«Veo superioridad moral, como si ser madre te hiciera mejor persona»
Irene Hernanz divulga sobre la no maternidad elegida. Cree que hasta los 45 o más no dejarán de preguntarle eso de '¿y tú, para cuándo?'
De niña, Irene Hernanz (Madrid, 41 años) le preguntó a su madre: «Me has explicado lo de los hijos, pero… ¿hay que hacerlo? Porque yo sabía que lo de estudiar matemáticas en el colegio, luego una carrera o aprender a cocinar era impepinable, pero ser madre…». Nunca quiso. Lo tenía claro. Ahora faltaba que lo tuvieran también los demás. «Existe una validación muy grande de la maternidad, percibo una especie de superioridad moral, como si poco menos que te 'santificara'. Si tienes hijos eres una gran persona. Elon Musk tiene doce, ¿le convierte eso en sí mismo en alguien bondadoso?».
Irene trabaja en una editorial y es también dramaturga y guionista. Reside desde hace diez años en Barcelona con su pareja y no llegaron ni a plantearse lo de los niños. «Ninguno quería» y eso les convirtió a ojos de muchos en auténticos «bichos raros». Dispuesta a dar con otras 'rara avis', hace un par de años empezó a escribir el blog 'No Mo', donde conversa con otras personas que han elegido no tener hijos. En Instagram tiene 400 seguidores y ha concedido varias entrevistas sobre este tema. «Soy de las pocas mujeres que ponen la cara, no me encanta exponerme pero...». Y no es que «seamos cuatro como algunos creen», sino que «todavía hay mucho tabú. Y, lo que es peor, un intento de polarizar, de dividir, de enfrentar a las madres y a las no madres».
Fuera del chat de WhatsApp
«Hay chicas que me escriben y me cuentan que su familia les ha rechazado por no querer tener hijos, o que sus amigas han hecho un grupo de WhatsApp y la han excluido. Se sienten tan vulnerables que hasta piensan que están haciendo algo malo. Así que se encuentran solas. Pero es terrible verte sola por algo que, en realidad, es irrelevante para tu entorno».
Nunca tuvo ella esa sensación –«el apoyo familiar fue fundamental»–, aunque reconoce que «'salir del armario' cuesta». Sufrió una especial presión «durante la pandemia, cuando hubo un baby boom y se dio mucha validación al rol de madre, como si eso fuera lo mejor, la madre trabajadora que lo hace todo». Muchas conocidas creyeron que, «con sus carreras ya desarrolladas, era el momento de ser madres». Ella tenía entonces 37 años. Y no, no era su momento. No lo será nunca. «A partir de los 40 ya te preguntan menos, pero hasta los 45 o los 47 estaré cuestionada». No le molesta tanto como antes, pero aún tiene que tragar con conocidas que han abrazado la maternidad y viven, como ellas mismas definen, «una vida normal». «A mí me puede dar igual no ser 'normal', pero no es plato de gusto. Te coloca en un lugar incómodo».
Y vuelta con las explicaciones. «Cualquier cosa que se salga de la normalidad la tienes que explicar. Yo estoy segura de no querer ser madre, pero cuando me preguntan por los motivos algunas personas se sienten atacadas, acusadas». Otras veces es solo sorpresa. «Tengo un amigo que, cuando me vio con su hijo me dijo: '¡Qué conexión tan bonita tienes con el niño!'. Pero es que cuando no tienes hijos también puedes sentir una conexión muy bonita con la infancia».