Una más
La práctica de la caza se está convirtiendo poco menos que en un galimatías casi diario de nuevas restricciones que hacen poco menos que necesario ... salir al monte con el BOE en el morral para no meter la pata y salir trasquilado. Resulta ahora que las cabezas pensantes de los políticos de la Comisión Europea publican un gráfico en el que mezclan caza y furtivismo dando a entender que la actividad cinegética es un factor de la presión para la Naturaleza cuando en realidad su último estudio supone sólo un 0,66%. Una forma más de criminalizar la caza sin argumento alguno y apoyar los mensajes del lobby ecologista para prohibir la caza en el 10% del territorio comunitario. ¡Una barbaridad!
¿Se imaginan a cuántos acotados puede afectar ese 10% de terreno? A muchísimos. ¿Dónde están esos políticos que deberían defender esta práctica? No los hay, al menos en España, quien levante la voz. Tienen pavor a los anticaza, no se mojarán en tanto en cuanto no constaten que los 5.000.000 de personas que tienen una relación directa o indirecta con la caza estén unidas y dispuestas a defender sus derechos en las urnas. Y es que los políticos se mueven por presiones y rápido cambian de chaqueta. Se suele decir que el futuro es de los valientes. No lo creo.
Este es un país de cainitas y lo seguiremos siendo por mucho que nos arroguemos titularidades que no nos corresponden. Así y todo, estoy convencido que los cazadores nunca van a bajar la guardia porque para ellos esta práctica es una forma de vida. Un atávico deseo difícil de entender, de capturar lo que más desean, aunque después de la captura gustosos darían la vida al animal al que se la han quitado.
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