El virus da «signos de estabilización», pero preocupa el aumento de muertes e ingresos
La subida en Euskadi fue más leve con 546 positivos, pero hubo 27 óbitos y 61 casos graves, las cifras más altas de la segunda ola
Después de un agosto negro, la pandemia comienza a mostrar una ligera mejoría en Euskadi. Pero con mucha cautela. 546 casos de coronavirus en las últimas 24 horas. Son 101 más. Un aumento, sí y esperado por el mayor número de test practicados, pero no tan abrupto como la semana pasada. Las alarmas, sin embargo, siguen encendidas. Preocupa el alto número de ingresos y fallecimientos a consecuencia de los contagios de principios y mediados de mes: 61 personas fueron hospitalizadas el martes y se notificaron 27 muertes por Covid como causa directa entre el 24 y el 30 de agosto, los mayores registros de la segunda ola en ambos casos.
Por todo ello, la consejera de Salud, Nekane Murga, afirmó este martes que «el País Vasco comienza a mostrar señales de estabilización», pero es preciso esperar a que la reducción de casos se asiente durante varios días más «para poder confirmar que nos encontramos ante un cambio de tendencia». Cualquier pequeña noticia es siempre un soplo de aire fresco en una crisis se reactivó en pleno verano -las previsiones situaban el segundo testarazo del virus en otoño-.
Pero no hay que pasar por el alto que la situación sigue siendo grave y que aún queda camino para controlar la transmisión de la enfermedad y evitar así que septiembre pueda ser algo más tranquilo.
La máxima autoridad de la sanidad pública vasca evitó achacar este leve respiro únicamente a las restricciones al ocio nocturno, a la hostelería y al transporte implantadas hace dos semanas tras la declaración de la emergencia sanitaria. Por el periodo de incubación del virus, entre 10 y 15 días, se esperaba que esta semana comenzaran a hacer efecto. «Es una de las cosas que sí ha apoyado que no siga la progresión de nuevos contagios, pero realizar ésto requerirá modelos matemáticos y comparaciones entre cientos de miles de personas, de lugares, medidas o momentos de ponerlas en marcha», explicó.
Menor porcentaje de casos
Las medidas no son las únicas causantes. Murga, que no se ha cortado en tirar de las orejas a la ciudadanía en varias ocasiones, quiso agradecer la colaboración de quienes sí cumplen con las medidas «porque se está logrando contener los contagios». Los datos difundidos este martes por el Departamento arrojaron varias noticias positivas. El porcentaje de infecciones sobre el total de PCRs sigue cayendo. Este martes, se practicaron 8.887, un millar más, y los positivos detectados fueron del 6,1%. En días anteriores han llegado a rondar el 10%. Y el índice RO, que mide el número de personas a las que contagia un afectado, está por debajo de 1 después de varias semanas. Bizkaia registró 246 contagios (52 más), Álava 91 (2 más) y Gipuzkoa 163 (17 más).
Pero la pandemia está también repleta de sombras. La parte más desgarradora son las muertes y en el último balance semanal los datos son los peores de agosto. Entre el 24 y el 30, hubo 27 fallecimientos por Covid como causa directa, lo que eleva la cifra total de este mes a 56. Pero el propio Departamento incluye en el cómputo global de víctimas mortales desde el inicio de la crisis (1.711) a las personas que fallecen por otras patologías, pero que también eran portadores del virus. En este caso, hay que sumar otros 13 decesos. «Los fallecidos siguen siendo y siempre serán elevados», lamentó Murga. Las defunciones son una consecuencia directa del aumento de ingresados en las UCIs. Aunque la presión asistencial en los hospitales es cinco veces menor que la pasada primavera, la edad media del contagiado ha subido y el riesgo de ingresos «es superior».
Hasta este martes, había 289 pacientes hospitalizados, 7 más. De ellos, 250 en planta y 39 en UCI. En este caso, son 6 más. La consejera explicó que el impacto en los hospitales es más tardío, ya que los síntomas graves no aparecen hasta cinco o seis días después de la infección. Y en el caso de la UCI ese periodo es de 8 o 10 días.
Por tanto, los pronósticos apuntan a que en próximos días continuará el goteo constante de personas que precisan supervisión médica para curarse. Sin embargo, «este incremento se encuentra dentro del escenario previsto sin necesidad de cambios organizativos a corto plazo en los hospitales», aseguró la dirigente jeltzale, que no descartó que la situación pueda cambiar «porque la repercusión no es heterogénea en los territorios» y podrían darse situaciones en las que sea necesario trasladar pacientes de un hospital a otro.
