Tecnalia diseña el primer sistema encriptado para rastrear por móvil a las personas con las que ha estado un infectado por coronavirus
El proyecto, pionero en España, garantiza la privacidad de los afectados. Esta semana ya han arrancado las pruebas y el resultado se pondrá a disposición del Gobierno vasco
Saber dónde ha estado y con quién cada infectado por el coronavirus se antoja una información clave para los profesionales sanitarios con la que conseguir romper la cadena de transmisión de esta enfermedad. Ahora todos los esfuerzos se están centrando en multiplicar la realización de test para conocer en la mayor medida posible el grado real de la extensión de la pandemia pero, salvo mediante el confinamiento, resulta muy complicado desenmarañar con total seguridad con qué personas ha podido estar en contacto un positivo y, por tanto, quiénes están en riesgo de haber sido contagiados. El rastreo automatizado que permiten las nuevas tecnologías se presenta como la «forma más eficiente de evitar la propagación del Covid-19», y así lo confirman estudios como el recientemente publicado en la prestigiosa revista 'Science'. El centro de investigación y desarrollo tecnológico Tecnalia, junto con Ibermática -empresa especializada en Tecnologías de la Información-, está desarrollando de forma pionera en España el primer sistema de detección temprana de exposición que, a través del móvil, garantiza la privacidad, con el objetivo de reducir la curva de contagios a través del rastreo de positivos en la sociedad, así como prevenir futuros rebrotes.
El programa consiste en una aplicación que se debe instalar en el móvil y que es la que se encargará de realizar el rastreo de todos otros aquellos móviles que también la tengan y con los que haya estado cerca físicamente, en la cola del supermercado, en el metro... El primer paso lo debe dar la propia persona que haya dado positivo por coronavirus, “que es quien deberá informar al programa de que ha sido infectado”, según explica Óscar Lage, responsable de ciberseguridad en Tecnalia.
En ese mismo instante, el sistema se pone en marcha y envía un aviso de alerta a todos los móviles que hayan estado cerca suyo en las últimas dos semanas. Eso sí, el mensaje es totalmente anónimo y sólo informa al receptor de que ha estado en situación de riesgo por cercanía con un caso positivo. Aunque la aplicación en realidad dispone de datos tanto de la distancia como del tiempo de exposición al virus que se ha estado. A partir de aquí, el receptor del mensaje es quien debe ponerse en contacto con los responsables sanitarios para que le hagan las pruebas necesarias y determinen si se ha contagiado o no.
Esta semana ya han arrancado las pruebas y el resultado se pondrá a disposición del departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco para su incorporación al Proyecto de Reanudación de la actividad de las empresas (PRAP-Euskadi). Este proyecto se basa en el protocolo DP-3T, que permite una detección temprana de exposición a la infección y, por lo tanto, mejora la eficiencia en la detección de personas asintomáticas que deben ser testadas, manteniendo además por completo la privacidad de los contactos y su explotación en exclusiva para determinar casos de exposición a Covid-19. Este protocolo es una iniciativa europea liderada por el Instituto Federal Suizo de Tecnología ETH, que en la actualidad se encuentra en fase de desarrollo de la mano de centros como Tecnalia. Los gigantes Apple y Google lo implantaron ya en abril en todos sus sistemas operativos para smartphones, lo que ha multiplicado sus posibilidades de extensión como sistema de detección de exposiciones.
No revela información del usuario
Esta tecnología consigue garantizar la privacidad de las personas, gracias a un uso intensivo de la criptografía y la descentralización de la información, ya que no revela a ningún servidor central información relacionada con los usuarios, y evita así que dichos datos puedan ser explotados. Para ello, el sistema almacenará y procesará toda la información en los propios dispositivos de los usuarios. Además, no guarda la ubicación GPS del usuario.
«Este tipo de herramientas son indudablemente más efectivas que la memoria y los procesos manuales. No podemos recordar con quién nos hemos sentado en el metro, por ejemplo, pero estas aplicaciones sí. Es necesario buscar herramientas automáticas, efectivas y que al mismo garanticen la privacidad de las personas para implantar en la sociedad lo antes posible», asegura Lage.