Un historial delictivo espeluznante

Delincuente habitual desde hace años, a sus 21 -en 1997- fue procesado por el crimen de la gasolinera de Ikaztegieta, del que salió absuelto tras el veredicto del jurado popular. La orden, que fue emitida por la Policía Foral y enviada al resto de cuerpos de seguridad como la Ertzaintza, contemplaba también la opción de que fuera armado, por lo que en el momento de su detención se extremó la precaución. Al parecer, en más de una ocasión había amenazado con matar a un ertzaina. Alardeaba de ello.

En total, acumula medio centenar de intervenciones por diferentes delitos, la mayoría (34) de la Policía Foral, 10 de la Ertzain- tza y 6 de la Guardia Civil en distintos lugares. Varias de estas intervenciones estuvieron motivadas por altercados de violencia doméstica, pero también fue identificado por los agentes en relación a posibles delitos de daños, coacciones, amenazas, lesiones con otras personas, así como infracciones de seguridad vial como conducir sin carné.

Recientemente, además, había estado envuelto en una denuncia por daños en un establecimiento en Cascante y en un altercado violento en Monteagudo. Desde que salió de la cárcel de Logroño hace aproximadamente mes y medio o dos meses, le constan varios delitos por robos con violencia en domicilios, sobre todo en caseríos de la zona de Navarra, lo que alertó a la Policía, que temía encontrarse con alguna víctima dado el nivel de agresividad en las actuaciones del arrestado, que desde un principio ha sido considerado «muy peligroso».

Desde su salida de la prisión de Logroño, donde había estado preso, residía en Murchante, al parecer con la víctima. Algunos vecinos del municipio navarros aseguraron que antes del suceso le habían visto a él comprando el pan «y haciendo vida normal». La Policía Foral investiga la relación que le unía a la víctima, si bien se baraja la hipótesis de que en la actualidad podían ser pareja.