Los vascos que reducen su jornada para poder conciliar se duplica en cuatro años
Casi 70.000 personas han interrumpido su vida laboral en Euskadi para dedicarse al cuidado de sus hijos o mayores dependientes
Patricia Rodríguez
Domingo, 7 de diciembre 2025, 07:38
Cada mañana comienza una carrera contrarreloj: dejar a los niños en el cole, entrar a trabajar, hacer las tareas de casa y, si da tiempo, ... respirar. Cuando el trabajo llega a devorar la vida personal, muchas familias se ven obligadas a sacrificar su carrera laboral e incluso a abandonar la actividad para dedicarse al cuidado de sus hijos o familiares dependientes. Según arrojan los últimos datos, uno de cada cuatro trabajadores vascos tiene «serias dificultades» para compaginar su vida profesional con la familiar. En concreto, 69.772 vascos han interrumpido su actividad laboral por problemas asociados a la conciliación, el doble que hace cuatro años.
Hablar de conciliación hoy en día ya no se limita a la crianza de los hijos. Con una población cada vez más envejecida, las familias afrontan un doble desafío: cuidar de los hijos y de sus mayores, lo que obliga a repensar cómo equilibrar el trabajo y los cuidados. Esta realidad ha llegado hasta el Departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico del Gobierno vasco, que ha «identificado entre las familias de clase media cierto malestar con respecto a cómo las instituciones públicas les estaban ayudando, no todo lo que debieran», afirman desde la consejería que lidera Nerea Melgosa. «El aumento de los precios y la carestía de la vida» están golpeando a las familias de clase media cuando «son los que están soportando la carga y quienes están haciendo que Euskadi salga adelante», aseguran. El objetivo de la consejería se centra ahora en identificar de forma pormenorizada las necesidades de esta parte de la población -son 2 de cada 3 hogares vascos- y ver cómo puede mejorar su situación. Por ello, se han creado unos grupos de trabajo con el fin de abordar esta problemática. El último estudio similar se realizó en 2012.
5.569
son las personas en Euskadi que han abandonado su empleo por cuidado de los hijos
Hasta obtener la radiografía completa, la última Encuesta de Familias y Hogares de Euskadi, que se elabora cada cuatro años, ayuda a poner sobre el papel el rompecabezas diario de miles de hogares para llegar a todo. Las políticas de conciliación (flexibilidad horaria, ayudas económicas, permisos de paternidad y maternidad o reducciones de jornada) han avanzado pero siguen sin responder a la realidad y, en muchos casos, conciliar implica renuncias.
En el caso de las familias numerosas, siete de cada diez reconocen haber tenido que dejar su empleo o rechazar mejoras laborales para poder atender a sus hijosy viven «con una presión constante por conciliar, afrontar los gastos y encontrar vivienda adecuada», según revela el último estudio centrado en este colectivo, que sitúa a Euskadi a la cabeza en renuncias profesionales por motivos de conciliación. Asimismo, el 10% de las familias numerosas han solicitado el nuevo permiso (no retribuido) por cuidado de menores, el doble de peticiones de la media estatal.
Brecha de género
Los datos globales también evidencian que persiste la desigualdad de género: el 80% de los casos de quienes se acogieron a una reducción de jornada, una excedencia o dejaron su trabajo fueron mujeres, un total de 55.560, frente a 14.212 hombres.Por el contrario, la cifra de personas que abandonaron su empleo por cargas excesivas de trabajo relacionadas con nacimiento de un hijo ha descendido y pasan de las 24.429 personas en 2015 a las 5.569 que muestra la última encuesta, una bajada que puede estar relacionada «con las medidas de conciliación implantadas en las empresas y administraciones vascas».
80%
de quienes se acogen a una reducción de la jornada laboral o una excedencia son mujeres
La dificultad para conciliar es uno de los factores determinantes en las cifras de natalidad, que se hunde año tras año. Y es que cuando las jornadas partidas y los horarios escolares no encajan, tomar la decisión de tener un hijo no ayuda, por no hablar del coste que supone: 866 euros al mes en 2024 según el último informe de Save de Children. En este contexto, el coste de los cuidados junto con la dificultad para conciliar vida familiar y laboral son los principales motivos que impiden tener el número de hijos deseados, según afirman las familias encuestadas. Solo para el 1% supondría un obstáculo en su carrera profesional, no obstante este dato refleja que existe una inseguridad laboral ligada a la paternidad o la maternidad. Por otro lado, a la hora de valorar cómo perciben los encuestados estos problemas, se vive como una limitación real y seria (el 'índice de gravedad' está en torno al 75%).
Los datos vuelven a hablar por sí solos: el 32% de las personas jóvenes de entre 15 y 29 años que aún no tienen hijos o hijas pero desearían mucho o bastante ser padres y madres en el futuro, creen que no es probable que lo sean a la edad que desearían.
71%
de las familias numerosas han tenido que dejar su empleo o rechazar mejoras laborales
Con el objetivo de impulsar la natalidad, el Gobierno vasco creó en 2023 una línea de ayudas económicas: un 'cheque' de 200 euros mensuales para niños de 0 a 3 años que se amplía ahora hasta los cuatro años y que se recoge en el nuevo decreto de ayudas a la crianza que se aprobará a comienzos de 2026. Esta misma semana el Gobierno vasco ha aprobado el primer decreto de familias monoparentales, que entre otros aspectos recibirán en el tramo de 4 a 7 años, la ayuda de los 100 euros al mes que se concede ahora a las familias numerosas para terceros hijos y sucesivos.
Las ayudas a la conciliación también se van a reforzar, con una ampliación de las cuantías del 10% para quienes necesitan atender a sus hijos o a familiares dependientes y para ello han de coger una excedencia o una reducción de jornada. De esta forma, el Decreto 164/2019 de conciliación se actualiza por primera vez en 15 años. «Percibimos que la ayuda que teníamos que fortalecer era la de la conciliación porque entendíamos que era la ayuda que más directamente llegaba a la clase media en un momento en el que lo necesita, esto es, cuando están en fase de crianza», destacan estas mismas fuentes.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión