Penas de entre 20 y 22 años para los cuatro acusados de dar muerte al edil Ardines
Nieva y los dos sicarios se llevan las penas más altas. Los procesados deberán indemnizar a la familia de la víctima con 400.000 euros
RAMÓN MUÑIZ
Miércoles, 15 de diciembre 2021, 10:30
Movido por los celos y el odio, Pedro Nieva diseñó el asesinato de Javier Ardines en 2018 y pagó a tres hombres para que ... lo ejecutaran. Jesús Muguruza se encargó de localizar a los sicarios y aportó ideas al plan criminal, Djillali Benatia y Maamar Kelii asumieron el trabajo sucio y se ensañaron con una víctima a la que aturdieron con esprays de pimienta, golpearon con un bate o un palo y remataron practicándole una llave que lo asfixió.
Este relato es el que planteaba la Guardia Civil tras los indicios recabados durante la investigación y el que asumió como cierto el jurado popular, que consideró culpables a los cuatro por unanimidad. El veredicto fue leído el pasado día 1 y quedaba que el magistrado-juez Francisco Javier Iriarte lo trasladara a una sentencia. Establecidos así los hechos probados y admitidos los agravantes de ensañamiento y crimen perpetrado a cambio de dinero, su margen era estrecho. La fiscal y el abogado de la familia de Ardines pedían 25 años de prisión para cada uno, los letrados de la defensa dejarlo en 20. Al final, la sentencia comunicada ayer opta por ir a la baja en la privación de libertad, al alza en la indemnización y gradúa la responsabilidad de cada condenado.
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Las dos muertes de Javier Ardines
La Audiencia de Oviedo impone 22 años de cárcel a Nieva, Benatia y Kelii y 20 a Muguruza. Todos están entre rejas y seguirán así un largo tiempo. Deberán abonar una indemnización de 200.000 euros a la viuda y 100.000 a cada uno de los dos hijos a los que dejaron sin padre. Para graduar las penas, el magistrado repasa la jurisprudencia del Tribunal Supremo, que distingue entre inductores, cooperadores y autores materiales. Según esta doctrina, quien termina matando debe llevarse el castigo mayor, motivo por el cual Benatia y Kelii quedan con 22 años. Muguruza fue un cooperador necesario, pero su implicación está un paso por detrás, razón por la que le baja a 20 años. Nieva une a su posición de inductor la de cooperador y es el que empuja al resto a cometer el crimen, rol por el cual Iriarte le deja con la misma gravedad que los dos sicarios.
Las condenas
Pedro Nieva | 22 años
Autor intelectual, los hechos probados consideran que ideó y pagó el crimen tras enterarse en diciembre de 2017 de que su mujer le era infiel con Javier Ardines. Mostró a Muguruza un arma proponiendo ir directamente a por la víctima. El juez no ve creíble que tuviera asumido el divorcio.
Jesús Muguruza | 20 años
La pena mínima que le podía caer después de que el jurado le considerase culpable. Buscó a los sicarios y aportó ideas al plan. Reconoció haber ido a Llanes, pero adujo que fue acompañando a un tal Julián, nombre que sacó solo en el juicio. El juez ve «ilógico» que lo callara hasta ese momento.
Djillali Benatia | 22 años
La sentencia no aclara si fue él o su socio quien asfixió a la víctima. Considera que a Ardines le mataron entre los dos, valiéndose de su superioridad en número y dejándole sin defensa posible. Se da credibilidad a la confesión que hizo incriminándose y de la que luego se retractó.
Maamar Kelii | 22 años
Un teléfono móvil dado de alta con un nombre falso y que usaban en su casa fue geolocalizado a la hora del asesinato en las inmediaciones de la escena del crimen. La sentencia considera que lo llevaba él. En un primer momento, Benatia atribuyó a Kelii el golpe mortal, algo en lo que el juez no entra.
En los 36 folios del fallo, aprovecha para subrayar el trabajo que se tomó el jurado en su deliberación («loable por su inusual extensión y generosa motivación») y los agentes al cargo de la investigación. Reunieron «un abrumador conjunto de datos objetivos» a lo largo de una «exhaustiva investigación». Puestos uno detrás de otro, las coartadas que trataron de sostener los acusados fueron siendo descartadas.
Una grabación reveladora
El origen de la historia se fecha el 9 de diciembre de 2017. Aquel día Nieva come con su esposa (Katia) y Ardines. Son amigos de toda la vida. En un momento dado, el acusado se ausenta, dejando su teléfono grabando. Es así como confirma que Katia y el edil de IU mantienen una relación secreta. Benatia relató a los agentes una escena a la que se da crédito. Según le trasladó Muguruza, «al día siguiente o el mismo día» de la grabación, Nieva cogió una pistola y le dijo a su amigo: «Venga, vamos a cargarle». El conseguidor le pidió margen para que no fuera tan obvio: «Deja que pase el tiempo. Luego ya le podemos hacer cualquier cosa».
La sentencia tira de jurisprudencia para defender la validez de la confesión que hizo Benatia. En el juicio se retractó de ella, argumentando que mentía y que estaba presionado por la Guardia Civil. Pero, para el juez, esa primera versión y los mensajes de WhatsApp que Nieva fue enviando evidencian «un rencor que iba en aumento, por razón de esa relación extramatrimonial que le obsesionaba». El asesinato se ejecutó el 16 de agosto de 2018.
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