«El sexo está sobrevalorado»

- El sexo, ¿hay que tomárselo con filosofía?

- Basta con la filosofía que tenga cualquiera para sobrevivir. Para follar no hace falta pensar tanto.

- ¿Qué tiene que decir entonces la filosofía sobre el sexo?

- Como tema intelectual es antiquísimo. Aparece en la Biblia y en otros libros. Muchos pensadores han hablado de él porque es una gran cuestión, como la vida, la muerte, el suicidio, la alegría, la tristeza y la soledad, que es la otra cara de la moneda. ¡Es el motor de la sexualidad actual!

- ¿Tanto, a qué se refiere?

- A esta pornografía constante que está en la calle, los medios, en las personas y en las fiestas...

- ¿Vivimos en la pornografía?

- En el año 2019, la reina de las páginas porno tuvo más horas de visita sumadas (más de 4.392 millones) que tiempo de vida tiene el homo sapiens en la Tierra. ¡Dos veces y media más! Ese índice sólo se explica por la soledad de la gente. La pornografía es el cénit del consumo para salir del aislamiento, la soledad y la tristeza.

- ¿Qué tiene el sexo para que lo busquemos cada vez que nos sentimos atosigados?

- Vivimos muy estresados, en un sistema económico y social despiadado; y el sexo junto con la conversación, las cañas y los amigos, es un espacio de reserva y sosiego. La sexualidad y los afectos, como las relaciones en general, permiten escapar de la mirada omnivigilante del Estado, que hoy en día es agobiante.

- ¿Por qué se ha utilizado tradicionalmente como forma de violencia contra la población?

- Ha sido y sigue siendo así. Como es algo muy íntimo, se convierte en una forma muy íntima de humillar al prójimo. No hay una aventura de espionaje radical, sofisticado, que no incluya la cuestión sexual. Arrastrar a alguien a la cama es la forma de arrancarle una confesión... Nadie larga un alto secreto tomando un café, sino entre polvo y polvo.

- Siga, estoy muy interesado...

- El sexo es un espacio de intimidad muy radical que puede utilizarse contra la población, para reprimirla o para arengarla, incluso para controlar la demografía... No vivimos una época mas feliz que otras desde ese punto de vista. Seguimos utilizando la sexualidad como una herramienta de control altamente obscena.

- El sexo ha sido pecado, sinónimo de epidemia y muerte... ¿y hoy un modo de control social?

- A la gente le cuesta ser libre incluso en ese espacio tan íntimo. Pero sí. Casi todos los poderes han intentado regular la vida de las personas. Franco reprimió la sexualidad; y el poder actual intenta estimularla. Yo ahí veo dos formas de represión sexual. Ni uno solo de los gobiernos de Europa se libra de un uso extremadamente dudoso de la sexualidad.

- ¿Que dice la filosofía de la prostitución, hay que prohibirla?

- No es una tontería decir que es una de las profesiones más antiguas del mundo. En un sentido ampliado, todos la hemos ejercido. El que no se ha prostituido en la calle lo ha hecho con su jefe o algún profesor. Forma parte del sistema de control y vigilancia del Estado para que no haya abusos. La idea de abolirla resulta puritana, ni siquiera se lo planteó la Inglaterra victoriana.

- ¿Por qué puritana?

- La abolición provocaría más sufrimiento, porque hay mujeres, y también hombres, que se ganan la vida muy decentemente con la prostitución. ¿Dónde no hay abusos, en su trabajo no los hay? Hay gente muy sola que necesita pagar para tener una relación. ¿Qué problema hay en eso?

- La ley seca tampoco funcionó.

- ¡Claro! Potenció el mercado negro de alcohol en EE UU y fue una medida tan nociva que el consumo subió a niveles nunca conocidos. Aquí podría pasar lo mismo.

- La 'ley trans'. Expertos médicos han alertado de que muchos adolescentes se arrepienten de haberse cambiado de sexo.

- Estamos rayando la aberración con esta idea de enmendarle la plana al cuerpo y elegir cualquier cosa. No todo es elegible. Yo no puedo tener ni la voz ni el carácter que quiera. Toda esta promesa social, científica y tecnológica de defender el consumo y la elección hasta el infinito es una aberración. Si a los quince años me hago un tatuaje, me puedo arrepentir, pero si tomo hormonas es irreversible. Los gobiernos y la medicina están aprovechando la ansiedad de los jóvenes para hacer cosas terribles.

- Quizás sea más barato que atender la salud mental...

- ¡Ese es el verdadero tema! O la gripe, o el covid o el cáncer...

- ¿El sexo es lo mejor para rebajar el estrés y la ansiedad que afecta tanto a la sociedad?

- Evidentemente, como un viaje, el deporte, unas vacaciones...

- ¿Qué tiene para haber sido causa de tanta guerra?

- Helena de Troya, reyes y reinas que han establecido alianzas y rupturas... Dormir juntos lleva a pensar juntos y a la vez, se establece una sintonía que no es fácil alcanzar de otro modo.

- ¿Está sobrevalorado?

- ¡Por supuesto! Occidente ha sometido a la sociedad a un brutal aislamiento al prohibirle toda posibilidad de contacto a través del mundo económico. Mayor que nunca. Nos pasamos la vida currando como esclavos, de nueve de la mañana a seis o siete de la tarde; y a esa hora el sexo se nos presenta como el colmo de las liberaciones. ¡Pues no, gracias! Hay que mantener un tipo de erotismo y relación afectiva para que el sexo no sea frenético, violento o criminal por la tarde. Con frecuencia, la violencia de nuestra sexualidad tiene que ver con la violencia expresada a través de un sistema productivo implacable.

- Entonces, el mejor sexo es...

- El que decida cada uno.

- ¿A qué edad diría que llega?

- No hay edad para eso. Yo empecé tan tarde que mi hija cuando se lo cuento se ríe...

- Bien pensada, como filósofo, ¿cuál es la hora para el sexo?

- ¡Ja, ja, ja! Es estupendo incumplir la normativa laboral y hacerlo a media mañana. ¡Maravilloso aquello de aquí te pillo y aquí te mato! Lo importante es divertirse y dar y recibir placer.