Tejados solares, coches eléctricos y drones de reparto en las ciudades del futuro
Una treintena de expertos debate sobre los desafíos a los que se enfrentan las urbes en un congreso organizado por EL CORREO
Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, que ahora se enfrentan a desafíos como el envejecimiento, la pérdida de talento, de poderío económico y el cambio climático. Para imaginar y diseñar soluciones para esos grandes retos sociales, una treintena de expertos debatieron ayer en el Congreso Ciudades del Futuro, organizado por EL CORREO en el Museo Guggenheim, que contó con el patrocinio del Departamento de Planificación Territorial del Gobierno vasco, Iberdrola, Tech friendly y Renfe, así como el apoyo de Bilbao Urban Cities Design.
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El incremento de la desigualdad y otros retos
Los especialistas pusieron de manifiesto que la planificación urbana y el diseño pueden ser determinantes en la prosperidad de las urbes e incluso llegar a modificar la composición de las familias. «Cuando existe una importante masa de clase media, la natalidad decae, pero esta aumenta en los hogares con rentas más prósperas», apuntó Ramón Gras, investigador de innovación urbana en la Universidad de Harvard, durante una cita en la que colaboraron Edinor, Bilbao Metropoli-30, Mubil, Serveo, Tecnalia, Inkolan, Viuda de Sainz, Elliot y los ayuntamientos de Sestao, Barakaldo y Ermua.
En su ponencia, el experto también defendió que el crecimiento demográfico lleva aparejado el aumento de la «clase supercreativa», de las patentes y empresas innovadoras o la diversificación de profesiones. En la misma línea, la creación de distritos de innovación «permite que florezca una economía del conocimiento» que beneficia a todos los residentes. Y las urbes fractales, las que se han configurado en distintos centros urbanos, favorecen una mayor interacción social y un mayor desarrollo económico.
«La creación de distritos de innovación permite que florezca una economía del conocimiento que beneficia a toda la ciudad»
Ramón Gras
Investigador en Harvard
Las ciudades del futuro deberán ser neutras en carbono. Las grandes plantas de generación de energía renovable se completarán con instalaciones de autoconsumo en los tejados de los edificios o en huertas, según David Martínez, director comercial de Iberdrola. Las comunidades energéticas, grupos ciudadanos que comparten una instalación fotovoltaica, ya están creciendo en Euskadi. Así lo expuso Juan Diego, director general de Edinor, durante una mesa redonda moderada por el periodista José Mari Reviriego. Las placas solares permiten a sus propietarios autoabastecerse de forma parcial de esta energía de kilómetro cero por nueve euros al mes. Pueden formar parte de las comunidades las pequeñas empresas y vecinos residentes a un kilómetro a la redonda del edificio que albergue los paneles solares, que tienen una vida útil de 25 años. Por ejemplo, unos 150 hogares y pequeños comercios se han sumado a la comunidad energética de San Mamés en Bilbao, cuyos beneficios medioambientales equivalen a los que nos darían 4.700 árboles. «Los paneles son la revolución tranquila de los tejados», dijo Diego.
Última milla 'verde'
Más adelante surgirán nuevos proyectos para crear energía y también habrá plantas de compostaje comunitarias. Al coche, por el contrario, le espera un futuro poco prometedor. Su uso está cada vez más penalizado. Las unidades serán verdes por pura necesidad. «El 10% de los que se están comprando este año ya son híbridos enchufables o eléctricos. España es el segundo país que más subvenciona estas adquisiciones, pero está a la cola en cuento a infraestructuras de recarga», advirtió Ane Insausti, directora general de Mubil Fundazioa.
«El vehículo privado tiene que desaparecer de la vida cotidiana y el transporte público debe ser la piedra angular, complementándose con otros medios de micromovilidad». Los que desde hace tiempo invaden las calles: bicicletas, patinetes..., apuntó Alfonso Díaz del Río, director de estrategia y mercados en Serveo.
«Entramos en una nueva era de la movilidad. Las nuevas generaciones ya apuestan por compartir vehículo»
Sonia Segade
Gerente en Renfe
Los expertos coincidieron en que la transformación también llegará a las mercancías. Porque el auge del comercio electrónico está causando importantes perjuicios. En el transporte de última milla habrá menos furgonetas. Serán eléctricas e incluso se popularizarán los drones «repartidores», preparados para depositar los paquetes en los jardines de los hogares. «Entramos en una nueva era de la movilidad. Y, de hecho, las nuevas generaciones ya apuestan por el transporte público o por compartir vehículo», señaló Sonia Segade, gerente de transformación tecnológica en Renfe, en pleno lanzamiento de Dōcō, una 'app' que quiere integrar a todas las plataformas y operadoras de transporte público y privado. Con esta herramienta se podrá pagar un billete único para todo el viaje en distintos medios y bloquear y desbloquear bicis o patines.
La realidad virtual, la inteligencia artificial y el internet de las cosas serán aliados de las administraciones en la toma de decisiones. Ya existe tecnología que permite el riego automático en función de la humedad, la recogida inteligente de basuras o sensores que encienden el alumbrado solo cuando alguien pasa para ahorrar energía.
EL DATO
68%es el porcentaje de habitantes que residirán en las ciudades en 2050, según la ONU. En la actualidad, las urbes albergan al 55% de la población.