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Una emocionada Itziar Loinaz muestra en su móvil la foto de su hijo Julen el día en el que el jurado declaró al acusado culpable. Lobo
El padre de Julen, condenado por asesinato, pide su absolución ante el Tribunal Superior

El padre de Julen, condenado por asesinato, pide su absolución ante el Tribunal Superior

Su defensa esgrime siete motivos en su recurso para evitar la pena de 19 años de cárcel. La Fiscalía y el abogado Iñigo Iruin, de la acusación particular, se oponen y reclaman la confirmación del fallo de la Audiencia de Gipuzkoa

JAVIER PEÑALBA

Domingo, 19 de noviembre 2017

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El proceso judicial por la muerte de Julen Serrano entra en una nueva fase. El caso afrontará en breve el primero de los recursos. Lo hará solo unos meses después de que la Audiencia de Gipuzkoa impusiera al padre del menor una condena de 19 años de cárcel tras el veredicto del jurado que le consideró culpable de asesinato. La defensa del progenitor solicita ante el Tribunal Superior de Justicia de Euskadi la revocación de la sentencia y que en su lugar se dicte otra absolutoria. El letrado sustenta su petición en siete motivos. Las acusaciones fiscal y particular se oponen a sus pretensiones y reclaman la confirmación del fallo.

La causa se encuentra en manos de la Sala de lo Civil y Penal del alto tribunal vasco. El asunto llegó a la sede de dicho órgano hace ya varios días, de manera que los recursos ya pueden ser examinados por los magistrados que compondrán la sala.

Julen Serrano, de 13 años, fue hallado sin vida el mediodía del 1 de diciembre de 2011 en una vivienda del barrio de Ondarreta en la que la familia había residido. El inmueble permanecía vacío desde que los progenitores, el acusado Luis Serrano y su esposa, Itziar Loinaz, iniciasen unas semanas antes el proceso de divorcio. Tras la separación, el menor fallecido vivía con los abuelos maternos, mientras que los otros tres hermanos más jóvenes residían con la madre.

Tras el hallazgo del cadáver y ante las evidencias encontradas en el escenario, la Ertzaintza centró la investigación en localizar al padre que había desaparecido sin dejar rastro. Tras permanecer una semana en distintos parajes del monte Igeldo, Luis Serrano regresó a casa de su madre y esa misma noche fue detenido. No obstante, a las pocas horas quedó en libertad, pues los primeros indicios apuntaban a que la muerte del menor pudiera ser de carácter suicida.

La instrucción del caso, no obstante, dio lugar a que se incoara un procedimiento de jurado en el que las acusaciones fiscal, representada por Jorge Bermúdez, y particular, con el abogado Iñigo Iruin, terminaron por imputar al progenitor un delito de asesinato por el que solicitaron 18 y 20 años de prisión, respectivamente. Ambos concluyeron que el acusado acabó con la vida de su hijo en venganza hacia la madre por su deseo de poner fin a la relación matrimonial.

El equipo jurídico de Luis Serrano, por su parte, dirigido por Miguel Castells, defendió la inocencia del padre y sostuvo que la muerte del menor fue accidental. En este sentido argumentó que Julen se clavó el cuchillo cuando trataba de abrir una hucha de cerámica, en forma de casco de moto, que había en la casa, a la que padre e hijo habían ido juntos el día de autos antes de que el menor acudiera a la ikastola. Aquella mañana, Luis esperó a Julen y ambos se dirigieron al piso. Los letrados defensores, no obstante, tampoco descartaron que la muerte fuese de carácter suicida.

Un mes de juicio

Tras la celebración de la vista oral, que se prolongó casi un mes, el jurado consideró al padre culpable de asesinato. Dos semanas después de que se conociera el veredicto, el magistrado presidente del proceso, Augusto Maeso, dictó la sentencia: 19 años de prisión y la obligación de indemnizar a su exesposa con 200.000 euros y con otros 38.000 a cada uno de sus otros tres hijos, todos menores edad.

El fallo, lógicamente, no satisfizo a la defensa. Miguel Castells calificó la decisión del tribunal popular de «error judicial» y anunció su intención de interponer un recurso. Ya lo ha hecho. En un documento de 82 folios, Castells pide la revocación de la condena. El prestigioso penalista sustenta su decisión en siete motivos y considera que se produjo un quebranto de las normas y garantías procesales que generaron una «indefensión». Cuatro de ellos se refieren a pruebas que le fueron denegadas, algunas con anterioridad a la celebración del juicio y otras, a lo largo de las sesiones de la vista oral.

El primero de los motivos hace referencia a la negativa por parte de la autoridad judicial a que se practicase una segunda reconstrucción de los hechos en la vivienda en la que se cometió el delito. La primera se llevó a cabo cuando Miguel Castells aún no se había incorporado al equipo jurídico, de ahí que demandara que la diligencia volviera a repetirse.

