Investigan si los okupas desalojados en Ramales se han instalado en Carranza
Los vecinos de la urbanización Cuatro Caños agradecen el desalojo de las doce personas «conflictivas», mientras la empresa especializada teme represalias
Una empresa 'antiokupa' desalojó el martes a una docena de personas «conflictivas» de dos pisos de una de las urbanizaciones de la localidad cántabra de ... Ramales. Este municipio, de apenas 3.000 habitantes, se había tornado en inseguro desde hacía varios meses por la presencia de estos individuos, que no dejaron de protagonizar incidentes en la zona, con robos casi a diario, amenazas y palizas.
Ahora las autoridades investigan si ese grupo de okupas se ha instalado en Carranza. La empresa que los sacó de Ramales asegura eso, aunque el alcalde de la localidad vizcaína, Raúl Palacio, afirmó este miércoles a este periódico no tener constancia. Algunos vecinos, sin embargo, relacionan este desalojo con la llegada la pasada semana de más de una quincena de personas a una vivienda que se encontraba en venta en el barrio de Cezura.
Se habrían instalado en un caserío de seis habitaciones y tres baños, entre otras dependencias, que no contaba con apenas mobiliario en su interior, que fue asaltado a plena luz del día. «La Ertzaintza nos dijo que era gente problemática», apunta una vecina de la zona, que asegura que desde ese día cierra los portones en su finca, algo que «nunca había hecho hasta ahora». Otro residente en el barrio afirmó que desde poco después de producirse la salida de los okupas de Ramales, ha visto a dos coches más en este lugar, «distintos a los cinco que habíamos visto hasta ahora». «Hay un montón de personas, más de quince, y varios niños pequeños, algunos bebés. Hay mucho movimiento, entran y salen todo el día».
Quien alertó a uno de los dueños de la casa, que lleva más de dos décadas deshabitada, de la presencia de intrusos en su interior, a plena luz del día, lleva desde ese mismo momento «muy intranquilo», y reconoce que en su familia tratan de no dejar vacía en ningún momento su vivienda ni la zona en la que tienen ganado y herramientas. «Sobre todo los más pequeños han incordiado ya a varios animales en el barrio. A una yegua le tiraron piedras. Tenemos miedo de que igual vayan a hacer algo a un perro, como ya han hecho, y les muerda y tenemos un problema».
Juicio rápido
Los okupas de Carranza han tenido ya un juicio rápido, y se les ha comunicado que deben abandonar la casa. Hay vecinos del pueblo que les han visto tratar de entrar en otros inmuebles, como ha sucedido en el barrio de Ahedo. «Han bajado a ver una casa pero de momento no se han llegado a meter». Debido a las características de esta localidad encartada, la más extensa del territorio, con numerosas viviendas dispersas y diseminadas por el monte, muchos temen que antes o después encuentren cobijo en otra vivienda y prosiga la intranquilidad en este valle.
Respuesta a machetazos
Las heridas de la imagen son producidas por un machete. Las sufrió el integrante de la empresa 'Antiokupas' que acudió el pasado sábado por la noche a reprochar a los okupas que tenían la música muy alta. «Se tapó la cara con el brazo y tiene estas heridas que ves. Si no, no sabemos lo que habría pasado», cuenta el responsable de la empresa que ha logrado que las dos familias hayan abandonado las viviendas okupadas.
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