada pero, según dijo el marido, él se había ido a Bélgica unos dos años con otra mujer. En diciembre pasado volvió a Lloret y retomaron la relación.
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