«Es un espectáculo bonito pero también una catástrofe»

El hombre se encontraba haciendo una barbacoa familiar en su vivienda cuando oyó «un estruendo» y vio «una columna de humo justo por la ladera» de la montaña. «Pasamos mucho miedo, el volcán sonaba como un reactor. Cogimos todo lo que pudimos y nos fuimos», relataba anoche desde la casa de un familiar. Otro de los testigos describía que la explosión fue «impresionante» y que «de repente comenzó a salir humo», se asustó y decidió coger su vehículo «y salir pitando».

«Justo esta mañana he estado cazando por esa misma zona. Temblaba un poco el suelo, primero era un zumbido y luego se oyeron como truenos», comentaba Francisco Machí, que calculaba el tiempo que le quedaba para abandonar su hogar. «A la velocidad que avanza la lava, en uno o dos días tendré que dejar mi casa». «Esto es algo bonito de ver pero también es una catástrofe porque mucha gente está perdiendo todo lo que tiene», se lamentaba.

Entre las personas que dejaban sus viviendas ayer de forma precipitada reinaba el desconcierto. «Como no nos habían dicho nada, estaba viendo el volcán desde casa, hasta que apareció un policía y nos dijo que nos teníamos que marchar», comentaba otro de los afectados por los desalojos. Luz María del Paraíso se lamentaba entre sollozos -«jamás pensé que tendría que evacuar mi casa»- y otra mujer relataba angustiada que el volcán está a unos kilómetros de su vivienda y había tenido que irse con su padre, su pareja y un hermano. «Todos corrimos hacia los coches. Había que salir de allí lo más rápido posible», recordaba. En su huida, muchos conductores se encontraron carreteras cortadas o colapsadas por curiosos. «Debemos dejar trabajar a los cuerpos de seguridad y no bloquear las vías por gente que se acerca a ver el volcán», hacía un llamamiento la alcaldesa de los Llanos, Noelia García Leal.