Fallece el teniente coronel que recibió un disparo en la cabeza en Valladolid
Pedro Alfonso Casado era un oficial experimentado de primera línea que había participado en operaciones antiterroristas y sumaba 25 años de servicio en la unidad de élite de Benemérita
El teniente coronel de la Guardia Civil Pedro Alfonso Casado, herido por un disparo de bala en la cabeza durante el suceso ocurrido el pasado viernes en Santovenia de Pisuerga, ha fallecido este martes.
Pedro Alfonso Casado fue operado de urgencia en el hospital Clínico de Valladolid durante más de dos horas después del disparo que recibió en la cabeza con un rifle de calibre 22 y que atravesó su casco. Pero las lesiones que le provocó el disparo serían «incompatibles con la vida».
El jefe de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil formaba parte de la negociación para liberar al rehén con el que se había atrincherado Pablo Antonio Santamaría Herranz, conocido como 'el Chiqui', tras matar presuntamente a Dionisio Alonso Pardo. En un determinado momento, un disparo desde dentro del inmueble alcanzó en la cabeza al oficial, quien tuvo que ser intervenido de urgencia en el Hospital Clínico.
Tanto es así que sus compañeros ponían de relieve estos días que el teniente coronel era un mando que siempre «entraba el primero ante cualquier intervención» y que «era de los de sígueme y no de los de vamos». Veterano de la unidad, Pedro Alfonso Casado estuvo destinado con el rango de capitán, ya en los grupos de élite de la Guardia Civil, en el País Vasco cuando la banda terrorista ETA aún estaba en activo y participó en la captura de algunos de sus integrantes. «Era un hombre aguerrido y comprometido que en este tipo de operaciones entra el primero liderando al grupo», reiteraban.
`El Chiqui´
El jefe de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil formaba parte de la negociación para liberar al rehén con el que se había atrincherado Pablo Antonio Santamaría Herranz, conocido como 'el Chiqui', tras matar presuntamente a Dionisio Alonso Pardo. En un determinado momento, un disparo desde dentro del inmueble alcanzó en la cabeza al oficial, quien tuvo que ser intervenido de urgencia en el Hospital Clínico.
Lo ocurrido en Santovenia estuvo muy presente en las palabras que Barcones dedicó a los nuevos agentes en prácticas, que estuvieron cargadas de tristeza. «Siento no ser capaz de transmitiros demasiada alegría, pero tenemos muy fresco en el recuerdo los acontecimientos vividos. El dolor es demasiado reciente», apuntó.
Virginia Barcones recordó que el teniente coronel Pedro Alfonso Casado «cumplía con su deber, defendía la vida de otras personas y para ello ponía la suya en riesgo». Así lo ha hecho siempre, «en su brillante carrera, como os tocará a vosotros ahora que vais a ser guardias civiles profesionales», indicó. Barcones aseguró que «desea con todas sus fuerzas que consiga restablecerse».
Por su parte, la calma tensa continuaba en Santovenia tres días después de los disparos mortales. La Guardia Civil continúa con controles esporádicos por todas las calles del municipio durante las 24 horas del día para evitar posibles represalias de la familia de la víctima (Dionisio Alonso Pardo), como ya avisaron el mismo día del suceso. «Esto no va a quedar aquí», amenazaron.
282 agentes en prácticas
En Castilla y León se incorporan ahora en prácticas 282 agentes, un «importantísimo número» de guardias civiles, que duplica a las promociones anteriores. Barcones ha señalado que se ha pasado de 119 agentes en prácticas a los 282 actuales, un refuerzo que será especialmente destacado en Burgos y Soria, las dos provincias más deficitarias.
En Burgos se han incorporado 68, tres veces más de lo habitual. La delegada del Gobierno les ha dado la bienvenida pero ha indicado que la incorporación de agentes al resto de provincias se irá materializando en lo largo de los próximos días. Ahora solo queda «confiar» en que, cuando acaben su periodo de prácticas de un año, el mayor número posible de agentes se quede en Castilla y León.
