Detienen a una pareja en Oviedo por encerrar a sus hijos desde 2021 entre excrementos y con animales enfermos

El arresto de la pareja -él de 53 años y nacionalidad alemana, ella de 48 y con doble nacionalidad germano-estadounidense- se produjo después de que hace un par de semanas una vecina denunciara lo que estaba ocurriendo en un chalet situado en Fitoria. A su entender, ocurrían situaciones sospechosas. Ella estaba segura de que en su interior vivían varios niños porque escuchaba voces y les había visto por algunas de las ventanas de la casa; sin embargo, no salían de casa ni para acudir al colegio. De ahí que presentara una denuncia ante el Servicio de Infancia del Ayuntamiento de Oviedo.

A partir de ese día, el 14 de abril, los agentes de la Policía Municipal comenzaron a vigilar la residencia. Y se dieron cuenta de que algo raro pasaba allí porque solo había censado un hombre y se hacían pedidos de comida demasiado grandes para una sola persona. Además, en una de las ocasiones, cuando el varón estaba atendiendo a un repartidor una de las cortinas de la vivienda se movió. El hombre, en este sentido, solo se dejaba ver para recoger los envíos del supermercado. Tampoco había movimiento a las horas normales de salida o entrada de los colegios. Por orden del Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo en funciones de guardia, los miembros de la Policía local practicaron la detención.

Fue un dispositivo extraordinario por el número de personas que lo componían, en pleno apagón, además de integrantes del trabajadores de los Servicios Sociales y una traductora de alemán. Cuando llegaron los agentes, fue el hombre quién dejó acceder a los municipales al interior de la vivienda, donde se encontraron con la mujer y los tres niños aislados.

El caso ha pasado a manos de la Guardia Civil y los niños se encuentran a cargo de las autoridades del Principado de Asturias. Han sido, por tanto, trasladados a un centro de menores de Oviedo. «Estamos valorando la situación», han indicado fuentes del Gobierno de Asturias. Especialistas, en este sentido, deberán estudiar si los pequeños sufren alguna secuela física o psicológica tras los hechos sufridos.