El joven de Basauri acusado del atropello mortal en Haro se acoge a su derecho a no declarar
Los forenses que evaluaron al procesado siete semanas después del suceso certifican que tenía las capacidades cognitivas y volitivas anuladas
Carmen Nevot
Jueves, 29 de mayo 2025, 16:14
Cuarta sesión de juicio por el atropello mortal de Haro y el acusado, que se ha ausentado a lo largo de todas las sesiones de ... juicio celebradas hasta este jueves, jornada en la que estaba prevista su comparecencia, se ha acogido finalmente a su derecho a no declarar y, por tanto, a no responder a ninguna de las acusaciones, ni siquiera a su propio abogado. También ha solicitado no estar presente en la vista este viernes, último día de juicio en el tampoco hará uso de su turno final de palabra y en el que la partes expondrán sus conclusiones definitivas. Sí que deberá estar presente en la lectura del veredicto por parte del jurado.
Antes de que el acusado entrara en la sala para acogerse a su derecho a no declarar, dos médicos forenses que le evaluaron el 26 de octubre de 2023, casi dos meses después del suceso, han explicado que en el momento de los hechos tenía anuladas sus capacidades cognitivas y volitivas. «Hay tal distorsión de la realidad que tenía abolida su capacidad de entender lo que estaba pasando», han señalado en la vista que se sigue contra un vecino de Basauri, de 34 años, acusado de arrollar a seis personas, causando la muerte de una de ella.
Incluso cuando le examinaron, transcurridas siete semanas, «el brote psicótico permanecía inalterado pese a llevar medicado todo ese tiempo, lo que da idea -han dicho- de la gravedad». Insistía en el mismo delirio, en la idea de una trama, de un complot de la Ertzaintza y del Gobierno, «que querían ir en contra de él».
Tal era el delirio que el procesado, según les relató, días antes del atropello en el centro de salud de Haro se trasladó a Barcelona con un amigo para contactar con un abogado y denunciar la persecución a la que creía que estaba siendo sometido por parte del Gobierno y de la Ertzaintza. «Lo que quería era defenderse», ha señalado el médico forense. No encontró al letrado, cambió de planes y decidió ir a la playa. Allí «veía a personas que se ponían cerca de él para hacerle fotografías, creía era la policía. De regreso decía que veía señalas en las que ponía que le iban a matar». El día del atropello «interpretó que las personas que había ahí eran policías que le querían matar y hace las maniobras con el vehícullo para defenderse».
Los forenses han destacado la angustia que incluso siete semanas después sentía el procesado. Insistía en que se investigara el complot y un perfil falso de Tinder que, según él, había creado la policía. «La afectación era completa y plena y abarcaba el contexto total de su vida», han señalado.
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