Huchas rechazadas

En el segundo de los argumentos, la defensa reprueba que no se le permitiera incorporar al juicio dos huchas similares a las que, según su versión, Julen había tratado de abrir la mañana de autos y que, de acuerdo a su tesis, desencadenó el fatal accidente que le causó la muerte. En la vista ya explicó Castells que con ello pretendía que los miembros del jurado pudieran comprobar lo costoso que resulta abrir el tapón de la hucha, la misma dificultad que a su juicio pudo tener Julen y que en definitiva le llevó a hacer uso de un cuchillo que, según sostuvo, se clavó en el pecho y le produjo la muerte.

LOS SIETE MOTIVOS

  • 1. Por no permitir la segunda reconstrucción de los hechos en la vivienda en la que fue hallado Julen, así como en el piso inferior.

  • 2. Por habérsele denegado la incorporación al juicio de dos huchas en forma de casco que presentó al comienzo de la vista.

  • 3. Por no permitir la incorporación de una página de la revista Irutxuloko-Hitza que recogía un bertso titulado 'Julen Serrano', elaborado por un alumno del centro en el que estudiaba.

  • 4. Por no dejar que la perito Blanca Morera se pronunciase sobre el informe del experto José Cabrera.

  • 5. Por la admisión del informe del perito José Cabrera.

  • 6. Por la vulneración de la presunción de inocencia.

  • 7. Por no haber tenido en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas.

Esta pretensión encendió los ánimos del abogado Iñigo Iruin que en la misma sala recordó que ya existían dos huchas, que se hallaron en el escenario de los hechos y que fueron aportadas por la madre de Julen.

El tercero de los motivos en los que la defensa fundamenta su recurso es el rechazo por parte del juez a incorporar también una página de la revista Irutxuloko-Hitza en la que se publicaba un bertso titulado 'Julen Serrano', elaborado por un alumno del centro Luberri, en el que el menor estudiaba. En las sesiones del juicio, el abogado Miguel Castells, se interesó ante varios compañeros de estudios por dicha composición. El letrado leyó parte del texto traducido al castellano. «A pesar del esfuerzo de avanzar en la vida, tu interior estaba lleno de dolor y por encima del deseo, se impuso lo imposible. Tenías problemas, muchos de ellos ocultos en tu silencio. Poco a poco, la pena te ha comido el alma». El abogado, aun cuando en su informe defendió como principal hipótesis la muerte accidental, no terminó de descartar el suicidio y en este sentido indicó que Julen «estaba siendo utilizado para llevar recados de Luis a su exmujer». Castells no cuestionó que Julen fuera «un niño feliz y con planes de futuro», pero dijo en su informe que «no estaba en la mejor de las situaciones entre el padre y la madre».

Informes periciales

La defensa esgrime también entre los motivos del recurso que no se permitiera a la psiquiatra Blanca Morera, propuesta por el propio Castells, pronunciarse sobre el informe del también psiquiatra José Cabrera Forneiro. La primera dio veracidad al relato realizado por el acusado sobre cómo acontecieron los hechos. Afirmó que Luis Serrano vivió la ruptura matrimonial de una manera «catastrófica» e indicó que en el plazo de dos semanas, «una familia idílica desapareció sin ninguna razón aparente; perdió todos sus negocios (...) y su 'modus vivendi' desapareció. Y en ese mismo contexto se produjo el fallecimiento de su hijo con un cuchillo en el pecho y que se desangró en sus brazos».

Cabrera, por su parte, se mostró partidario de la tesis de que Julen fue víctima de una acción homicida. El perito rechazó la hipótesis del suicidio e indicó que no había encontrado un solo caso de suicidio similar en un chaval de esta edad en los últimos quince años en España.

Precisamente, el informe que este perito redactó constituye el quinto de los motivos de la defensa. Considera que dicha pericial no debió ser incorporada ya que había sido excluida por el Tribunal Superior de Justicia de Euskadi en uno de los recursos que él mismo planteó.

En la última de las causas que esgrime la defensa alude a la inaplicación de la atenuante de dilaciones indebidas.

Tanto la Fiscalía como el letrado de acusación particular solicitan la desestimación de la totalidad de los motivos. Consideran que no ha existido vulneración alguna de derechos y reclaman del alto tribunal vasco la confirmación de la sentencia emitida por la Audiencia guipuzcoana.

Aun cuando el recurso ha llegado al Tribunal Superior del País Vasco, todavía no se ha señalado fecha para la celebración de la vista, aunque fuentes consultadas afirman que, lo más probable, es que se fije para después de Navidades.

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