El acusado del crimen de Murchante es trasladado por seguridad a la cárcel de León

El acusado del crimen de Murchante ha sido trasladado por seguridad de la cárcel de Martutene a la de León, según ha sabido este periódico. Pedro María Ruiz Jiménez, el presunto asesino de María Pilar Berrio en Murchante, su excuñada, ingresó el pasado sábado 10 de julio en la prisión donostiarra, tras negarse a declarar ante el juez. Hace varias semanas que está en León, a donde se le ha movido para evitar posibles represalias de otros reclusos de Martutene, donde permanecía ingresado desde que la Ertzaintza le detuvo en San Sebastián tras una persecución que duró más de 30 horas.

El terrible asesinato de María Pilar Berrio, con la que mantenía o había mantenido relación sentimental al haberse sido considerado crimen de violencia de género por el Ministerio de Igualdad, tuvo lugar el 7 de julio en una carretera cercana a la localidad navarra de Murchante, cuando Pedro María Ruiz Jiménez supuestamente embistió el vehículo contra el coche en el que viajaba la víctima con sus dos hijos de 5 y 9 años y la degolló. Después empezó su camino hacia la huida, que pudo alargar más de un día pero que finalizó con su detención mientras salía de una peluquería del barrio donostiarra de Gros.

El hombre, con múltiples antecedentes penales y muy violento, según advirtió la Policía en su momento, parecía saber que los agentes de la policía autonómica iban a atraparle y pasó sus últimas horas en libertad tomando un whisky y un pintxo de tortilla en el bar Bergara. Un soplo situó a la Ertzaintza en Gros, donde poco después le detuvo, tras encontrar aparcado el coche que había robado horas antes. El cuerpo policial trabajaba a contrareloj para arrestar a Pedro María Ruiz Jiménez, de 41 años de edad, por miedo a que tratara de cambiar su imagen y pasar desapercibido. Precisamente eso fue lo que intentó hacer cuando agentes frustraron su plan.

Su fuga se ha convertido en una de las operaciones policiales más espectaculares de San Sebastián en los últimos tiempos, después de que la Ertzaintza desplegara una operación jaula con efectivos en todas las calles del barrio de Gros para evitar la huida del encausado. Tras ser detenido, el presunto asesino estuvo dos noches en el calabozo hasta pasar a disposición del juzgado de Guardia de San Sebastián. Aunque cabía la posibilidad de que el juzgado donostiarra se inhibiera en favor del de Tudela, que instruye el caso, ingresó en Martutene y ahora está en León.

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