El acusado de matar a Lukas Agirre en San Sebastián tiró el cuchillo a un contenedor

El hallazgo del presunto arma homicida, junto a las declaraciones de los testigos y la existencia de vídeos que muestran imágenes de la trifulca y de la huida, será un elemento principal en el juicio que acabe celebrándose cuando concluyan las investigaciones del crimen que conmovió a Gipuzkoa la mañana del día de Navidad.

Se cumple este miércoles un mes de la muerte a las puertas de una discoteca de San Sebastián del joven de Hernani residente en la capital guipuzcoana Lukas Agirre, de 24 años. El homicidio se produjo en torno a las 6.15 horas de la mañana de Navidad durante una pelea en los exteriores del establecimiento, en el centro de Donostia, tras una riña entre dos grupos de amigos iniciada en el interior de la sala de fiestas.

Los implicados están identificados. Apenas una hora después de los hechos, fueron detenidas dos personas, una mujer de 28 años y un varón de 26, por su supuesta participación en el crimen. Fueron arrestados en la calle Fuenterrabía, también a escasos metros de donde se produjeron los apuñalamientos.

Algo más tarde, el presunto autor material de la agresión, de 24 años, se entregó acompañado por su madre en la comisaría de la Ertzaintza de Ondarreta. Se trata de un joven con antecedentes por violencia de género que portaba una pulsera telemática para garantizar que cumplía la orden de alejamiento sobre su expareja. Había sido detenido anteriormente, hace un año, por un episodio ocurrido en una vivienda de Donostia.

Después de tres noches en comisaría y varios interrogatorios, la jueza que instruye el caso decretó el día 28 el ingreso en prisión incondicional del presunto autor material del crimen. Se encuentra en el penal de Martutene, donde en principio permanecerá en prisión preventiva hasta que se celebre el juicio. Durante su declaración aseguró que no recordaba lo ocurrido debido a que había consumido alcohol y drogas.

Para los otros dos implicados, sobre los que el secreto de sumario impide conocer aún a qué tipo de delitos podrían enfrentarse, determinó libertad provisional, retirada del pasaporte y la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado. Fuentes jurídicas consideran en cualquier caso que existen «indicios racionales» de que participaron en el crimen, aunque obviamente en un grado inferior al del autor material del homicidio.

Un mes después del trágico desenlace, la investigación sigue su curso y será el desarrollo del proceso penal el que aclare algunos detalles. Como por qué se inició el enfrentamiento en el interior del local, por qué continuó fuera, y las responsabilidades concretas de cada uno de los implicados.

Mientras llega ese momento, la labor de los abogados no cesa. La defensa del principal sospechoso ha pedido la libertad de su representado mediante un recurso en el que pide que se declaren nulas las actuaciones policiales y en el que critica la labor de la Ertzaintza en la investigación del caso.

En paralelo al avance de los procedimientos policiales y judiciales, desde la mañana del crimen se han sucedido las muestras de condena por los hechos y de apoyo y solidaridad con la familia y amigos de Lukas, tanto en su Hernani natal como en Donostia, donde residía.

El más emotivo tuvo lugar el día 29 en Hernani, cuando cientos de vecinos acompañaron a su familia y amigos en un homenaje en el que su madre admitió tener «el corazón roto» pero también «mucho que agradecer a las muchas personas que se han preocupado por nosotros y por los mensajes que hemos recibido».