Suspenso masivo en las oposiciones de Enfermería en Cantabria

«Algo ha tenido que fallar, habrá múltiples factores», sostiene Ana Samperio, secretaria general del sindicato Satse en Cantabria. «Desde luego, en la historia de oposiciones que yo conozco nunca había visto unos resultados así». El varapalo es tal que ni siquiera se cubrirán las plazas ofertadas, un total de 72 (42 de turno libre y 30 de promoción interna), que quedarán para la siguiente oportunidad. Una situación que recuerda a la ocurrida en 2017 con el examen de médicos de Atención Primaria, que solo aprobó el un 9% de los presentados. En aquella ocasión, hubo 367 aspirantes para 45 plazas, pero solo superaron la prueba 34. Ante la ola de indignación que generó entre los profesionales, que no daban crédito a la «dureza» del test, la solución adoptada fue anular 17 preguntas para arreglar el desaguisado, después de que tribunal calificador admitiera «el error en la formulación» de esas cuestiones, lo que permitió elevar el número de aprobados a 44, quedando solo un puesto vacante.

En el caso reciente del examen de Enfermería, desde la Consejería de Salud no han entrado a hacer valoraciones, sino que se limitan a recordar que «es una competencia exclusiva del tribunal en la que nadie puede interferir, porque de hacerlo constituiría prevaricación». Así que no hay repesca posible, más allá de las reclamaciones individuales que prosperen –el plazo para formular alegaciones está abierto hasta el 24 de junio, según la resolución del tribunal calificador publicada el pasado día 10–. Una semana después de enfrentarse a la prueba selectiva, todavía persisten las quejas entre el personal de enfermería «porque era un examen muy rebuscado».