Borrar

La vacuna de Oxford se muestra «segura y muy eficaz» frente a la infección

El prototipo, probado con más de un millar de personas, genera anticuerpos y glóbulos blancos; falta por ver si funciona como antídoto

fermín apezteguia

Lunes, 20 de julio 2020

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La Universidad de Oxford inoculó este lunes al mundo una enorme dosis de esperanza. La secular institución británica anunció los resultados «muy prometedores» de su investigación en la búsqueda de una vacuna contra el virus que asuela el planeta. Con un mensaje medido para resultar ilusionante sin generar falsas esperanzas, los científicos ingleses anunciaron que su protototipo parece «seguro» y capaz de «entrenar» al sistema inmunológico a reconocer y defenderse ante la infección por coronavirus. Han conseguido, según dicen, un preparado capaz de provocar una «fuerte» cantidad de anticuerpos y células blancas como para enfrentarse al microbio. Les falta, reconocen con humildad, saber «si la vacuna funciona como antídoto».

La vacuna de Oxford no es una más entre los cerca de sesenta prototipos que se ensayan en la actualidad. El modelo británico es la esperanza europea, el proyecto de los tres más prometedores que avanza más despacio, pero también el ensayo que de momento parece despertar mayor interés en la comunidad científica internacional.

Estados Unidos y el proyecto de la firma biotecnológica Moderna constituyen la iniciativa más avanzada, la que posiblemente llegue en primer lugar al mercado, porque para eso están trabajando. Una empresa donostiarra, Viralgen, colaborará en la fabricación del producto si finalmente se demuestra eficaz. China, por su parte, en un intento por amortiguar una crisis mundial desatada en terreno propio, trabaja en silencio. Pero en cualquier momento podría sorprender con los resultados de su prototipo, que ya se está probando con voluntarios del ejército. El 'proyecto Oxford' tiene el aval de la UE y de una de las más prestigiosas revistas científicas del mundo, 'The Lancet', que publica sus avances.

Virus de un resfriado simio

La última publicación sobre el asunto da fe de que los ensayos clínicos con 1.077 voluntarios han demostrado que basta una inyección del prototipo de Oxford para producir anticuerpos y glóbulos blancos de la sangre, que los hay de varios tipos, capaces de combatir el virus. Esas son las que los científicos consideran los mejores antídotos, los que además de producir anticuerpos, generan unas células llamadas granulocitos, otras conocidas por el nombre de monocitos y, las más conocidas, los linfocitos, las famosas células T y B. Todas ellas forman la inmunidad humana.

La vacuna, conocida en los laboratorios como ChAdOx1 nCoV-19, está diseñada a partir de un virus fabricado con tecnología genética a partir del que ocasiona el resfriado común de los chimpancés. Los científicos lo han manipulado lo suficiente como para que no infecte a las personas y encienda en el sistema inmune las mismas alertas que encendería el coronavirus.

Para conseguirlo, los investigadores utilizaron información genética de lo que los científicos conoce como la 'proteína del pico', que es el arma que utiliza el coronavirus para invadir las células humanas. Esos datos son, al parecer, suficientes para que el sistema inmune se active y aprenda a luchar contra el covid-19.

Pero aún hay más. El ensayo ha demostrado que nada menos que el 90% de los pacientes tratados con el prototipo de vacuna logró desarrollar anticuerpos neutralizadores tras inyectarles una sola dosis. Únicamente diez personas recibieron dos dosis y todas ellas, sin excepción, produjeron anticuerpos, células capaces de afrontar la infección.

Fiebre y dolor de cabeza

Los avances logrados por el grupo de Oxford resultan muy relevantes en la lucha contra reloj desatada contra el virus, pero sus miembros han sido lo suficientemente humildes como para reconocer que el trabajo necesita aún recorrido. Son resultados «muy prometedores», según confirman en 'The Lancet', pero aún se necesitan realizar trabajos a gran escala, con un mayor número de voluntarios para determinar que las células protectoras frente al coronavirus funcionan a largo plazo.

También se ha visto que la vacuna tiene sus efectos secundarios en un número importante de personas, el 70% de los pacientes, aunque no se consideran relevantes. Hubo voluntarios que sufrieron dolor de cabeza, fiebre, nada que no pudiera ser tratado con paracetamol. «Todavía nos queda mucho trabajo por hacer, pero estos resultados preliminares son prometedores», confirmó la investigadora Sarah Gilbert.

El primer ministro británico se mostró más eufórico. «Estamos ante una noticia muy positiva», dijo Boris Johnson, quien elogió a los «brillantes y pioneros científicos e investigadores de la Universidad de Oxford» «No hay garantías, pero este es un paso importante en la dirección correcta», añadió. «La pregunta clave», resolvió el científico Andrew Pollard, del equipo investigador, es «si la vacuna funciona como antídoto». Ahí están ahora.

España, en la carrera por la consecución de un antídoto eficaz

«España está en muy buena posición para descubrir la vacuna contra el coronarias». Lo dijo el pasado mes de abril el ministro de Ciencia e Innovación. Quizás hubiera algo o mucho de orgullo patrio en sus declaraciones, pero lo cierto es que existen diez equipos, algunos de ellos muy potentes, que con medios muy limitados han conseguido colocar a nuestro país en la carrera por la consecución del remedio contra la pandemia del siglo XXI.

El primero de ellos, incluso cronológicamente, lo puso en marcha ya en el mes de enero el investigador Mariano Esteban, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y se basa en la vacuna que se utilizó contra la viruela. Su grupo desarrolla otras dos investigaciones paralelas con el mismo objetivo. El reconocido investigador Luis Enjuanes trabaja junto a la viróloga Isabel Sola, también en el CSIC, en otro de los proyectos más prometedores. El tercero de los proyectos más esperanzadores lo lidera Felipe García en el hospital Clínic de Barcelona.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios